Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

domingo, 4 de octubre de 2015

041-Helsinki 27~28/sep - Exhibición y sauna



Helsinki 27/09 – domingo – Creo que herví de los nervios

Ayer, en un correo que me respondió Jenny, me invitó a ir al sauna el lunes por la tarde con los Sensei invitados y los finlandeses guías. Así que una de mis tareas para hoy o mañana a primera hora era comprar una maya, ya que la mía la doné a Londres.
Nos despertamos a las 7:30. Entre que nos despertamos, desayunamos y preparamos las mochilas, nos pusimos a ensayar recién a las 8:50, tristísimo. En ese rato, un japonés que vive en Finlandia, que se estaba quedando en el Dojo sólo por hoy practicó Tai Chi, Aiki jo, Aiki ken y Katori. Cuando terminó hablamos un poco, su Sensei es Igarashi, pero mientras, no sé con quién entrena. El ensayo estuvo bien, era sólo para memorizar lo que queremos mostrar. También apareció Mohamed a ensayar la suya, él la va a hacer más simple. El japonés nos ofreció llevarnos en su auto al seminario. Bajé a terminar de cerrar la mochila y me apagaron la luz, estaba apurado, así que terminé a oscuras y subí las escaleras. Me estaban esperando. Subimos a su auto y salimos. Nos perdimos un par de veces pero llegamos con tiempo de sobra. Nos tomamos un tecito cada uno antes de entrar.
Yo me duché, me vestí y nos encontramos en el tatami, a estirar antes de la última clase.

[Clase 5/5: Waka Sensei. Seguimos complicando el asunto, esta vez con ushiro ryote dori y ushiro ryokata dori. Moverse siempre estable, con posturas claras y generando desequilibrio. Busqué a algunos conocidos, llegué a practicar con Juuka Sensei, Ivan y Kaoru, peor no llegué a Mihail Sensei. Con Kaoru me tocó saho kokyuho y haishiundo, me levantó la petisa.]

 Después de la clase Igarashi Sensei me llamó para darme los DVDs, yo le di los regalos de España, una bota de vino para él y un abanico artesanal para Machiko-san (su esposa). No le di los yenes que le había preparado, en un mail me dijo que no le pague, dudé si se ofendería o no, y en el apuro, se me pasó.
Volvimos a almorzar lo mismo de ayer, y nos sentamos a un lado del tatami a repasar los detalles de la exhibición. En eso se nos acerca Teemu, el presentador, para pedirnos nuestros nombres para presentarnos. Teemu es una persona muy particular, con los ojos muy abiertos, una sonrisa permanente, cara cuadrada y siempre parece estar exaltado, habla Finlandés, inglés, sueco, japonés, francés y no sé si otro más. Parece que va explotar.
Nos vestimos de aikidokas y entramos al tatami. Seguimos practicando y nos vino a saludar Juuka Sensei. Es Papá Noel en persona este hombre, si estuviera un poco más gordo…

Dani, Oyama, Ueshiba, Igarashi, yo
Ya nos habían explicado todo. Los finlandeses tienen un orden de formación, tiempos, formas de moverse, todo muy estipulado, son muchos y hay que hacerla corta. La exhibición la abrió Teemu, excelente presentación, luego los 14 grupos locales. El nivel del Aikido de Finlandia es muy alto. Notamos con Dani que la mitad de los Sensei son mujeres, acá hay mucha más igualdad de género que en otros países, ni machismo ni feminismo (esto lo noté también por otras cosas, no sólo Aikido). Finalizó la primera etapa con Oyama Sensei, qué manera de revolear muñecos este hombre, es muy bueno.
Sabíamos que se venía la pausa y que luego entraban los japoneses, pero Teemu se inclinó y caminó con un ramo de flores hasta el medio del tatami, solo. No entendía nada yo, esto está fuera de programa. Le hizo un reconocimiento público a Jenny por su esfuerzo y dedicación. Se cargó al hombro terrible seminario y salió perfecto.
Delegación japonesa, Masaru, Kaoru y Hirano de Hombu, muy suaves y fluidos, estilo Igarashi mezclado con Doshu, se vio muy bien.
Yo, Juuka, Dani
Para cuando entraron ellos, Dani y yo estábamos en la primera fila de las gradas listos para salir. Los nervios nos carcomían. Teemu anunció por el altavoz ‘Representing Argentina, Mr. Nahuel Lombardi, adelante por favor’, y salimos caminando al centro del tatami. En ese momento Igarashi y Waka Sensei dejaron la mesa. Waka Sensei fue a prepararse para su exhibición e Igarashi se posicionó en la esquina de donde va a salir para la suya. Él nos vio, Waka, no sé. Hubo un tropezón pero la zafamos. Nos retiramos por los vestuarios recuperando el aliento y juntando para la segunda. Desde la puerta vimos como terminaba la exhibición de Rusia, durante los aplausos cruzamos a las gradas y nos preparamos para la nuestra siguiente presentación mientras Mohamed representaba a Egipto. Lo escuchamos a Teemu ‘From Spain, Mr. Daniel Torres, please’, y salimos otra vez al ruedo, esta vez Dani por delante, le toca hacer de nage/tori. También hubo un tropiezo, nos quedamos en blanco en el shomen uchi, pero la zafamos. Dimos la vuelta otra vez por los vestuarios y llegamos a ver a los Shihanes. Peter de Suecia, dos de Finlandia, Juuka de Finlandia e Igarashi Shihan. Como siempre, fue la divertida. Tomo de uke a los y las finlandeses de siempre.
Como cierre, Waka Sensei. Mostró un gran repertorio de Aikido, desde muchos agarres, ataques y posturas. Un despliegue completo.

Antes de irnos se vino la sesión de fotos. Los grupos con los Sensei. España y Argentina fuimos juntos. Cuando se liberó el kamiza nos sacamos una foto con Juuka Shihan, pero antes encontré una oportunidad para darle el regalo a Waka Sensei, porque lo vi a Mihail llevándole un vodka ruso. Me acerqué pero se metió en el vestuario, mientras me estaba alejando escuché la voz de Igarashi Sensei ‘Naueru! Hakama.’. Esta vez sí pude doblársela. Cuando terminé Waka había vuelto a salir. Lo esperé a que termine de hablar y le di la lata de té inglés que le había comprado en el Portobello Market. Me dijo, ‘See you next time’, e Igarashi agregó, ‘In sauna’.

Monumento a Sibelius
Costa oeste de la península
 Fin del seminario. Nos duchamos y salimos. En la puerta coordiné con Nina para devolverle las llaves mañana y con Jenny por el sauna.
Volvimos al Dojo. Estaba lleno de mini judokas, nos pareció raro, una clase de Judo infantil un domingo a la tarde. Dejamos nuestras cosas guardadas, nos cambiamos y salimos a turistear. Primer día para el paseo, lo empezamos comprando sánguches en Alepa. Teníamos recomendaciones de Marta, de Kristina (con quién nos sentamos en la cena) y la guía turística. Descartamos el ferri a Suomenlinna por la hora. Fuimos directamente a la torre del estadio olímpico. Llegamos a las 7 y cerraba a las 6. Caminamos al puerto más cercano, pero no estaban los barcos grandes de la Viking Line que van a Estocolmo. Cerca estaba el monumento a Sibelius, lo vimos, nos gustó, lo soplé pero no hizo ruido. Recordaba que la guía decía que era interactivo, no supe interactuar con él. Trazamos un recorrido que pasa por las iglesias grandes y por la estación de trenes. Primero bordeamos un poco la costa, hicimos unas fotos y encontramos el Café Reccata, muy bonito, nos atrajo el olor a leña. Afuera, con el frío, había un grupito alrededor de una fogata al lado del café.

Tortugas de piedra
Catedral de Helsinki
Nos topamos con la iglesia en la piedra, cerrada. Pasamos por la estación y llegamos a la iglesia grande y blanca, imponente, al lado de la plaza. Sólo un monumento en la plaza y el resto plano. Seguimos hasta el otro puerto, el que está cerca del hotel donde se quedaron los japoneses. Vimos muchos barcos a vela y otra iglesia grande, esta vez de ladrillo a la vista y cúpulas doradas.
Nos pusimos a buscar un restaurante pero estaba todo cerrado o al menos la cocina. Cerca del centro entramos a Stone’s. Leímos el menú y yo le pregunté a la moza que a qué se refiere con Stone’s plate. Era la picada de la casa, yo esperaba algo relacionado con piedras. Ordenamos y vimos el video de la exhibición. No quedamos tan desconformes como creíamos. Estuvo decente a nuestro parecer. La segunda vez que lo vimos ya empezaron las críticas. Legó la comida, muy rica y el postre también. Nos hicimos la foto con las chombas (polo) de la AETAIKI y nos fuimos.

En el Dojo dejamos todo listo para mañana, Dani se va a las 5am para llegar a su vuelo y yo a pasear por el centro hasta las 2 para ir al hotel de Sensei. Me regaló una maya (bañador) para que use en el sauna. La vi y me acordé de Maxi Grillo, es ajustada, Maxi dijo en Hawaii que no le gustaban y que un día usó una y no volvió a usar las otras. A dormir a las 12.



Helsinki 28/9 – lunes – Adiós Dani / Sauna finlandés




Dani se fue a las 5:30 y yo me desperté a las 7. Anoche llamé al hostel y me dijeron que puedo dejar mi equipaje en la mañana y hacer el check in después de las 2pm. Le escribí un mail a Nina para decirle que le llevo la llave al hotel esta tarde y que si quiere que le lleve también la bolsa de dormir.
Desayuné, escribí, preparé todo para salir y el la respuesta de Nina no llegaba. La llamé pero no me atendió. Salí con mis mochilas y la valija a la parada del micro. El teléfono se conectó a una red abierta de la ciudad y me llegó la respuesta, dijo que está bien y que le lleve la bolsa. Volví al Dojo, la recogí y volví a la parada. El hostel es a primera vista un lugar muy hippie. Paredes pintadas de colores claros y algo apagados, plantas por todos lados, adornos artesanales y un jardín algo descuidado con una mesita. El recepcionista parece estar volado pero viste un traje elegante y tiene el pelo bien arreglado. Me dejó pagar y hacer el check in en ese momento. Subí a la habitación compartida, 4 camas, espaciosa, cómoda, dejé todo y me hizo un tour. Primer piso de madera, con alfombras en las habitaciones, un baño. La escalera también de madera. Toda la casa es de madera, es antigua pero bien mantenida. En la planta baja está el pórtico donde se dejan los zapatos, un pequeño hall para administración que ya no se usa, una habitación, luego viene la sala de estar con un televisor grande, una cuna de bebé, la computadora del administrador, una mesa grande común y posters y dibujos de elfos y duendes. La cocina está casi en el mismo ambiente, separada por una arcada muy grande. Tiene todo lo necesario, el tacho de basura es múltiple, para múltiples reciclados. Todo está muy limpio. Volví a mi cuarto, preparé la mochila para el día y salí.

Monumento a Sibelius
Jugo caliente en Café Regatta
 Era temprano, así que fui directamente al monumento a Sibelius y repetí el recorrido de ayer con Dani, esta vez todo de día. En el café Regatta esta me senté dentro, es muy acogedor. Estaba dispuesto a tomar un café, pero en el menú vendían Jugo caliente. Lo tenía que probar. Estaba rico, era de arándanos.
Entré en la iglesia dentro de la roca. Es interesante, esperaba encontrar grabados religiosos dentro, pero no. Es un espacio acomodado como iglesia, los íconos que pude ver fueron una cruz sobre el atril del sacerdote, un cuenco de piedra para el agua bendita y un órgano contra la pared. Hay unas gradas desde las que saqué una foto panorámica. Por detrás se veían hombres trabajando, puede que haya una segunda cámara, tal vez con alguna obra antigua.
Iglesia dentro de la roca
Cuando estaba a pocos minutos del hotel entré a un restaurante y compré el menú almuerzo. 10,10 bufet libre. Me serví tres veces y estuvo todo riquísimo. A esta gente le encanta el salmón rozado, lo tienen en todos lados. Terminé de comer y fui directo al hotel donde la encontré a Nina. Le di la llave y la bolsa de dormir y nos quedamos a esperar a los demás. Apareció Anu, otra de las organizadoras, y uno de los ukes. Se fueron y aparecieron los Sensei solos. Después de buscarnos nos encontramos todos en la puerta, estaba Jenny. Fuimos en una furgoneta y un auto al lago donde están los saunas. En el camino, yo estaba en el auto con Anu, el uke y una japonesa que vive en Helsinki, charlamos de varios temas. El camino es muy lindo, el lago es hermoso. Rodeado de bosque, hay pequeñas casitas de madera, que son los sauna. Pagamos en la recepción y nos pusimos los trajes de baño en los vestuarios. Estos saunas son mixtos, hay otros que no y se entra sin ropa.
Hicimos la primera entrada, un Sensei de Judo que estaba ahí nos acompañó aumentando la temperatura del cuarto tirando agua en la rocas. Waka Sensei salió y fuimos todos al lago y nos tiramos al agua, estaba muy fría, pero por el contraste parecía helada. Volvimos al sauna. Esto se repitió varias veces. En un momento me puse a charlar con Pertti, un local que me llevó a probar los otros dos saunas. Son más pequeños y más calientes, tanto que no podía ni pisar la madera ni sentarme. En el primero él se equivocó y tiró mucha agua de golpe sobre las ropas, el vapor quemaba y nos fuimos rápido. Entramos al segundo y lo aguantamos mejor. Pero para sentarnos entramos unas maderas frías. Salimos y volvimos al sauna grande, con el resto de la gente, entonces ese parecía tibio. El ruedo duró un rato más hasta que decidimos irnos. Había una sola ducha en el vestuario. Cuando me tocó a mí no me pude duchar, el agua estaba muy caliente y no se podía regular. Me quemó la cabeza. Me vestí salí a encontrarme con el resto.
 
Lago del sauna
Volvimos a Helsinki y nos dejaron a todos en el restaurante donde van a cenar los Sensei. Igarashi me pidió la plata del DVD, 54 euros, que es lo que cobran acá, pero yo le di el sobre con los 9000 yenes. No lo abrió, lo dobló, se lo guardo y me agradeció. Nos vemos en Rusia.

En ese momento pensaba seguir a los Yutani, pero cuando me voltee los había perdido. Fui a la estación de trenes a averiguar cómo llegar al parque nacional Nuuksio. Después caminé en dirección al puerto a ver si conseguía información para ir a Suomenlinna el miércoles antes del vuelo. El centro se ve vivo, totalmente distinto a anoche, en dos horas iba a estar muerto, pero ene se momento todo estaba abierto, lleno de luces y gente yendo y viniendo. En el camino me los crucé, Masaru, Kaoru y Hiranio, estaban yendo a comer. Yo ya estaba en modo solitario. Cruzamos unas palabras. En el seminario, y en Japón también, Kaoru me decía, ‘Vos sos muy rico!’, cuando le contaba lo que viajaba. Esta vez, con menos exaltación me preguntó a modo de confirmación si soy un viajero. Sí que lo soy!

Seguí mi ruta y me dieron ganas de un café, me puse a buscar uno, no quería un restaurante ni una franquicia, si era local mejor. Encontré algo raro. Un ventanal con un letrero que decía ‘TraveleCafé’. Por dentro se veía un grupo de gente vestida casual, paredes blancas mesas modernas, todos con notebook, netbook o smartphone y un proyector. Parecía una agencia de viajes. Entré y pregunté si realmente era un café. Me dijeron que sí y dejé mis cosas sobre una silla. Yo era el único cliente. Luego me enteré que también era el primero. Rentaron el espacio por una semana y empezaron ayer. Les conté de mis viajes, saludé a una blogger que tienen viajando por el mundo, ahora está en Londres. La pyme es de cocktails de café, no recuerdo haber visto algo así antes. Tomé dos, uno con naranja y caramelo y uno con menta y chocolate. Y me dieron de probar uno frío con agua tónica. Me gustaron bastante, el frío no tanto. Nos pasamos el Facebook con uno de los chicos y volví a mi camino al puerto. A los pocos metros de salir vi la luna, llena, enorme y amarilla, le escribí a Otto, mi nuevo contacto de Facebook para que vaya  a sacarle unas fotos, mi teléfono no le hace justicia a semejante imagen. 

Catedrasl de Helsinki
TravelCafé
 En el puerto comprobé que hay horarios todo el día y de noche también para ir a la isla, volví al hostel con esa tranquilidad. En el camino me dio hambre y compré unas hamburguesas en Hesburguer y dos donas para el desayuno.
En el hostel me serví un café. Tienen en la despensa común, pero cuesta un euro, que lo dejamos en la alcancía chanchito. Conecté la laptop a la pared y me senté en la mecedora a escribir, me comí una de las donas del desayuno. Después de un rato me incorporé a la mesa donde un ruso, una rusa y Mustafá, que no recuerdo de dónde era nos pusimos a charlar un rato. El último es ingeniero y está acá por temas de estudio, ella no me acuerdo pero mañana se va a un parque nacional que está a 8 horas en micro, el ruso sacó visa de Finlandia para entrar a la Unión Europea, pero por reglamento tiene que entrar por acá, así que se vino y mañana viaja a su destino real que no recuerdo si me dijo cuál era. Nos sacamos una foto a pedido de este y nos fuimos a las camas. Yo preparé mi mochila para el parque que me espera en unas horas. A dormir.

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