Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

domingo, 17 de julio de 2016

136-Tokorozawa 20~26-jun - Del agotamiento al acondicionamiento



SEMANA 2
20/06 – 26/06

Lunes 20: lluvia
Koku-koen, parque de aviación
Arriba tarde, a las 7. Dejé el Dojo limpio y listo para la mujer que viene  atrabajar los lunes. Hiroaki Sensei bajó hoy también, pero no se quedó a trabajar. A las 12 volvió la soledad. Almorcé y me quedé un rato tirado descansando. Antes que se haga de noche salí con la bici, el libro de Saotome y un termo con café. Fui hasta el parque al otro lado de la estación. Mi idea era leer ahí, y pasar por el Seiyu antes de volver al Dojo. Pero en plena lectura empezaron a caer algunas gotas. Era de esperar, ayer y hoy hizo un calor impresionante y muy aplastante y húmedo. Volví y tuve que detenerme debajo de un puente para protegerme de la lluvia. Esperé unos minutos y no paraba. EL agua se filtraba desde el puente cuando pasaba el tren. Ya estaba mojado, la mochila tenía el forro impermeable, le aposté a eso y salí a pedalear. Llegué totalmente empapado. Puse toda la ropa ene l lavarropas, me duché y ya me quedé en el Dojo. Leí un poco más, escribí, vi videos, cené y a dormir.

Martes 21: inglés
Segunda clase de japonés, y la última del francés. Esta vez estuve solo con Kuwabara Sensei, el que fue a Argentina y habla español. Me dieron una fotocopia hecha para uchi-deshis de Tokorozawa. El personaje de ejemplo era Carlos, que muy probablemente sea el mismo Carlos Blanco que yo conozco.
Como tengo el pase libre entre estaciones fui a Kodaira a comprar vegetales en el mercado frente al Seiyu. De vuelta en el Dojo preparé un buen menjunje y almorcé fuerte dejando muchas sobras para la semana que estaba empezando. Mientras cocinaba guardé las cáscaras para hacer un caldo como en el bar en Dublín. Después de comer dormí una siesta, escribí un poco y preparé otro termo de café para ir tomándolo de a poco. Limpié el Dojo a las 16:15 y empezó la clase de niños a las 17:15. A las 19:30, justo cuando empezaba la de adultos, llegó un extranjero al Dojo, uno que no había visto aún. Se movía como sabiendo dónde están las cosas pero no del todo seguro. Se cambió y entró durante el taiso, no dejó abierta la puerta del vestuario. Durante la clase, siendo uke de Hiroaki Sensei cuando se metió en nuestra pareja, hice fuerza de más para rodearlo y sujetarle las manos por detrás y me lastimé el hombro derecho, el que ya estaba jodido (más jodido que el otro), pero no fue tan grave finalmente. Empezó la hora del té, los alumnos se fueron de a poco y quedamos sólo 4 en la mesita (tabla en el suelo), Hiroaki Sensie, Shanny, el extranjero y yo. Él es de Bristol, su Sensei lo conoce a Mac Sensei y a través de él lo conoció a Paul quien le recomendó Kobayashi Dojo. Y acá está, vive en Japón y entrena en Tokorozawa de vez en cuando. Está en un programa de estudio de idioma de 9 meses que contrató desde Inglaterra. Se fueron todos. Cené sobras y a dormir.


Miércoles 22: poncho
Empieza la semana de madrugadas. Me tomé un café para despertarme, limpié el Dojo y empezó la clase. Desayuné con Sensei y su esposa solo. Nos preparó arroz, pescado, otra sopa y nato. Esta vez pedí un late machiato, acompañamos el café con torta de té verde y conejo de pascua ruso.
Llovía, así que me regalaron un poncho impermeable. A Kodaira, clase de Kasahara-san. Después d ela clase Soshihan me dio un plumero nuevo y me pidió que limpie los recovecos de la oficina. Volví a Tokorozawa. Almuerzo, descanso, diario, y vuelta a Kodaira. Clase de Soshihan. Dejé la hakama colgando en el Dojo. De vuelta en Tokorozawa herví unos vegetales con fideos para cenar y a dormir.

Jueves 23: Curry
Levantarme fue más fácil que la semana pasada. Café frío para despertarme y me tomé le tren de las 4:57. Limpié Kodaira Dojo y empezó la clase de Hiroaki Sensei, no hubo té. En Tokorozawa estaba listo para limpiar y preparar la clase de Soshihan de mujeres. La mujer que habla mucho y fuerte llegó muy temprano, barrió la vereda y se fue, yo terminé de limpiar le Dojo y volvió con cafés, que buena onda. Se tomó el suyo viendo el teléfono después de cambiarse de ropa. Yo preparé el té para después de la clase y el que se le sirve a Soshihan. Casi perfecto, me pidió una bolsa de papel, quería la linda en la que guardamos todas las demás bolsas lindas, las saqué todas y se la di, después lo ordenaré bien.
Estoy más despierto en las clases, estoy comiendo mejor.
Tomamos el té y se fueron todos. Quedamos Hiromi y yo y nos fuimos en bici a Shin-Tokorozawa a hacer las compras para mañana. Vamos a hacer curry, ya tenemos el caldo saborizante y el arroz, nos faltan algunos vegetales y el postre. Compramos papa, zanahoria, banana y yogurt. Dejamos todo en el Dojo y ella se fue a su casa.
Descansé en el Dojo, almorcé sobras. En la clase de  niños los ayudé con armas para el examen. A las 18:30 volvió Hiromi, cortó la cebolla y zanahoria en cubos grandes, yo piqué el ajo. Me guardé todas las cáscaras. Cocinamos el curry y lo dejamos en la cacerola. Clase de Hiroaki Sensei, bien, la seguí, caí, me moví más que antes, me estoy acostumbrando. Antes del té Shanny rapó a un alumno joven con el que siempre practico, muy nuevo el chico y con muchas ganas de aprender.
Me quedé solo, herví más vegetales para cenar y a dormir.


Viernes 24: Wawan
Sensei bajó con el recipiente de la arrocera lleno para el curry, lo puse en la máquina pero no la encendí, error. Hicimos la clase, armamos las mesas y calentamos curry, se sumó la chica de 20 años que entrena bastante. Ella ayudó anoche también. Muy rico, repetí. Las chicas se fueron, me pareció raro que Hiromi no se haya quedado a hacer cosas y al té de media mañana. Limpié, empecé con el extractor y me dijo Sensei que lo haga el lunes.
Se hicieron las 10 y me dijeron que hoy tomamos café caliente, a diferencia del lunes pasado que tocó té frío y gaseosa, depende de la temperatura. Preparé café en la cafetera italiana, alcanzó para todos, Sensei bajó más dulces. Segunda ronda de café, terminé el italiano y preparé la mitad con café turco de filtro. Limpiamos y se fueron todos. Koyanagi Sensei se quedó trabajando en la compu. Desde ayer y hasta el domingo Kasahara estará ausente por temas familiares y Soshihan va estar en Tokio desde hoy y hasta el lunes, por el 60 aniversario del Club de Aikido de Meiji. Se fue y me dijo que vaya a Kodaira a las 17:30 por las dudas que esté Recep y necesite ayuda. Almorcé sobras de curry. Hiromi me puso las sobras del arroz en film transparente en el freezer. No la tenía esa, lo calenté en el microondas y quedó muy bien. Escribí un poco, dormí una siesta y cociné. Las cebollas se estaban poniendo feas y las cáscaras no me inspiraban mucha confianza, corté por lo sano, herví las cáscaras para hacer un caldo y cociné las cebollas dulces, como las de Irlanda pero blancas, para que duren. En el proceso ensucié bastante las hornallas, las limpié a las apuradas y salí rajando a Kodaira. Me compré un pancito que me comí camino a la bici. No había nadie en el Dojo, otra mini siesta, lo limpié y preparé el té. Llegó Koyanagi Sensei con Wawan, un instructor de Indonesia, él suele visitar allá en representación de Kobayashi Dojo. Buena onda el flaco, conectamos por Facebook. La clase la dictó Koyanagi Sensei. Poca gente, mucho espacio, nos divertimos lindo con Receo y Shanny volando a lo loco. No hubo té porque no estaba Soshihan, lo dejé preparado para mañana. Dejé la hakama y el keikogi colgando. Pasé por el Seiyu y compré algunas verduras, nato, leche, giozas y panes. Recep me preguntó si sigo cocinando, le dije que sí, que todos los días, sigue asombrado, pasa que él fue un uchi-deshi más ocupado que yo y se la pasaba comiendo bentos del súper. Cené omelet de cebolla y tomates cherri, de postre una banana con yogurt.


Sábado 25: Victor
Tres uchi-deshis
Fui a Kodaira un poco más tarde, en el tren de las 5:13, me dijo Recep que la señora Kobayashi no duerme bien a la mañana y necesita silencio antes de las 5:30. Clase de Hiroaki Sensei en reemplazo de su padre. Tomamos el té con una torta dulce de canela típica de Japón que estuvo genial, no hubo Shodo (caligrafía japonesa). En la clase se sumó Jacob, el uchi-deshi de Suecia que estuvo 3 meses hasta junio. Estuvo de viaje por Japón, Corea y China, se vuelve el martes. Salimos los tres deshis juntos, nos sacamos una selfie y me fui a la estación. Llegué a Tokorozawa, preparé mis cosas y me puse a hacer café, filtré toda la bolsa casi terminada en café turco en casi un litro en mi termo grande. Se me hizo tarde para limpiar y legó Sensei. No sacudí el polvo ni barrí el Dojo, pero sí barrí la vereda y la calle a toda carrera. Volví a ayudar con las armas a los niños y me tocó ayudar a dos nenas con su examen. Momento fugaz para cambio de clase, Sensei no se sacó la hakama. Un alumno me saludó en español. Victor Hugo de Perú, vive acá hace 8 años. Buena clase, con él y Shanny nos divertimos. La hora del té se hizo larga, mucha gente, nos sacamos una linda foto. Se fueron todos y Victor se quedó charlando con migo hasta las 3. Se fue, me duché, almorcé el final del curry, puse el arroz recién hecho en el freezer siesta y limpié le Dojo bien limpio. Clase de principiantes. Mucha práctica de examen. Al final de la clase le hice de nage a uno de los chicos que con el que siempre practico, el que se rapó el jueves. 40 ukemis hizo. Se fueron todos, Sensei me encargó que mañana le pregunte a Kasahara-san si él tiene el calendario que estaba en la oficina de Tokorozawa, desapareció el viernes. Me duché, colgué toda la ropa adentro porque llovía, cociné, cené, escribí, chatee y a dormir.


Domingo 26: ritmo
Cocinando
Hermoso día, me desperté a las 6:30, sin dolores mayores y las piernas me respondían bien. Afuera estaba soleado y cálido. Desayuné fuerte, un buen plato de arroz con nato y uno de los panes rellenos de jamón y huevo que me regaló Sensei anoche, todo con un café. Limpié el Dojo, lavé dos keikogis y me fui a Kodaira. Limpié ese Dojo también y llegó Recep, me ayudó con la vereda y la calle. Volvió Kasahara-san. Se encargó de las dos clases. Primero la de niños. Yo estaba con más energías que el último domingo, que es el último día de la semana después de tantas clases seguidas. Aún así esta clase me agobia, además hacía mucho calor. Cada vez que me levantaba del seiza (postura sentado sobre las piernas plegadas), me mareaba, baja presión.
Preparé el té para después de la clase y empezamos. Me costó horrores seguirla, pero la hice. Sobre le final practiqué con Recep y otro que también le pone pila y me espabilé. Después llegaron las armas y salimos a la calle, el calor nos cocinaba. Terminó la clase. Kasahara-san no se quedó al té, tenía que ir a otro Dojo. Recep y yo nos cambiamos y movimos cajas y mesas del patio al lado del vestuario de mujeres hasta el patio detrás del vestuario de hombre y frente al cobertizo. Todo siguiendo las directivas que nos dejó Soshihan. Me fui para llegar a limpiar Tokorozawa. Pasé por el súper Seiyu, compré una bandejita de ciruelas y un pan relleno de crema, no hacía  a tiempo a almorzar en el Dojo. Llegué y tenía 10 minutos para ordenar y limpiar. Saqué la basura, abrí todas las ventanas, barrí la vereda y preparé el té. Llegaron los alumnos y el instructor que lo cubre a Yamawaki Sensei. El mismo del domingo pasado. Estuve más despierto y activo. Me tocó mucho con principiantes y dos veces con uno de los viejos grosos, me reventó la muñeca con yonkyo, pero aprendí una o dos cosas. La hora del té duró una hora. Cuando todos se fueron el instructor me dejó el recado de darle una plata y documentos a Hiroaki Sensei, además encontré un cinturón blanco y una toalla en el vestuario de hombres, los dejé en la oficina.
Almuerzo
Me duché, lavé la hakama, cené los fideos que me habían sobrado, doblé y colgué la hakama y el resto de la ropa limpia y me puse con la compu. Rápidamente me quedé dormido. Chatee u rato, quedé con
Joseph, el de Irlanda, que mañana nos encontramos en Shinjuku a las 2pm. Calenté arroz y me quedé con hambre, calenté otro arroz y 6 giozas. Puse le diario al día, aunque me falta una semana perdida en el medio, la última de los argentinos. Seguí chateando hasta dormirme, pero antes extendí la hakama en el suelo y le puse el futón arriba. Me recomendó Recep que no la planche con plancha porque la opaco, le saca el brillo a la tela.

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