Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

domingo, 19 de junio de 2016

132-Hashimoto - 23~29/may - Argentina en Japón



SEMANA 4:
23/05 – 29/05

Lunes 23: Jero
Bienvenido Jero! (el fotógrafo)
Empieza la semana y con ella las primeras prácticas especiales. El sábado 4 de junio en el último campamento de Igarashi Sensei se realizará el examen de 4to Dan para Machiko-san, Jenny y Daniel Sensei. Ya que los tres examinados están residiendo en Hashimoto Dojo, los tres reciben entrenamiento especial y extracurricular junto a sus ukes.
Ayer llegó Fredy, esta mañana fue al Dojo a saludar y lo conoció a Daniel. Cuando llegué charlamos un ratito todos juntos y empezó la práctica. Entrenamos de 9:30 a 11. En ese ratito Pablo, Gero y Rolo se fueron a pasear y volvieron después de las 12. El programa de estas clases está pactado. Kumitachi, ken no ri, tai no ri, 36 no jo ken awase, futaridori y randori.
Salimos tarde del Dojo, comimos algo en la estación y fuimos a Hachioji a comprar yenes, el banco estaba cerrado ya, los llevé hasta a Machida para que hagan compras y me despedí, fui rápido a la puerta Keio de Hahsimoto a esperar a Sensei y Jenny para ir a Meiji. Quedamos en cenar en el restaurante rico a la vuelta con todos. La clase tuvo otra vez muchas explicaciones por parte de Sensei, esta vez también corrigió el ikyoundo y el kiai. Al final Jenny sólo tuvo 10 minutos para hacer su entrenamiento especial. Volvimos y nos encontramos con los chicos en el restaurante. Ahí estaba Jero, otro lindo reencuentro. Recién llegado a Hashimoto después de las muchas horas, aviones y trenes se sentó a cenar. Incluso antes de ir al Dojo a dejar su equipaje. No tuvimos suerte con la comida. Sensei pidió la especialidad de la casa, variedad de pinchos de diferentes cortes de pollo. Sólo dos están buenos, el resto se dejan comer. Cuando vinimos con Jenny y Atro pedimos platos de arroz que estaban buenísimos. Sensei se fue temprano. El resto nos quedamos a terminar las cervezas y nos fuimos directo al Dojo. Ahí charlamos un poco más y nos despedimos.


Martes 24: Kamakura

Un puente en Kamakura
A la mañana entrenamos para 4to Dan. Está hilando muy fino, es una constante lucha entre corregir detalles e incorporar los movimientos. Le contamos a Sensei de nuestro plan de ir a Kamakura, una ciudad muy linda y antigua, que hace siglos fue la capital del Japón. Nos dijo que aprovechemos el día y que nos salteemos la práctica de la noche. A las 12 nos fuimos del Dojo y sin almorzar nos tomamos el tren. Al bajar en la estación recorrimos una calle comercial muy pintoresca. Los chicos no paraban de sacar fotos. En eso nos entró hambre, mucha, pero no queríamos comer en cualquier lado, queríamos sushi japonés. Volvimos al  inicio de la calle y entramos en un kaiten sushi, un tipo de restaurante en los que pasa una cinta transportadora por todas las mesas, los clientes sacan platitos de colores con diferentes sushis y al final les cobran por la acumulación de platos. Riquísimo todo, qué buen sushi y qué fresco que estaba.
El gran Buda de Kamakura
De ahí nos fuimos al templo donde todos los años hace un seminario y exhibición Doshu. Sacaron montones de fotos más y volvimos a la estación. Ahí nos tomamos un tren hasta el gran Buda, una escultura de bronce de un Buda gigante en honor al que vivió antaño en esas montañas. Impresionante y muy lindo lugar con mucho bosque. A la vuelta pasamos por la playa, no era muy linda la que encontramos, pero era agua, que era lo importante. Jero y yo nos mojamos las patas, estaba casi tibia. Intercambiamos fotos con dos brasileras que estaban de turismo. Emprendimos el regreso sin más pausa que una tienda de todo por 100 yenes donde compramos boludeces y bocadillos. Llegamos a Hashimoto y fuimos directo al Dojo. Los chicos no cenaron nada, yo los acompañé a Ruslan y Paula que acababan de llegar y fuimos a cenar los tres. Nos metimos en el restaurante chino donde se come rico, barato y abundante. De postre un café con Pocky (palitos con chocolate) e Internet en el Lawson, una tienda tipo kiosco. Volvimos al Dojo, pasé a saludar y me fui a dormir.


Miércoles 25: Kodaira

El Torii del Meiji-jingu
AUA con Kobayashi Soshihan
A las 6 estábamos en el Dojo, los chicos ya habían limpiado todo. Clase hasta las 7:30, un poco de práctica extra con el té y a desayunar mate con galletitas. A las 10 práctica de 4to Dan. Nos fuimos a pasear por Shinjuku con la idea de hacer algunas compras y ver el gran parque donde está el Meiji Jingu, un templo elevado en honor al emperador y emperatriz Meiji. Antes del parque tuvimos una de las mejores experiencias gastronómicas del viaje. Un restaurante de ramen, uno de esos en los que le pagás a una máquina y esta te da un papelito con tu orden. Los cocineros y mozos tenían la mejor onda y la comida estaba exquisita, las giozas fueron todo un éxito. De ahí nos fuimos y nos tomamos un cafecito y seguimos directo al parque, en el que estuvimos poco tiempo porque se nos hacía tarde para una clase importante esta noche. Una visita al Dojo de Kodaira donde dicta clases Kobayashi Yasuo Soshihan. Uno de los reencuentros de Daniel Sensei. Cuando llegamos, Sensei y Kasahara-san nos saludaron desde el balcón de la casa. Abajo estrecharon manos y nos dieron la bienvenida. La clase fue mucho más activa que las de Hashimoto. Terminamos y empezó la hora del té pero con un mantel gigante y cerveza para todos. Me lo encontré a Paul, el inglés que conocí en Bristol. Es un personaje, tiene los mejores discursos. Es costumbre presentarse en el Dojo cuando vas por primera vez o de visita. Él, Odd de Noruega y nosotros, lo hicimos. Nos quedamos un buen rato, muchas risas esta noche, no nos queríamos ir, pero lo hicimos. En Hahsimoto nos conectamos rápido en el Starbucks y al Dojo.


Jueves 26: Tokorozawa

Unos mates
Lago Tama
Práctica para 4to dan a las 9:30. Desayunamos en el Aeon como ya se hizo costumbre y nos fuimos a Tokorozawa. Ayer para ir desde el parque hasta Kodaira nos tuvimos que meter en los subtes y fue un infierno que nadie quiso recrear. Me fijé en la mapa y tenemos dos lagos y un templo a pocas estaciones del Dojo, ahí fuimos. Esta vez antes de salir entramos a comer en un restaurante barato, estuvo rico. El viaje fue largo y con muchos trasbordos. El templo fue lo primero que vimos, hermoso, éramos los únicos visitándolo. Nos sacamos muchas fotos. De ahí fuimos a tomar mate en el lago Tama, pero estaba totalmente cercado, nos sentamos en un claro del bosque, pero no pudimos tomar mucho, el termo estaba hasta la mitad de agua nomás y no lo suficientemente caliente. Fue un lindo momento, hablamos de temas varios, entre ellos AUA. Se hizo la hora de ir al Dojo, teníamos hambre, y para no hacer la clase así entramos a un restaurante frente a la estación de Koku-koen. Otra vez pinchos de pollo. Estaban más ricos esta vuelta.
AUA con Kobayashi Tokorozawa Dojo
Lo dejamos a Daniel que nos guíe hasta el Dojo, a ver si se acordaba el camino después de 17 años. Se lo acordó. Un gran reencuentro con Hiroaki Sensei. La clase estuvo incluso más movida que la de Kodaira, y la fiesta de recibida también. Pusieron una de las mesas grandes y desplegaron sushi y cerveza. Nos reímos mucho dos horas seguidas. Hiroaki Sensei me dijo que necesitaba mi aplicación de uchi-deshi antes de mi mudanza. En la All Japan Aikido Demonstration, por ejemplo.
Nadie se quería ir, pero nosotros tuvimos que hacerlo. Mañana hay que despertarse en el Dojo y no nos podemos perder los últimos trenes. Llegamos a Hashimoto esta noche a pesar de las cervezas y el sake con el que terminó la fiesta. Nos fuimos directo a dormir.


Viernes 27: Maxi

Hoy no sabíamos si habría clase de 4to Dan o no. Fui a las 8:30 a entrenar con Daniel Sensei para salir de paseo antes. Cuando llegué él estaba solo. Charlamos un poco y en eso llegó Ruslan. Se emocionó al verme ya listo para la práctica. Hicimos ukemi juntos y pasamos a iriminage. Daniel se alistó, cortamos y nos pusimos con el 36 no jo. Cortamos y él se duchó para salir. Esta vez no los acompañé al paseo. A la noche llegaba Maxi, todos temíamos que no llegue a tiempo. Antes de la clase arreglamos que Jero lo iba a recibir en la estación. Pero mágicamente apareció en el Dojo antes que termine la clase. Maxi!! Qué alegría verlo. Se sumó al té y le dio el regalo a Sensei. Después lo acomodamos y fuimos a comer algo para la bienvenida.


Sábado 28: Embu

Equipo de Igarashi Sensei
Con todo hoy. 6:30 clase regular hasta las 7:30. Preparé el té pero Sensei no se sumó. Satou Sensei tomó una taza y Jero me hizo el aguante. Me fui a cambiar al depto y me los encontré a los chicos en la estación. Irie-san compró boletos grupales para evitar perder tiempo con todos en las máquinas. Fuimos los 9 al evento más grande del año, la All Japan Aikido Demonstration. Seguimos a la manada. En la gran cola para entrar me dieron las revistas y toallas de recuerdo para el grupo de Igarashi Dojo. Las repartí y entramos, nos ubicamos y empezamos a revisar el cronograma de exhibidores y el personal nuestro. Una cosa se adelantó, el encuentro con la embajada argentina. Irie-san nos llamó para que vayamos rápido a cambiarnos porque venían. Los esperamos en la entrada principal y nos mandaron a otra entrada, pasamos por entre las gradas y nos metimos detrás del telón al otro lado de las mesas del jurado. Los vimos de traje a Waka Sensei, Osawa Sensei y varios representantes de Hombu Dojo, entre ellos Sebastián. Llegaron dos mujeres, una representando a la embajada argentina en Japón y la otra que parecía ser su asistente. Fue muy protocolar, un estrechón de manos, fotos, agradecimientos por recibirnos y que nos iban a ver cuando nos toque. Volvimos a las gradas y yo me comí mi bento de sushi que me había comprado antes que nos llamen de apuro. No prestamos mucha atención a las exhibiciones hasta nuestro turno, estábamos muy pendientes de los horarios. Cuando fue el momento fuimos todos a la entrada para la foto con Sensei, arreglamos las parejas y lo seguimos a Irie-san hasta nuestra puerta en el subsuelo. Nos equivocamos dos veces. Hubo un cambio de planes. En lugar de demostrar Irie-san con migo y que el resto hagan la técnica, lo dejaron en 90 segundos de jiyuwaza. Ese ratito pasó volando, a mí me tocó con Fredy. Volvimos a las gradas a esperar las siguientes exhibiciones de la lista. Los chicos ya estaban liberados y se propusieron a ver las exhibiciones con el panfleto en la mano. Yo les seguí el ritmo un rato hasta que se hizo la hora de que demuestre Igarashi Sensei y lo acompañé a Daniel Sensei a su puerta. Resulta que había que esperar en la entrada para otra foto. Les saqué la foto y los acompañé hasta la escalera, volví a las gradas y me puse a sacar fotos, no muchas. Una vez terminada me dijeron que le grupo de Kobayashi Dojos ya había pasado, saqué mi aplicación de uchi-deshi y fui a buscar a Hiroaki Sensei para entregársela. Estaba a fuera con sus alumnos.
AUA con la embajada argentina
Después de la exhibición de Doshu nos fuimos todos a reunirnos en la entrada, juntos de vuelta a Hashimoto. Cenamos en un restaurante en el 5to piso del Aeon, un terreno desconocido para varios de nosotros. Comida semi-gourmet, o sea poco abundante y algo cara. Los rusos se quedaron con hambre y cuando nos fuimos ellos fueron a cenar otra vez. En esta comida, como éramos muchos, nos separamos. Sensei con Machiko, una amiga, Irie-san y Jenny en una mesa chica, el resto de los extranjeros en una mesa grande. De a ratos se nos acercaban a brindar. Terminado el asunto volvimos al Dojo previa compra en el súper y un poco de Internet. Así se dio por terminado el primero de los 5 grandes eventos de cumpleaños de Igarashi Sensei. Irie-san me acompañó y me mostró donde tenemos que ir a buscar la cerveza y el sushi mañana para la fiesta. Después volví al Aeon para prestarle mi teléfono a Daniel Sensei para que hable por Skype a su casa en Argentina. Nos cerraron y volvimos al Dojo y yo al depto.


Domingo 29: Party

Instructores en la fiesta
Hashimoto Party
Hoy fue el segundo evento, uno doble. La clase y fiesta de bienvenida a todos los alumnos extranjeros. Los chicos se fueron del Dojo temprano después de limpiar. Con Irie-san al frente hicimos la clase de niños y ninguno de nosotros se quedó a la gran clase de bienvenida, ya había mucha gente. Además teníamos la tarea de ir a buscar la cerveza que había encargado Sensei. El sushi no porque lo llevaron desde el local. Salimos 8 a buscar el alcohol. A los chicos les pedimos que estén en el Dojo de vuelta a las 12:30. Yo me quedé un rato durante el inicio de la clase para indicarle a cada uno de los 65 extranjeros cómo entrar al Dojo y qué hacer con sus calzados. Terminada la clase y cuando todos se fueron, los argentinos y los canadienses lo seguimos a Irie-san hasta el HAC, ahí repartimos 5 cajas de cerveza y los otros 3 fuimos al Aeon a buscar otras 3. Acomodamos todo en la mesa y en la heladera y me mandaron afuera a explicar las reglas a los comensales. Pasar de a uno, tomar una lata o botella por persona y ubicarse donde quieran. A mí me tenían un lugar designado frente a Igarashi Sensei y Daniel Sensei. Qué lleno que estaba, comimos rico y todas las delegaciones dijeron algunas palabras.
Cuando se terminó entre todos limpiamos y se vació el Dojo.
Segunda fiesta
En ese momento fue cuando lo llamamos a Sensei y en una reunión formal le dijimos que dos de los argentinos se irían del Dojo a un hotel. Lo aceptó bien y seguimos con el día. Fue entonces cuando esperábamos tranquilidad, tal vez unos mates. Pero Sensei volvió, sacó la mesita y puso cerveza para la segunda fiesta. Más bocadillos salados, más cerveza y pidió pizza, invitación de Machiko. Se descontroló, todos se reían, nos sacamos fotos con gorros, hasta bajaron el casco samurái. Dos se desmayaron y se derramó un poco de cerveza. Sensei se fue a dormir, nosotros limpiamos y los que no dormíamos ahí mismo nos fuimos.

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