Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

miércoles, 2 de marzo de 2016

103-Dublín 25~26/feb - aumenta la intensidad del trabajo, vuele la gente




Dublín 25,26/02 – se pone movida la cosa

Jueves 25: puré

Anoche apagué el teléfono. Siempre lo dejo encendido con el volumen alto y sin internet, por si me llaman del bar. Esta vez decidí dormir tranquilo hasta despertarme solo, ya que trabajo desde las 12. A las 9:15 me desperté, lo encendí y a los 30 segundos me llegó una llamada de un número local desconocido, era Alan. Gary llegaría tarde y quería que vaya lo más rápido posible, que me tome un taxi. A las 9:35 estaba en la calle, me subí al taxi y el conductor me dio charla. Hablamos de la situación de Gary, que vive a dos horas de Dublín y trabaja 10 horas por día, o sea que se sale de su casa a las 7:10 y vuelve a las 22 muy cansado. A cambio de eso paga una renta 4 veces más barata que en la ciudad, puede ahorrar y darse algunos gustos; mientras que si estuviera viviendo acá llegaría con lo justo para pagar el alquiler de un departamento para dos personas, tendría tiempo para él pero no tendría plata para gastar en ese tiempo. Ahí está la balanza: dinero/tiempo. ¿Qué pesa más? El dinero y se genera, el tiempo se gasta. A las 9:50 entré al bar, todavía medio dormido, sin desayunar y sin mi café. Acomodé la vajilla seca, bajé la carne recién llegada y subí el pan y las papas para el desayuno. Empecé a sazonar los pollos que también habían llegado esta mañana y me detuve a la mitad de cortar el ajo para preparar 3 desayunos. Después del quinto entré el encargo de verduras de la semana. Después del séptimo desayuno bajé la mayoría de los vegetales, terminé de cortar el ajo y bajé dos bandejas grandes con pollos y el resto del encargo. Subí las papas fritas, los panes y demás para el almuerzo y preparé el octavo y último desayuno. Llegó Gary, mientras yo terminaba de ordenar el sótano el organizó la cocina para el almuerzo y se puso a preparar la sopa. Durante el servicio también cocinó la salsa de cebolla, la ensalada de repollo, preparó lo pepinillos y cocinó un chilli. A las 4:20 me fui a comprar un repuesto para la trituradora de papas que usamos para el puré, se le había roto el centro a la navaja circular. En 10 minutos llegué a la tienda siguiendo las indicaciones de Alan. Había llamado antes para cerciorarse que tenían repuestos.  En efecto tenían, para una trituradora más grande y más cara. La nuestra cuesta 80 euros y la otra 180, claro que me recomendaron comprar la más cara porque es mejor, y claro que no lo hice. De casualidad tenían una de las nuestras rota y la navaja les sobraba, me la llevé gratis. Salí y me olvidé de doblar en la esquina, caminé 10 minutos en la dirección equivocada antes de darme cuenta del error. Volví a mi camino, me pasé del bar y entré a SuperValu, el súper de siempre. Compré leche, crema, limones y limas. Ya había llegado Phil. Le conté a Alan lo de la navaja y estaba contento. Lavé un poco, organicé un poco y a las 5:30 me mandaron a casa.
Pasé por una tienda de campamento. Pregunté por carpas, bolsas de dormir, mochilas, linternas y hornallas portátiles. El tipo es un gran vendedor, me quiso convencer de todo concentrándose en los productos. Pero yo iba con la idea de informarme un poco más y comprar por internet que es más barato. Además la carpa es para Vinícius, yo puede que me compre una bolsa de dormir. Caminando a la casa le mandé unos audios a mi compañero de planes aventureros con la info de los precios y algunas ideas. Queremos ir a acampar a Howth, pero yo salgo del bar a las 8 el sábado y estaríamos armando la carpa a las 10 de la noche en el bosque, no es tan grave, las noches últimamente estuvieron despejadas. Por mi parte sigo con la esperanza de que antes de irme va a llegar mi potencial reemplazo o el segundo chef que tanto ansían y voy a tener libres sábado y domingo. En la casa me encontré con un paquete para mí en la mesa de la sala. Eran mis auriculares, los probé y funcionan de maravilla. Preparé la mochila para Jujitsu y volví a salir. La clase la dio uno de los alumnos más avanzados. Otra vez no participé de las luchas del final. Tal vez la semana que viene o a la vuelta de Madrid lo haga otra vez. Caminé hasta la casa escuchando música, hacía un buen rato que no lo hacía. Me metí en la pieza y, como ya me había duchado en el Dojo y no tenía que ir al baño, me quedé tapado viendo Zoolander 2 en mala calidad descargada de Internet. Me prometí ver Batman v Superman en I-max en abril. Apagué la compu y a dormir.

Viernes 26: horas
Arriba sin alarma pero con el teléfono encendido, por las dudas. Desayuné y me puse al día con el diario. Hablamos un poco con Vinícius de ir a un hostel en un pueblo cercano mañana a la noche y dejar el campamento para marzo. Publiqué el diario, colgué la ropa que pude lavar anoche gracias a que Vinny me cedió su día, y salí de casa a las 11:30. Cuando crucé la puerta principal del bar, una chica alta, rubia y carismática, me dio la bienvenida desde detrás de la barra, y con una sonrisa amable me preguntó si quería una mesa. Le conteste que no gracias mientras con toda la naturalidad del mundo pasé a su lado para saludarla. Es la segunda chica esta semana que prueban como mesera, el lunes proaron a una rusa, hoy una estadounidense. No es que la nacionalidad sea particularmente relevante, pero cuando me cruzo con una persona sólo por algunas horas, ese es uno de los datos que tiendo a recordar.
El día en el bar empezó tranquilo. Unos 15 desayunos, empecé a lavar y rápidamente interrumpí el proceso para ayudar en la cocina. Se puso peluda la cosa, plato tras plato tras plato. Al primer momento libre quise volver a mi pileta, pero me mandaron al sótano a buscar provisiones y luego a la barra a lavar. Se puso peludo otra vez y volví con Gary. Un nuevo momento de paz y me mandaron a enseñarle a Chase, la mesera que está a prueba, como lavamos los cubiertos. No pude terminar de mostrarle porque nos habíamos quedado sin papas, tuve que bajar a mandar más por el ascensor y cuando volví me metí directamente en la cocina. Alrededor de las 5:30 Chase se fue y llegó Alan, estábamos los 4 de siempre. Gary iba contando las órdenes, a ver si llegábamos a las 100. Pude organizar mi pileta, más o menos, porque tenía cosas sucias por todos lados. En mi última lavada en la barra el bar estaba lleno de gente. Frente a mí, 4 turistas de Estados Unidos empezaban su receso de primavera. Me dieron charla unos 15 minutos, lo que tardé en lavar un buen número de trastos. Yo creía que la primavera llegaba en marzo. A las 6:55 y con 98 órdenes entregadas, Gary se fue a casa. Antes de cerrar saqué 5 más y superamos el récord. 103 en un día. Le mandé un mensajito. Limpiar la cocina y lavar toda la vajilla y ordenar el sótano me tomó dos horas, me fui a las 9 habiendo trabajado esa misma cantidad de horas.
Caminando a casa me sentía agotado, necesitando un descanso, pero a la vez realizado, feliz. Trabajé mucho y se sentía bien. Me tiré en el living a charlar hasta que se hizo tarde, todos se fueron adormir y se ducharon. Con Vinícius decidimos que la mejor opción va a ser ir el domingo a primera hora en tren o micro a Skerries, un pueblo 4 km al norte de Howth, ya que el hostel más barato y más o menos cerca, cuesta 20 euros y el tren hasta el pueblo unos 25 cada uno ida y vuelta. Ya que estábamos embalados, seguimos viendo el mapa de Sudamérica imaginando un viaje que queremos hacer. Algo así como empezar en Brasil y terminar en el noroeste de Méjico. Se fue a dormir y yo por vicio nomás teclee montañas en Google seguido de un país. Cuando busqué las de China me quedé maravillado. Tengo que ir ahí.
Me quedé solo esperando el agua, me duché y me quedé viendo videos de Ray William Johnson en YouTube hasta casi las 2. El sueño me venció y a dormir.

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