Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

jueves, 21 de enero de 2016

082-Dublín 03/ene - Parque Nacional Wicklow



Dublín 03/01 – domingo – Wicklow

A las 9:30 sale el micro y quedé con Álvaro que nos encontrábamos en The Spire para desayunar. Con cuidado me levanté de la cama, sin hacer ruido armé la mochila, en la que incluí el pantalón impermeable que tanto usé en Londres y un par de medias de emergencia, y salí a la calle. Eran las 8, tenía media hora hasta el monumento bajo la lluvia. Tuve que detenerme en el techito de un departamento al lado del Tesco para ponerme el pantalón impermeable, el jean ya estaba casi empapado. Cerca del centro revisé el WhatsApp bajo el techo de vidrio de un hotel y, como me lo esperaba, tenía un mensaje de Álvaro que se habían metido ya en un Starbucks, la lluvia era demasiado intensa como para andar esperando afuera. Desayunamos y pasamos por turnos al baño para secar nuestras ropas.
Unos cafés, unas facturas y de vuelta a la lluvia. Fuimos sin miedos a la excursión porque el pronóstico decía que en las montañas de Wicklow no iba a llover más desde las 10 am.

En la entrada del hotel Gresham, donde el tour recogía la primera tanda de clientes, nos esperaba John, un tipo de unos sesenta y pico lleno de energía y chistes espontáneos. No paró de hablar en todo el recorrido. Tal como lo predijo Internet, a los 30 minutos paró de llover y se despejó, vimos el cielo celeste asomándose entre las nubes que se disipaban e hicimos la primera parada, más clientes. La segunda fue en una pequeña playa de arena y rocas en las afueras de Dublín, en una zona residencial de casas muy grandes con jardines extensos. Una de esas casas es la del vocalista de U2, Bono. Los otros dos atractivos que nos señaló John en esta parada eran, primero, ver a los locales bañarse en el mar, lo hacen todas las mañanas todo el año, y la mayoría son viejos. Nosotros estábamos con buzo, campera y bufanda, algunos incluso con guantes; y los viejos estaban en malla y nadando en el agua a 9 grados centígrados. El segundo atractivo era un museo de James Joyce, escritor por excelencia de la ciudad y el país. Este museo está dentro de una pequeña torre y es de entrada gratuita, como el resto de los museos de la ciudad, afirmó el guía. La mayoría de nosotros pasamos de largo de las exposiciones del literato y subimos las estrechas escaleras caracol de roca hasta la cima para apreciar la vista. En ese momento el sol estaba totalmente visible y las nubes de la mañana filtraban sus rayos mostrando hermosos tonos en el paisaje urbano. Teníamos 15 minutos y nos tomamos 25, una vez en camino a las montañas recordé una de las frases que se leen en los imanes suvenir de las tiendas del centro, ‘No llegué arde, llegué en horario irlandés’. Les pasa como a nosotros los argentinos que tendemos a llegar tarde, pero estos lo exponen casi como jactándose y nosotros lo castigamos, los resultados prácticos son los mismos, seguimos llegando tarde.
En el recorrido pasamos por la estación de trenes de Bray, recordé mi viaje con Vinny el año pasado. El guía nos recomendó caminar por la costa, hice un tick en mi casilla imaginaria, esa ya la había hecho.

En el puente de 'Posdata: te quiero'
Antes de adentrarnos en las montañas paramos en un café muy lindo. Nos explicó que hace muchos años los dueños de esas tierras trajeron varios árboles de todo el mundo, entre ellos dos sequoias de California, que hoy tienen más de 150 años y son imponentes. También comentó sobre un dicho que dice que podés golpear a una sequoia y no lastimarte los nudillos, como pasaría con cualquier otro árbol. Claramente tuve que comprobarlo, no lo golpee, pero lo presioné con el dedo y luego con el puño cerrado, efectivamente, la corteza parece de goma espuma densa.
Entramos a  café, el paisaje de tortas y tartas dulces era hermoso, sólo podía elegir una y no muy cara porque se me venía un día de comidas en restaurantes. Dejé pasar las grandes y me llevé a la mesa un café late y una porción de tarta de caramelo. Los chicos se pidieron una torta de limón para compartir, no se la terminaron 100% y me comí un pedacito de crema alimonada de yapa.
Se repitió la historia, nos había dado 30 minutos y nos tomamos 45.

Laugh Tay (Lago Guinness)
La primera parada para ver paisaje de montaña, el corazón de Wicklow, fue con vista a un lago, ya estaba contento al estar nuevamente en ese ambiente.
John nos había prometido mostrarnos el origen del río Liffey, el que atraviesa Dublín, y lo hizo a medias. La ruta de montaña pasó por encima de un arroyo crecido o río angosto que nace mucho más arriba, luego llega a la ciudad en forma del Río Liffey y desemboca en el mar Irlandés.
La segunda parada fue en el puente donde se filmó la película ‘Posdata: te quiero’. El puente es muy lindo y el río que cruza caudaloso, bajé todo lo que pude y exploré lo que me dieron los 15/20 minutos. Estos tours están lindos para ver un pantallazo de lo que tiene para ofrecer un lugar como este. Es como medir una degustación de tortas dulces y luego volver a comprarte la que más te gustó, en mi caso me gustaría pasarme todo el día en uno de los lugares y caminarlo todo.
La tercera parada, y última antes del almuerzo, fue en una meseta desde donde se veía el lago Guinness, en realidad se llama Laugh Tay, pero la forma, el color oscuro del agua y lo blanco de la orilla lo hacen parecer una pinta de cerveza Guinness, y por eso mismo al río que nace de él también lo llaman así, no sé su nombre real. La vista desde ese punto es preciosa. Sacamos fonos, filmamos, recorrimos cada rincón, hasta nos sacamos una foto con Álvaro haciendo Aikido. Nos comentó John también que en ese lago se construyó la aldea vikinga que usaron de set para la serie Vikings. Es la tercera referencia que tengo de la serie en una semana, será una señal para que la vea? Ya tengo demasiadas pendientes.
Iglesia 100% piedra
Almuerzo en Laragh, un pueblo al sur del parque nacional Wicklow. Comimos en el restaurante de un hotel, por dentro es todo madera, piso, paredes, techo, mesas, sillas y barras. La comida es semi bufet, nos formamos en la cola con nuestras bandejas y le pedimos a los cocineros que están detrás de la comida expuesta, nos dan los platos y pagamos al final, el postre, si lo queremos, nos lo llevan a la mesa más tarde. Comimos muy rico. Acá teníamos una hora y nos tomamos casi 80 minutos antes de salir al último destino turístico.
Pasamos por el pueblo de Glendalough, el más grande del condado y con mayor significancia histórica, casi en las afueras hay una ciudad monasterio en ruinas. La única parte que se mantiene en pie desde el siglo XII es la arcada principal, hecha con piedras apiladas con la técnica de la piedra angular, que si se saca esa se cae toda la estructura. Al lado hay un mapa dibujado que muestra como era en su esplendor. Hoy queda una cruz de granito, muchas lápidas maltratadas por el tiempo, una iglesia con techo a dos aguas hecha enteramente en piedra y lo más antiguo de todo, una torre de 30 metros de altura que sigue en pie después de 1.000 años.
Lago alto
En este punto había que decidir, John volvía al micro con los que no quieran caminar y los llevaba al playón de estacionamiento que está entre dos lagos, el resto camina por el sendero entre el lago bajo y la montaña, nosotros caminamos. Otra vez nos dio 20 minutos y nos tomamos 45, se nos fue un poco de las manos, pero parece que era todo parte del plan. Qué lindo paisaje vimos. Al llegar nos encontramos con el micro cerrado y vacío, el chofer estaba volviendo de un descanso en el café, en vista de las circunstancias no dudamos en avanzar un poco más y ver la orilla del lago alto. Orilla de arena marrón con montaña a los lados y patos nadando. Me saqué la foto familiar.
Volvimos al micro, cuando estuvimos todos, y antes de empezar la vuelta a Dublin, John nos sorprendió con una botella de whiskey Jameson y muchos vasitos. Por compartir acepté uno. Brindamos en irlandés, Sláinte!
Nos habló un poco más pero no se le fue la lengua, nos puso música y volvimos tranquilos. Cecilia se durmió, Álva y yo charlamos un buen rato de Juego de Tronos y expusimos nuestras teorías de cómo va a empezar la temporada 6. Llegando a la ciudad me sentía achanchado y cansado, entonces me dieron lo que les sobró de la madalena de Starbucks del desayuno. Ingerir azúcar me despertó.

Nos despedimos en la puerta del hotel donde nos dejó el micro. Igual que en Southampton, hasta la próxima, que no sabemos cuándo será. Pero esta vez fue al revés, yo me quedo y ellos vuelven.

La vuelta a la casa fue una caminata suave con música, llegué temprano, listo para escribir y ponerme al día con el diario. Nomás sentarme en la cama enchufé el disco rígido externo y puse Vampire Diaries. Mañana entro al bar a las 12, así que no me importaba desvelarme.


Los invito a ver los videos de la visita a Wicklow en mi canal:
https://www.youtube.com/watch?v=FxKsVtPZRG4&list=PLYI2qFSGpgUgEmnmd-Uv5hlW8UTJq2sjq

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