Askeaton 22/10 –
jueves – Circle of Harmony Aikido Club
Entre el frío
de las mañanas, el dolor en las manos, y el hecho de haberme acostumbrado a
apagar la alarma y dar media vuelta, se me está complicando levantarme a
entrenar. No considero ninguna de estas una excusa válida, vivo los primeros
minutos de la mañana con culpa, culpa que se me pasa cuando como o me ocupo en
algo. Como hoy por ejemplo, fue un comienzo extraño. Bajé a las 7:15 para
ayudarla a Kaye con el desayuno, pero estaban las luces apagadas. Las encendí y
lo vi a Lucky arañando la ventana suplicando por comida, entré al lavadero a
buscar su comida y se levanto atolondrado Rocket. Le ofrecí salir pero no
quiso, se quedó echado en el medio de la cocina. Kaye seguía sin aparecer.
Empecé a preparar todo para los 3. Vacié el lavavajillas y ordené los platos,
cubiertos y tazas, puse la mesa, hice café y calenté la avena. Seguía solo, me
serví café y avena y le tire un poco de todo a mi plato para condimentar, como
en todas las mañanas. Finalmente apareció Kaye, no tenía nada que hacer, así
que se sirvió su desayuno y a comer. Más tarde bajó Gerry e hizo lo mismo.
Ambos se habían ido a acostar sin la alarma.
Como es
costumbre empezamos el día a las 9am. Geranld se iba a quedar todo el día acá
pero le surgieron asuntos en la ciudad tuvo que irse. Kaye hizo lo que siempre
hace y a mí me tocó terminar con lo que había empezado ayer. Me volví a sumergir
en la enredadera con mis tijeras y los guantes, corté y arranqué todo lo que
daña a la bordadora. Luego usé la máquina y limpié todo lo que pude con los
rastrillos. Cuando estuve satisfecho quise trasplantar una planta que estaba
creciendo en el camino de piedras. Resulta que había crecido sola entre las
varias capas de suelo, así que no pude penetrar con la pala. Se tuvo que quedar
ahí. Lo que sí hice fue sacar y volver a poner las piedras que delimitan uno de
los canteros al lado de la puerta trasera. Eso lo voy a tener que hacer con
muchos caminos más. A medida que uso la bordadora voy descubriendo más y más
parecitas de rocas que necesitan mantenimiento.
Terminé a las
cuatro de la tarde y tomamos un té. Subí a ducharme y empecé a escribir un
libro en inglés. Suena a un proyecto ambicioso, pero se puede hacer. Ya he
fracasado en este tipo de emprendimientos, pero esta vez siento que mis
anfitriones me van a ayudar, no directamente, pero con el incentivo y con el
constante contacto con lenguaje inglesa.
Me duché y
bajé a cenar a las 6. Nos pusimos a ver cómo llegar al Dojo. Habíamos hablado
de este tema antes. Kaye se ofreció a llevarme a la práctica este lunes que
pasó u hoy. Al final fue hoy. En Limerick hay dos Dojos de Aikido, uno en un
barrio que se supone es peligroso y el otro en un centro de negocios muy
grande, donde también hay una escuela de Judo. Elegí el del barrio ‘peligroso’,
por las reseñas en sus respectivas páginas de internet. El otro parase estar
más orientado al Aikido infantil/adolecente, y tiene una política de anti-bulling,
un concepto que de entrada no me convence, pero no sé como lo aborda el Sensei,
tal vez vaya un día a ver qué hacen.
Este viaje y
espera es mucho para Kaye, no le voy a pedir que lo vuelva a hacer, así que si
me gusta la clase veré como me las ingenio por mi cuenta. Salimos a las 6:50 y
llegamos a la dirección marcada en el gps a las 7:35. No había rastros ni
señales de ningún Dojo o gimnasio o escuela o nada. La dirección no incluía
número de edificio. Estábamos sobre la calle St. Patrick y la otra referencia,
St. Bridgett’s Hall. Estábamos justo en el punto donde indicaba Google Maps,
dentro del playón de estacionamiento de una iglesia homónima a la segunda
referencia, pero nada, dentro estaban rezando, no interrumpimos, dimos una
vuela manzana, preguntamos a los locales, nadie sabía nada. Kaye no tenía
crédito para llamar. Nos quedamos esperando en el playón a que llegue alguien,
aparecieron 3 autos, todos a la iglesia. A las 7:58 estacionó un auto azul, se
bajó un hombre regordete y alegre, le pregunté por Aikido, era el mismísimo
Sensei Mike, con quién me había comunicado por mail. Le dije a Kaye que ya
estaba todo bien y que vuelva pasadas las 10. Entramos a un salón grande que pertenece
a un jardín de infantes adosado a la iglesia. Charlamos un poco mientras
empezaron a llegar algunos alumnos. En una esquina del salón están las planchas
de tatami apiladas, bajó la de arriba y sacó el candado de las cadenas que las
sujetaban. Acomodamos el área de práctica y nos fuimos a cambiar.
[Clase de
Aikido: Mike es 3er Dan, su Sensei era 6to Dan y murió no hace mucho, recibió
el 1er Dan de O´Sensei. Seguían el estilo Iwama hasta que Saito padre murió,
luego siguieron, y siguen, a Saito hijo. Mike entrenó con varios maestros, vio
varios estilos y siempre volvió a Saito.
La clase
empezó con dos kyus y yo. Luego se sumaron 3 hakamas más. La entrada en calor
fue muy corta y en seguida empezaron las técnicas. Se ve que lo sigue a Saito
hijo y no a Inagaki sensei de Iwama, no es nada duro comparado con Andy Sensei
de Londres, que sí lo sigue a Inagaki. Pasamos por katatedori tekan, katatedori
ikyo ura, katadori iriminage, y muchos kokyunages para practicar ukemi.
Casi al final
de la clase se me acercó y me ofreció dictar los últimos 20 minutos de la
clase. Es una tradición que, si hay un invitado de otro estilo, que enseñe lo
que hace. Me tomó por sorpresa. Hicimos una técnica más antes que pase yo al
frente, mantener el contacto palma con palma y guiar al uke hasta un ukemi,
parecido a lo que hicimos con Tissier en su seminario de Buenos Aires hace años.
En ese ratito me puse a pensar, ¿Qué voy a mostrar? ¿Qué técnica conozco lo
suficientemente bien como para corregir detalles y evacuar dudas? Elegí ushiro-ryokata-dori,
ikyo, kokyuho y kokyunage. Muy al estilo Igarashi, no es de lo más fácil que
pude elegir, pero esta técnica me quedó grabada de cuando estaba entrenando
para mi examen de primer Dan en Hashimoto Dojo. Rui, uno de los senpais, me
llamó después de la clase y me mostró esta técnica específicamente. Me sentí
cómodo, Mike me filmó, parece que también suele hacer eso, ya lo subirá a
Facebook.]
Cuando terminó
la clase hicimos una foto, yo en el medio sujetando al foto de O’Sensei, solo
que no era una foto, su kamiza (el altar al que saludamos) consta de tres
dibujos enmarcados, uno es su Sensei fallecido, otro es un O’Sensei de la época
de la transición de Aikijujutsu al Aikido, todavía con pelo negro, y otro con los
tres kanjis de Aikido.
Charlamos un
poco más en el vestuario. Me gusta el enfoque de Mike respecto a la práctica.
Me gustaría poder seguir yendo. Me pareció
sumamente valorable que me haya ofrecido dictar los últimos minutos de la
clase, que se haya puesto él mismo de alumno y que sea una costumbre. Eso
muestra la humildad del Sensei y que comprende que nunca se deja de aprender.
No está cerrado a un estilo, no niega los demás ni los desvaloriza. Me gusta,
me gusta.
Salimos y ahí estaba
Kaye en el auto. Estaba cansada, no le puedo pedir que haga esto otra vez. Estoy
inscripto en una página en la que la gente ofrece y pide aventones en auto.
Tengo una petición para el jueves de la semana que viene, ya que el lunes (las
clases son lunes y jueves) es feriado bancario.
Llegamos a la
casa y Gerry y Kaye chalaron un rato con un té y un café, yo no quise tomar
nada para no levantarme al baño a la mitad de la noche. Kaye se acostó a las
11:30, y nosotros a la una. Es entretenido hablar con Gerry.
Askeaton 23/10 – viernes – Tené más cuidado nene
Hoy bajé a las
8:30, creí que iba a encontrarme con ellos comiendo pan, que es la segunda
parte del desayuno, pero sus platos de avena estaban llenos y humeando, recién
servidos. No bajé tarde al parecer. Desayunamos como siempre. Parecía que iba a
llover, si era el caso trabajaría adentro, pero no fue el caso. Cuando estuve
listo para salir Kaye estaba comprando en Askeaton y Gerry no estaba por ningún
lado. Me calcé las tijeras en la cintura, me puse los borsegos y la campera y
salí a recortar la enredadera roja (Virginia Creaper) que crecía en el frente
de la casa, saqué todo lo que colgaba del techo que molestaba y se veía feo y
corté la rama que crecía desde el cantero y ocupaba parte de la pared. Cuando
terminé volvió y Kaye y me dijo que esa no se corta, que tarda mucho en crecer
y que la debería haber dejado como estaba. Siempre que vaya a cortar algo así
le tengo que preguntar primero. Hay que tener más cuidado.
La seguí al
otro lado de la casa y me indicó qué hacer. Limpié dos áreas, la segunda fue
similar a lo que hice bajo el árbol, pero, por suerte, acá había muchas menos
espinas, además estaba usando guantes de jardinero, que son más resistentes que
los que tenía antes. Almorzamos los tres, hoy Gerry se quedó todo el día en la
casa.
Di por
terminado el día a las 5, entré y Kaye no estaba, me preparé un té y le hice un
café a Gery, los tomamos en su taller. Hablamos de plata, me va a pagar cuando
cobre alguno de sus trabajos en efectivo. No tengo apuro, así que está bien. Lo
que habíamos acordado es un poco mucho para él si no le ayudo a ganar plata con
su trabajo de pintor, porque, sino es como pagarle a un jardinero, así que voy
a empezar a ayudarlo con eso; de hecho, después de ver un poco el jardín y mi
trabajo del día, volvimos a su taller y armamos un estante para colocar las
puertas que va a pintar. Hoy trabajé de jardinero y de carpintero.
Volvió Kaye y
se puso a cocinar, estaba cansada. Cenamos sencillo y terminamos el día a las
10 aprox, al menos Kaye y yo, Gerry siguió de largo practicando su piano.
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