Dublín 21,22,23/04 – las aventuras de la mudanza
Jueves 21: cortinas
Porridge con
banana, canela y miel. Ducha. Tostadas con manteca y un café con leche. En el
grupo de pensadores y artistas de WhatsApp, lo dejo así para mantener el
anonimato de los integrantes, alguien publicó una nota sobre Daniel Cerezo, un
reconocido conferencista de TEDx sobre la felicidad, que recientemente se
incorporó al grupo del presidente Macri. No entendí a donde iba la nota, vi una
de las conferencias y me quedó más claro. Comenté sobre ellos en el grupo.
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Una rica cena |
Me comprometí
con Vinícius a quedarme un rato en el departamento nuevo a esperar al tipo que
va a colocar las corinas en su pieza. Ya que no tengo que trabajar, me llevé
todo lo que podría llegar a usar. Caminé escuchando a David Owens, lo vengo
escuchando hacer varios días ya, es el músico al que le compré un CD con
Ornella el día de San Patricio. Me instalé en el depto, puse la compu en la
mesa, me hice un mate, abrí las cortinas para que entre luz, despejé un camino
para que pase el hombre de las cortinas y me puse a escribir. Se hizo la hora
de almorzar, preparé el otro udon que me quedaba. Lavé y seguí tomando mate. El
tipo no llegaba y Vinícius no tenía noticias de él. Puse una peli, “Pride”. La
historia de cómo una organización de gays y lesbianas de Londres apoyaron a los
mineros del sur de Gales. Buena peli. A las 4:30 apareció Antonio. Se iba a
quedar hasta las 5 porque tenía una reunión. El electricista (no el de las
cortinas, error) nunca llegó. Nunca lo llamaron, así que no fue. A las 6:20 nos
fuimos juntos. Caminamos hasta un mercado que no conocía y que estaba cerrando
ya. Nos separamos, fui a una librería a preguntar por los libros de Patricio,
son muy específicos, no los tenían. Fui al parque Stephen Green y caminé un
buen rato, me gusta mucho. Volví a casa sujetando un chocolate que me dio
Antonio que tenía en el bolsillo. Tenía hambre, pero me lo dejo para no
comerlo, para consumir menos dulces. En el camino hablé con Gary por teléfono.
Voy a trabajar el domingo porque hay partido. Justo el día que llega el tío,
bueno, al menos el lunes sí lo tengo todo libre. Llegué a la casa y le cree un
mapa turístico para que recorran con Beto. Nos veremos a la noche. Vinícius
compró pasaje para Brasil. Se va 10 días a ver a la familia de sorpresa. Me
preparé una cena, arroz hervido y en una sartén papas en juliana, cebolla en
tiritas y tomate en fetas. Rico. Escribí y a dormir
Viernes 22: colchón
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El monumento a la memoria |
Desayuno
tranquilo. A las 11 salimos con los Vinnies y transportamos el colchón azul
hasta el depto. Éramos los tres locos del colchón por la ciudad. Vinícius se
volvió casi a último momento porque se acordó que tenía que mandar un mail
desde la compu. En el depto Vinny se quedó un rato y se fue la escuela. Yo herví arroz y cuando lo empecé
a comer llegó Vinícius. Charlamos, me invitó un almuerzo, hamburguesa con
fritas. A comprar valija. Sin éxito. Llamó el electricista. Él se quedó en otra
casa que vende valijas, yo recibí a Dave, el electricista. Más alto que yo,
buena onda. Arregló todo y cuando se fue Vinícius y yo nos quedamos un ratito
más. Me quedé solo un rato mientras él fue a comprar su valija. Volvió y nos
fuimos. En la casa cenamos y terminó el día como siempre.
Sábado 23: milanesas
Abrimos al
cocina con Ismael, tranqui. Llegó Gary, me fui a la 1, me llevé el postre que
donó Isabela al bar por su despedida. Hoy a Vinícius le toca trabajar, así que
lo estoy ayudando con algunas cosas. Fui con su teléfono a una casa de
reparación oficial de Apple a ver si le podía reemplazar la pantalla a su I-phone.
No se pudo ya que para hacerlo bien se lo tenían que quedar hasta el lunes y
ese día Vinícius viaja a Brasil. Será a su vuelta. Fui a un súper a comprar pan
rallado para las milanesas de esta noche. Hoy tenemos programada una gran cena
de despedida, yo me voy y ellos se mudan de la casa. En el súper una chica
estaba dando muestras gratis de chocolate, me le quedé charlando un poquito y
probé de todos los gustos.
Ya de vuelta
en la casa me relajé y merendé en la mesa del living. Me estaba preparando para
cocinar y me llamó Gary. Me necesitaban en el bar. Salí rápido y traté de
volverme lo antes posible. Gary trabajó hasta las 7:20 y se fue. Me pidieron
quedarme a cocinar un rato más y esta vez les tuve que decir que no. Una gran
cena me esperaba. Llegué a la casa a las 10. Tomo y Masa estaban haciendo sushi
que comimos de entrada. Vinícius se encargó del puré de papas y yo de las
milanesas de pollo. Comimos tarde y salió todo muy rico. Antonio llegó a probar
un poco y Vinny llegó tarde, justo para la cena. De postre comimos lo de
Isabela con café. Una muy linda noche. Chau a Tomo que se volvió a casa y con
Vinícius discutimos algunos detalles de la mudanza. A dormir.
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