Dublín 26/11 – jueves – conociendo a mi compañera
Desayuno,
diario y al trabajo. Arrancamos tranquilos, Gary tenía ya casi todo listo para
el almuerzo, poco para limpiar y nada para cocinar. Aclaro acá, lo que se
cocina y se guarda en tuppers para tener siempre a mano es puré de papas
(mashed potatoes), la sopa del día (soup of the day), estofado (stew), salsa para
carne (gravy), chili, caldo (stock), arroz, salsa barbacoa, pollo, cerdo,
panceta, papa al horno en papel aluminio (jacket potatoes), mermelada de
cebolla (onion jam), alguna cosa más habrá.
Desayunamos
huevo con salchicha, tostada y café. Lavé lo de la mañana y limpié una de las
paredes y la puerta. A las 12:30 empezó el infierno. Me mandó al subsuelo a
buscar algunas cosas que hacían falta y cuando volví éramos tres, se había
sumado Alan, trabajando a cuatro manos en la cocinita. Fue una hora y media sin
parar. Las órdenes de los clientes se acumulaban en la pared, despachábamos dos
y llegaban tres. En el medio de la vorágine agarré con la mano desnuda una de
las bandejitas de metal en las que les damos el último toque a la panceta y las
hamburguesas. Siempre uso una repasador o pinzas de metal, me quemé, mucho,
dolió, ardió, siguió doliendo dos horas. Cosas que pasan en este trabajo,
viendo las cicatrices de Gary noto lo normal que es que pasen estas cosas,
especialmente en la hora pico.
A las 2:45
estábamos tranquilos y había terminado de lavar todo, me puse a preparar puré
de papas. Llegó Giovana pero de todas formas me pidieron que me quede hasta que
termine el puré. Se tomaron su tiempo para ablandarse las papas, me terminé
yendo a las 4.
En la casa me
hice un café y escribí mientras se lavaba la ropa. Esta vez puse el programa en
frío con la esperanza de que sea más corto, pero dos horas después me fui al
Dojo y seguía lavando, es una exageración.
Segunda clase
de Jujitsu, no la dio Ray, aunque estaba por ahí, no me acuerdo el nombre del
instructor. La entrada en calor fue mucho más corta que el martes, no hicimos
ejercicios de desplazamiento de cadera en el suelo. Pero sí algunas caídas,
luego directo a las técnicas, empezando de entrada en el suelo. Practicamos 4
variantes de estrangulamiento. Luego nos dio dos minutos para intentar el
ejercicio pero con resistencia real. Yo estaba en pareja otra vez con el mismo
principiante, además de mí, del martes. Ninguno de los pudimos someter al que
se resistía. Después nos mandaron a estirar y los alumnos avanzados hicieron lo
mismo pero libre y 3 minutos, varias rondas con cambio de parejas. Nosotros nos
fuimos a cambiar, yo me quise duchar pero el agua estaba apagada (es
eléctrica). Volví a la casa escuchando música aleatoria, empecé por La balada
del diablo y la muerte.
Me preparé una
tostada con queso y un café, colgué la ropa en el galpón y me senté a escribir
y a catalogar fotos de Hawaii, ya terminé con Japón.
No hay
internet, quisieron cambiar el modem pero el cable es distinto, mañana se
arregla. Esta noche usé datos y le convidé un poco a Vinicius para que le
escriba a su familia.
A dormir a las
11:30.
Dublín 27/11 – viernes – charla nocturna 1
Durante el
desayuno lo ayudé a Vinicius con su tarea de inglés. Toda la semana que viene
tiene exámenes en la escuela. Apareció Tomo, le fue bien en Barcelona, aunque
se resfrió. La semana que viene también tiene exámenes de inglés.
Me quedé sólo
y almorcé, esta vez me atreví un poco más y tosté cubitos de pan con sal,
pimienta negra y ajo en polvo. Me quedó rico. Seguí escribiendo antes de ir al
trabajo. En la cocina de 3 a 8, la relevé a Giovana cuando llegué. Tengo que
encontrar la forma de lavar y limpiar más rápido, me estoy quedando una hora
después de que cierra la cocina y nunca llego al Dojo.
De vuelta en
la casa estaban los Vinicius en la sala común. Nos quedamos charlando un buen
rato, mañana no se trabaja, yo sí pero a la tarde, y estaban distendidos. A
raíz de criticar la ideología capitalista estadounidense y su influencia
global, pasamos a elogiar la administración escandinava y nos fuimos por las
ramas entrando en uno de esos debates filosóficos de entrecasa. De esos a los
que me acostumbré a tener con Patricio en La Plata. En mis viajes siempre tuve
una o dos personas con las que pude mantener este tipo de charlas. En La Plata
Patricio, Leandro y Lautaro, en Japón Igarashi Sensei y Fredy, en Hawaii Marc,
en Madrid Fernando y Javier, en Londres Geoff, Ali y Bogdan, en Limerick Gerry
y Kaye, y ahora en Dublin Vinicius y Tomo. Lo que hace posible este tipo de
charlas es que todos ellos saben escuchar y tienen una mirada analítica, en
mayor o menor medida, hacia la vida. Sin esas dos cualidades las conversaciones
de este tipo no son interesantes ni entretenidas. Pero con ambas se puede
aprende mucho. Ahora recuerdo una frase de Kaye: todos los días son un día de
escuela. Uno no sabe lo que o cuánto sabe hasta que se pone a hablar y le salen
respuestas que no se esperaba.
Dublín 28/11 – sábado – charla nocturna 2
Me pidieron
que hoy vaya al bar a las 3pm, así que muy felizmente me acerqué al Dojo a las
10:30, en el papelito con los horarios que me había dado Maeve el primer día
decía que era una clase de 3 horas de armas. Pero Ray no estaba y la entrada en
calor la dirigió James. Ray apareció pero no se vistió, la clase la dio James,
no hubo armas y fue de una hora y media. Estuvo muy bien. Es una persona muy
calma y paciente, y no duda al mostrar o corregir. Éramos pocos, así que
practiqué con todos. Al final se estaban alistando los chicos de Jujitsu y me
di cuenta lo que había pasado. En el papelito estaba detallado el cronograma
del seminario de Sensei Casidy, las clases regulares de los sábados son hasta
las 12.
Volví a la
casa y compartí un rato con Vinicius, el plan de ir mañana a Bray se pinchó por
ambas partes, él tiene que estudiar y yo me voy a hacer un curso de primeros
auxilios orientado a deportes de contacto en el Dojo.
A las 2:30
salí para el bar. Había tantas cacerolas, cucharones y tuppers sucios apilados
al lado de la pileta que no se veía el piso, esa fue la bienvenida con la que
me recibió Gary. Al pobre lo dejaron trabajando solo en la hora pico. Lavé todo
y me sumé a la cocina. Él se fue a las 7:50 y yo me quedé limpiando, tremendo
día hoy, 96 platos se prepararon. Terminé a las 9pm. Phil me pagó la semana y
me fui. Hacía 4 días que la billetera estaba vacía.
Me cambié de
ropa y me instalé en la sala, estaba Tomo solo. Los Vinicius habían salido. Nos
pusimos a charlar y nos colgamos casi 3 horas. Muy interesante. Principalmente
hablamos del Budo y el Bushido trasladado a la vida moderna. Analizando los
orígenes con los hechos históricos que recordábamos de Japón. Yo me focalicé en
el punto de vista del Aikido y el Karate y Tomo desde el fútbol, su
entrenamiento y la actitud en la cancha.
Dublín 29/11 – domingo – curso de primeros
auxilios
Lo primero que
hice al despertarme fue ir a Tesco a comprar comida. En el bar siempre almuerzo
o ceno, pero los desayunos son en casa. Fui al supermercado con la idea de
llevarme una panzada de comida, pero en el camino recordé con lo poco que
estuve comiendo la última semana y el poco espacio que tengo para almacenar. Me
contuve bastante en las góndolas y no compré mucho de más. Me hice un súper
desayuno, lo de siempre, pero le agregué a las gallas de avena miel, banana y
canela. Se me hizo la hora y salí casi al trote al Dojo. Llegué sobre la hora,
eran las 12, la clase de Jujitsu para niños estaba terminando y el instructor
del curso estaba llegando. Fuimos a ayudarlo a llevar bultos del auto. Tenía
muchos y muy grandes. Desplegó un proyector conectado a su laptop y 4 muñecos
para practicar primeros auxilios. Se presentó, Ray Stears es Sensei de Judo
desde hace 30 años y está capacitado para otorgar diplomas y certificados de
primeros auxilios, así que con este curso nos llevamos un aval válido por dos
años para dictar clases de deportes de contacto. Nos dio un resumen del curso y
vimos la primera parte del video. Es una presentación de la American Heart
Asossiation, y nos pusimos a practicar reanimación cardiopulmonar con los
muñecos. Después vimos el final del video. A continuación nos enseñó cómo
tratar las lesiones de los alumnos, distenciones, roturas, contusiones, cortes,
quebraduras. También como equipar un kit de primeros auxilios. Terminado el
curso nos llevamos un librito con toda la información y datos de contacto. Nos
recomendó repetir cursos similares una vez al año y hacer uno oficial, como
este, cada dos años para mantener la vigencia.
De vuelta en
la casa cancelamos el plan de arreglar el jardín porque llovía. Nos quedamos charlando
en la sala y me preparé un sánguche con las sobras del bar. Vinicus se hizo un
pollo al horno comprado en el súper, muy bueno, lo compartimos. Al final del
día ya en la pieza me puse a ver El cuento de la princesa Kaguya, una película
de animación japonesa de estudios Ghibli que no fue dirigida por Miyazaki. Lo
primero que me llamó la atención fue el dibujo, está enteramente dibujada, sin
computadora, o eso me pareció. Dura dos horas y es impresionante lo que
transmiten esas líneas. La empecé a ver en italiano, la había bajado en ese
idioma, pero no venían subtítulos en español o inglés, intenté verla igual pero
tuve que buscarlos. Al final la vi como me gusta a mí, audio original y
subtítulos en español. Me acosté tarde.
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