Askeaton 14/10 – miércoles – Welcome to Ireland
Aterricé en
Dublín! Había llegado a Irlanda. Después de las vueltas, misión cumplida.
Pregunté en informes dónde me tomaba el micro y si podía comprar una tarjeta
sim para el teléfono. Al fondo a la derecha y no, acá no. Tenía una hora y
media. Me pedí un capuchino, me lo cobraron en euros, claro, si estaba en
Irlanda, hacía varios meses que no los usaba, salvo por el incidente de San
Petersburgo. Me senté a tomarlo al lado de un enchufe mientras escribía.
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| Bienvenido a Dublin |
Se me hizo la
hora de ir al micro y me acordé que tenía que imprimir el pasaje, siempre usé
pasaje digital en Europa para micros de larga distancia, pero por las dudas no me
arriesgué y lo imprimí en una PC, me cobró 2,5 euros, la fotocopia más cara de
la historia. En el micro el chofer me recibió alegremente, me hizo pasar y me dio
una botella de agua.
En el viaje
éramos sólo 5 pasajeros. Elegí el lugar más cómodo para escribir, pero al bajar
la vista y con los movimientos del micro me maree, así que me dediqué a subir
el álbum de Moscú a Facebook con el Wifi del micro. Funciona muy bien. En el
camino pude ver un buen trecho del país. Mucho verde, mucho campo. Estuve todo
el viaje chateando con gente, viendo Facebook, viendo el paisaje y tirando la
cabeza para atrás para calmar el mareo. Le había dicho que sí a todo lo que me
ofrecieron para comer, eso tiene consecuencias.
Después de un
lindo paseo llegamos al centro de Limerick. El micro nos dejó en una plaza.
Bajé, saqué mi valija del buche y miré a los alrededores a ver si lo encontraba
a Gerry, corto de Gerald (se pronuncia /dyerri/ o /dyerald/). Apareció
caminando desde la esquina, nos saludamos y subimos mis cosas a la camioneta.
Tuvimos una charla animada. El paisaje se ponía más y más campero a medida que
nos acercábamos a la villa de Askeaton, y desde esta hasta su casa, que está a
unos 3km, ya era totalmente campo. Vi varias edificaciones medievales en ruinas
y algunas refaccionadas. La entrada a su casa es una apertura con dos pequeñas
torres de una muralla de piedra baja que no llega a rodear la casa. Estacionó
frente al galpón lateral, donde guarda las escaleras, tachos de basura grandes,
la máquina de cortar el pasto y los rastrillos. Rodeamos la casa hasta la
entrada principal y se excusó por la fachada. Es una pared amarilla con dos
manchones enormes en forma de triángulo invertido que dejó la enredadera cuando
Geoff la sacó hace más de un mes. Kaye (se pronuncia /kei/), su esposa, nos
esperaba por la puerta trasera, así que cuando nos escuchó entrar por la
principal se apareció desde la cocina para recibirnos. La cena estaba lista,
así que subí mis cosas a la habitación que me habían preparado y bajé a comer, eran
las seis y media de la tarde. Otra madre que cocina rico, me van a malcriar. De
postre comimos compota de manzana con crema y un té. Las manzanas se su árbol.
Con Kaye
también tenemos una conversación agradable. Puedo ver que de ella, Geoff sacó
muchas expresiones y gestos, y de Gerald el placer de hacer cosas con sus
manos.
Terminamos y
subí (las habitaciones están en el piso de arriba), acomodé todas mis cosas en
el ropero y en el escritorio y me duché. Limpio y cambiado de ropa, salvo por
el jean, bajé y charlamos un rato más con otra taza de té. A las 10:30 Kaye se
fue a dormir y seguimos Gerry y yo, esta vez con una taza de café. Nos
acostamos a las 12:00.
Askeaton 15/10 – jueves – Ensayo de rutina
Tal como me lo
había propuesto anoche, me desperté a las 6, me levanté a las 6:20 y bajé a la
cocina. Tomé dos vasos de agua antes de salir. Estaba por abrir la puerta y
escuché rasguños en la ventana, vi una silueta pequeña que se movía, no sabía
si era un gato o un mapache u otro de esos animales que se acercan a las casas.
Salí, era un gato, lo acaricié un poco y fui al jardín, todavía era de noche.
Saliendo por la puerta trasera se llega a uno de los jardines, pasé por al lado
de este hasta llegar al del fondo, una cancha de tenis en desuso, pero que aún
conserva la red. Hice un trote ligero alrededor, estiré, hice algunos
abdominales, espinales y flexiones de brazos, y empecé. Imité la entrada en
calor de Rusia todo lo que me acordé. Creo que lo hice todo hasta el momento de
los saltos. Cuando hube rodado varias veces, me sentí particularmente mareado.
Caminé un poco con ejercicios de respiración y volví a rodar, esta vez con
saltos. Pero se puso peor la cosa. No sé si será por la falta de sueño, o que
hacía mucho que había comido, o porque tomé dos vasos de agua antes de empezar.
Lo di por terminado y volví a la habitación. Me duché y me senté a escribir un
poco más para hacer tiempo hasta las 7:30.
Bajé a
desayunar. Kaye ya había puesto la mesa y estaba preparando lo mismo que nos
daba Oxana. En inglés es porridge, en español no sé cómo se llama. Creo que es
avena con leche caliente que toma esa consistencia. Yo he desayunado eso pero
frío. Caliente es más rico, además ellos le agregan miel, semillas trituradas,
compota de manzana, banana, canela y otra especia. Esto acompañado de un café,
seguido por un té con pan casero con manteca. Tal como me lo dijo Geoff, los
desayunos son largos en la casa Griffin.
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| Lucky |
Empecé a
trabajar esta misma mañana. Gerry me había dicho que cuando tenga un rato que
empiece a sacar los restos de la enredadera del frente para poder pintar la
pared, pero que le pregunte a Kaye qué hacer porque ella se encarga del
mantenimiento. Corté el pasto de tres jardines, me faltaron dos. Después
arranqué muchas plantas del cantero pegado a la pared trasera de la casa y
corté otras tantas, para dares fuerza para el invierno. Eso me tomó toda la
mañana y la tarde hasta las 5. A media mañana tomamos un té, Gerry se había ido
a hacer un trabajo de pintura a Limerick, y al mediodía almorzamos una ensalada
muy rica.
Cuando terminé
me quise tirar a leer en la hamaca paraguaya, pero es incómoda para acostarse,
es angosta y algo rígida, lo que la convierte en una buena silla. Leí un rato
hasta que me llegó el frío. A la mañana estaba trabajando con la remera térmica
y la campera roja, para la tarde ya estaba sólo con una remera normal, había
salido el sol. Kaye me invitó a ir a Askeaton, ella compró algo de comida y
cargó nafta, yo compré un cepillo de dientes y un paquete de galletitas de
emergencia. Volvimos a la casa y me puse a escribir, pero no mucho, porque en
seguida me llamaron a cenar. Mientras comíamos, Kaye mencionó que mañana por la
noche va a ir a la misa en la que agradecen por la cosecha en una iglesia
protestante en Askeaton. Gerry no cree poder ir, yo me lo estaba pensando.
Nunca fui a una misa salvo la del casamiento de mi tío, y no cuenta porque me
fui a los 10 minutos. Después de comer les mostré el dibujo que me mandó mi
mamá a Londres y las obras de ella que tengo en el teléfono. Les gustaron
mucho. Gerry se puso a practicar su piano, es guitarrista y cantante, ahora
quiere tocar el piano en su próxima presentación. Le mostré mi ocarina, ninguno
de los dos la conocía. Me dio algunos consejos de cómo mejorar.
Estaba muerto
de sueño y no eran las 10 todavía. Me fui a dormir temprano. El plan para
mañana es cambiar la rutia rusa por una de armas y alternarlas.
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