Dublín 07/12 – lunes – chef enfermo
A las 10
charlé por Skype con mi papá. Hacía rato, desde Limerick, que no me comunicaba por
video-llamada con nadie. Estuvo muy bien, lo necesitaba.
Los lunes son
el único día que Gary juega al fútbol, que es su actividad recreativa de la
semana. Como Dave no está más tuvo que volver a trabajar esos días. Por eso los
lunes me va a tocar más tiempo en la cocina que a él. Llegué a las 12:00, el
desayuno estaba liquidado y había varios trastos que limpiar. Hubo un momento
de calma antes del almuerzo que usamos para organizarnos. Gary estaba enfermo,
se le notaba en la cara y en la falta de chistes. Estaba mal dormido, resfriado
y descompuesto, de todas formas cuando se vaya va a ir al partido.
A las 5 se fue
y me quedé hasta el final. Pocas personas fueron a cenar, limpiar todo me tomó
hasta pasadas las 8:15, ya no llegaba al Dojo.
Caminé hasta
la casa con música y le dediqué lo que me quedaba del día a no hacer nada.
Dublín 08/12 –
martes – súper Skype
Ahora mis
horarios los ponemos Gary y yo, de martes a viernes voy a ir de 11 a 5 o 6. Él
se encarga de las mañana y de cerrar, yo voy a la hora pico y ayudo a organizar
para el día siguiente. Hoy no pasó nada en particular, clientela como siempre,
unos 56 platos en total todo el día.
Hice una
parada corta en la casa para prepararme para Jujitsu. Llegué 15 minutos antes
de la clase. Conor presente como siempre, es el otro principiante, esta es su
última semana, la que viene se suma a la clase regular. Hace unos días empezó
otro principiante, Tino, que se está entrenando en MMA y Jujtsu con Ray. Parece
que esta disciplina es popular, hoy se sumó una chica al grupo de principiantes,
Ala. Me sorprendió su entusiasmo, los otros tres tenemos un pasado marcial,
pero ella no, aún así pregunta muchas cosas, pone particular atención y tiene
actitud de práctica, cosa que a veces no se ve en algunos kyus avanzados. Hoy
nos entrenó Paul, hicimos la lección 3, sacarse de encima a alguien que se te
sentó en la cintura y te tira manotazos a la cara.
En la casa me
preparé para el Skype, ayer había quedado con Fermín para una charla familiar.
En mi experiencia tienden a ser largas, así que me hice el tiempo. Esta vez, no
como en la casa de los Griffin, estuvieron a tiempo. Charlé con mis hermanos y
mi mamá con apariciones de Abby y Theo, los perros. Más o menos dos horas, nos
contamos todas las novedades. Al final apareció Agustín y charlamos unos
minutos, estamos compitiendo a ver quién se queda pelado más rápido, yo la
disimulo con el flequillo pelusa, como me lo han llamado. Cuánta maldad.
A las 12
apagué la compu y me saqué los auriculares, volví al mundo. Fui a la cocina a
comer algo, no me acuerdo qué comí, pero lo encontré a Tommo y nos quedamos
charlando hasta la 1am.
Dublín – 09/12 – miércoles – sin novedades
Más que el
título no puedo expandir. No recuerdo nada en particular. Estos días en mis
caminatas al trabajo, al Dojo y a la casa estuve pensando varias cosas y
meditando sobre otras. Puede que hoy me haya cruzado con alguno de esos
pensamientos, en el momento me dije ‘Lo
voy a escribir en el blog’, y claramente me lo olvidé y nunca lo escribí.
Varias veces se me ocurre apagar la música por unos minutos y grabar un audio
para no olvidármelo, pero el tema está muy bueno y no quiero cortarlo.
Trabajé de 11
a 17, descansé en la casa, llegué al Dojo a tiempo y tuve mi clase de Aikido.
La entrada en calor, Aiki taiso, la dirigió Bran, después le cedió la batuta a
Ray. Me gusta su enfoque y su forma de dictar la clase.
Dublín – 10/12 – jueves – tercera semana de
Jujitsu
Caminando al
bar a las 10:30, calculando que tal vez no llegue a las 11 troté parte del camino.
Cuando doblé en Talbot Street y volví a caminar sentí como se resentían las
piernas, pero no me importó, porque así como el calor de la cocina me cura la
alergia al polvo, el estar ocupado en varias cosas a la vez me hace olvidar el
desgaste físico.
Por las dudas aclaro, no está bueno hacer eso, yo
me muevo por objetivos y varias veces sacrifico mi bienestar físico en pos de
la meta. Para ello me auto-convenzo de que el exceso de desgaste muscular y la
sobre exigencia a mis articulaciones me van a hacer más fuerte y resistente.
Pero soy consciente de que eso funciona a corto plazo y que a largo plazo suele
derivar en lesiones crónicas.
Hoy estuvo un
poco más ajetreado que ayer, tuvimos que movernos rápido por poco más de una
hora en el almuerzo. Eso generó más cosas para lavar. Me tomó un buen rato
dejar todo limpio y ordenado, me fui a las 6pm. Caminé directo a la casa
escuchando música con el firme plan de entrar, cargar la mochila con el keikogi
y salir al Dojo. Lo conseguí, no había nadie con quién hablar, nada me detuvo.
Aún así llegué a las 7:10. Había leído en la página que hay media hora libre de
7 a 7:30 los martes y jueves, la quise aprovechar. En ese ratito antes de la
clase nos tiramos al piso a estirar todos los principiantes juntos, menos Tino,
que tiene un problema en la espalda y no puede estirar mucho.
La clase la
dio un alumno avanzado, la hizo básica, así que esta vez no nos apartaron,
además éramos pocos. Me tocó con Paul, me vino bien para aprender. Terminada la
clase, como suele pasar, me empecé a ir junto con Conor y Tino. Pero esta vez
fue todo más informal, no hubo ninguna señal de que la clase haya terminado, mi
compañero se puso a hablar con alguien y no volvió a mí, ni me dijo que se iba.
Bueno, me puse a practicar los movimientos de cadera en el suelo hasta que vi
que Andy, otro de los avanzados, le estaba mostrando una técnica de escape y
control del brazo en el suelo a Kate, una chica que no hace mucho terminó sus
clases de principiante y un chico que se lo ve más experimentado. Me sumé a
eso. Para que se den una idea los aikidokas, es cuando uno está en acostado
boca arriba en el suelo, el otro se metió entre nuestras piernas para
golpearnos la cara y nosotros trabamos nuestros pies detrás de su espalda.
Desde esa situación le aplicamos un ikyo con las piernas y luego una retención
similar a la de nikyo con la cadera. Muy interesante.
Seguido a eso
me sumé a los rounds de 5 minutos. Siempre los hacen después de cada
clase. Estuvo muy bien, con uno de los
chicos estuvimos parejos, después hice con Andy y me dio vuelta.
Dublín – 11/12 – viernes – hora pico
A las 11 el
bar estaba tranquilo, casi nadie había ido a desayunar. Organicé para el
almuerzo y empecé a lavar los platos hasta que llegó una orden. Antes de que la
despachemos llegó otra y otra más. Se empezó a poner movido el asunto. Los
clientes no paraban de llegar. No dábamos abasto y se nos sumó Phil en la
cocina. Yo me encargaba de una de las tostadoras y de los sánguches tostados y
paninis, Phil estaba con las freidoras y el microondas, Gary se encargaba de la
otra tostados, armar los platos y dirigirnos. Casi una hora y media sin parar.
En un rato hicimos 64 platos.
Hoy me iba a
ir a las 5, como el resto de los días, pero Gary estaba agotado y acordamos que
hoy falto a Aikido para cerrar la cocina y mañana llego tarde al bar y hago la
clase de la mañana. Se fue a las 5. Hubo algunos pedidos más, no muchos pero me
mantuvieron ocupado hasta las 6:30.
Estuve sólo un
buen rato y decidí experimentar con unas bombas de papa. La receta dice que las
tengo que cubrir de huevo y pan rallado, pero no tenía de lo segundo, así que
las cubrí de harina y las metí en la freidora, pero la que usamos para las
papas fritas es muy potente y me rompió la bomba. La saqué y con un colador de
alambre limpié los pedacitos de harina flotantes del aceite.
Limpiar y
guardar todo me tomó mucho tiempo, saber que no tenía horarios después del
trabajo me relajó un poco también. Me fui a las 9.
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