Dublín 29/02-01/03 – nueva integrante de la casa
Lunes 29: Nana
Tenía todo
listo, la compu en la mesa, el desayuno recién terminado. Empecé a escribir y
me llegó un mensaje de Gary para que lo llame. Tenía voz de dormido, se estaba
despertando. Fui a abrir la cocina.
Encargado de
la mañana, Alan. El sábado a la noche le había dejado una lista larga de cosas
para hacer a Gary, él las empezaría y yo ayudaría a la tarde. Dado el caso de
esta mañana, mientras preparé algunos desayunos hornee una bandeja grande de
tomates y otra de morrones, dos de panceta para el desayuno y corté los
jalapeños para el queso crema que le agregamos al chilli, ya no nos quedaba
nada. Eso es algo que todavía no entiendo, nuestro chilli es picante, como debe
ser, y lo servimos con queso crema, que usualmente es para aminorar el picante
en caso que el cliente sea sensible o le guste la combinación de sabores. Pero
no servimos el queso crema solo, lo mezclamos con jalapeños, lo que lo hace
casi tan picante como el propio chilli. Gary llegó con cara de destruido a las
11:30, justo a tiempo, porque estaban entrando 9 personas buscando desayuno.
Recién había puesto a hervir salchichas, sólo me quedaban 6 en la heladera. La
orden de la mesa grande fue 5 full Irish breakfast, tres huevos revueltos con
panceta y un vegetariano, llegué con lo justo con las salchichas, me sobró una
y me la comí yo. Las 5 horas que Gary estuvo en la cocina fue como un fantasma,
estaba descompuesto, mareado, con dolor de cabeza y vómitos. Yo me encargué de
casi todo, él hizo lo que hace mejor, preparó dos bandejas de cerdo, una para
jamón y una para trozarlo, las metió al horno y al ratito se fue. Mientras
lavaba los platos de la barra hablé con Alan, estaba muy tranquilo el bar. Me
ofrecí a trabajar más horas en compensación a las que no voy a estar la semana
que viene. Me dijo que quería hablar con migo de eso, está buscando a alguien
que me reemplace, alguien permanente o que al menos pueda estar un año. Eso ya
lo sabía, pero la forma en la que me lo dijo me pareció que incluía que a la
vuelta de Madrid voy a tener muchas menos horas. No sé, me dio esa sensación,
de todas formas, se nota que aún me necesitan. Entiendo que tienen que
encontrar a alguien y que si ese alguien va a estar entrenando como lo hice yo
hace tres meses, no va a tener sentido que estemos tres personas en la cocina.
Pero por lo pronto y hasta el sábado tengo todas mis horas.
Más tarde, a
las 8, yo también me fui, no tenía la mochila de Aikido con migo, así que
directo a casa.
En el living
estaban los Vinnys. Yo llegué contento porque caminé escuchando Dave Mathews
Band y porque está bueno sentirse útil. La preocupación por perder mis horas o
mi trabajo antes de tiempo me trajo una idea, una posible solución. Vinícius
está cansado de su trabajo, no lo disfruta, se estresa, trabaja muchas horas y
en constante contacto con gente enojada al otro lado del teléfono. Él, a
diferencia de mi compañero de cuarto, vive en Dublín y se queda acá
indefinidamente. Le ofrecí que él me reemplace. Son menos horas, menos estrés y
menos plata. Justo hoy le dijeron que lo iban a ascender, aún así lo está
pensando. Que yo le ofrezca el trabajo a él y no a Vinny no le cayó nada bien
al segundo. Él ya me había pedido que lo presente en el bar. No lo puedo hacer
porque no quieren tomar a más gente que se vaya pronto, y él se va en junio. Me
quedé con ese mal trago.
Antes de
acostarme me la crucé a Nana, nuestra nueva inquilina, está viviendo en la
habitación de Tomo por este mes. Es simpática, vivió dos años en Londres
enseñando en un jardín de infantes a niños de familias japonesas, ahora está
buscando trabajo en Dublín. Le pregunté si le importaba darme lecciones de
japonés y accedió, en breve retomaré mis clases.
Martes 01: Jujitsu
Me desperté a
las 8 y desayuné solo. No hablamos mucho con Vinny, aún estaba esa atmósfera
incómoda entre nosotros. Intercambiamos algunas palabras y se puso mal. Él
tiene sus problemas, muchos que desconozco y por un lado me siento culpable por
como actué anoche y por otro siento la necesidad de ayudarlo, pero no sé cómo. Antes de salir
volví a hablar con él. Pudimos solucionar el problema entre nosotros y tuve una
idea. Esa charla me retrasó, llegué 15 minutos tarde al trabajo.
No fue tan
grave, me pidieron que vaya a las 10 para recibir los cargamentos de cerveza y
botellas de gaseosas. Este martes Gary se encargó de la cocina. Llegué y el bar
estaba vacío, sólo nosotros cuatro. Me cambié, ordené un poco la pileta de
lavar y bajé al sótano con Phil, me indicó lo que quería que haga y organicé el
espacio para recibir las entregas. Aún tenía tiempo de sobra, volví a la cocina
y colaboré en lo que pude, entre otras cosas trocé el cerdo. Bajé a buscar
cosas de la heladera y llegaron las botellas. Abrí la puerta del piso y les
entregué primero todos los cajones de botellas vacías, luego recibí todas las
llenas y en seguida que se fueron, y sin cerrar la puerta, entregué 40 barriles
de cerveza Guinness vacíos y me dieron 40 llenos que los fui parando y
ordenando para que entren. Todo recibido, suficiente espacio para caminar,
listo, volví a la cocina. Muy tranquilo el asunto. Cuando Gary se fue a fumar
su cigarrillo, me dejó encargado, estaba todo limpio y no había clientes, conté
los desayunos para anotarlos en el librito, un desayuno, tristísimo. Lavé todo,
se me acabó el agua caliente, le saqué la mugre fuerte a los trastos y los
ordené para lavarlos después, arreglé la escoba con Phil y barrí la cocina,
vacié y preparé el espacio a la izquierda de la puerta del sótano para que Phil
construya un pasillo para almacenar las botellas, lavé los platos de la barra,
me hice un sánguche que pollo y me fui a las 3:15.
Puse en
práctica mi idea, entré al mercadito polaco y compré unos dulces, fui al mismo
ciber donde imprimí mis CVs cuando llegué a la ciudad, descargué el CV de Vinny
que tenía en el mail, lo arreglé para que sea bonito e imprimí 15 copias.
Caminando hasta el Ilac lo repartí en varios locales. En algunos pude hablar
con el encargado y me dijo que mi amigo debería estar repartiéndolos, en otros
no estaban buscando gente, en otros me atendió un empleado y se lo dejé sin más
charla y en uno en particular, la encargada no lo aceptó, quiere hablar con la
persona en cuestión directamente. Anoté todos los locales y las calles, me
guardé 8 CVs y volví a casa por el camino largo que pasa por el estanque
cuadrado. Es muy lindo. Me agarró la lluvia en el camino. No quería que se me
mojen los papeles que tenía en la mochila, en un semáforo la puse debajo de la
campera y caminé 10 minutos todo tapado escuchando más Dave Mathews Band. Pasé
por Tesco a comprar leche y manteca, pero me dejé tentar y llevé un tarro de
Nutella y 5 barritas de chocolate marca pirulo, las más baratas. En la casa me
comí las 5 barritas con un té mientras veía videos de Jim Carrey y Rowar
Atkinson, grandes comediantes.
A las 7:10
salí para el Dojo. Estaba llegando un poco tarde así que troté. Sentí por un
lado lo bien que funcionan las correas de la mochila ajustadas a la cintura y
también lo malo que es para las rodillas y la cadera correr con peso en la
espalda. Me cambié rápido y llegué a la
entrada en calor a la clase de Jujitsu. La dio Andy, no estaba Ray. Nos hizo
hacer golpes en el aire y patadas para calentar el cuerpo, a muchos de los
chicos no les gustaba, a varios se les notaba que no tenía ni idea de cómo
hacerlos, yo estaba contento de volver a esas prácticas aunque sea por un breve
momento. La clase estuvo difícil. Estudiamos una técnica para liberarse de una
guardia cerrada (cuando se te sientan en la panza), invertir la situación,
luego que el que estaba arriba, que está a punto de pasar a estar abajo,
reinvierta la situación y controle una de las piernas y se libere de la segunda
palanca. La cosa es que eran muchos detalles, no llegué a entender todo lo que
mostró y empezó la lucha del final de la clase. Esta vez me quedé a tres
rondas. La primera fue con mi compañero de la clase, la segunda con un flaquito
petiso escurridizo y la tercera con el mismo con el que me distendí los
ligamentos del hombro hace un mes. No me rompí nada hoy, transpiré, me duché y
me sentí muy bien.
Caminé a casa
terminando el álbum que venía escuchando de Dave Mathews Band (Away from the
World) y chateando con mi hermana y mi tío. Estábamos tratando de encontrar mi
cédula azul de la camioneta de mi tío, la va a vender.
Noche de bife.
Hoy Vinícius cocinó en la sartén los dos pedazos de bife que había comprado el
domingo, yo tenía más hambre que eso y me comí un taco antes. Un rico pedazo de
carne con cebolla. Charlamos un poco con Vinny en la sala mientras pasaban por
la tele la secuela de Todo poderoso, con Steve Carrel. Después charlé un ratito
con Nana y me fui a la cama. Estaba cansado para escribir.