Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

domingo, 17 de enero de 2016

078-Dublín 25~26/dic - la serie me atrapa!


Dublín 25,26/12 – Navidad y el tío

Navidad! Llegó el 25 de diciembre. Al menos para mí fue un balance entre el ermitaño que no puede dejar de ver la maldita serie y compartir comidas con amigos. Desayuno con Vinny, 3 capítulos, almuerzo los tres juntos. Acá estuvo bueno, dos horas de charlar y comer rico, una lasaña de carne exquisita preparada por mi compañero de cuarto y de postre más de lo de anoche, sólo que esta vez le agregamos las nueces que había pelado Tomo y que yo había cubierto de chocolate y mi Ferrero Roger gigante. Qué rico, qué rico. Casi inmediatamente después de terminar de comer me clavé en la pieza y miré al menos 6 capítulos, en el medio me hice unas tostadas con Nutella.
Yo y mi súper Ferrero Roger
Antes de cenar, mi tío me confirmó que viene el domingo, le avisé a Gary y este me respondió que el sábado se va a Kilkenny, así que no nos veremos este finde.
A las 10 de la noche fui a la cocina y me lo encontré a Tomo, nos dijimos ‘tengo hambre’, manos a la obra. Vinny ya había comido, puse la sopa en una cacerola a hervir y le metimos 8 brócolis congelados de Tomo, mientras esperábamos le entramos a más de las papas fritas al microondas, cuando estuvo tomamos la sopa con pan negro. Todavía había hambre, así que recalentamos los pedacitos de lasaña que sobraron del mediodía. De postre seguimos con lo mismo, yo liquidé las nueces, sobró un poco de natillas, algunos arándanos azucarados y algunas frutas.
De vuelta en la cueva y a Vampire Diaries. Era viernes a la noche, sábado y domingo sin trabajar, nada me impedía desvelarme. Vi la serie hasta las 3am.

En el día después de Navidad estreché aún más mi relación con el disco rígido externo, donde tengo todos los capítulos de la serie, parece que estoy poseído por estos malditos vampiros y sus dramas y tramas sobrenaturales. Mi tío me dijo que nos veíamos directamente mañana, porque esta noche llega tarde, yo le dije que hacía dos días que no salía de la cama y que lo iba a buscar. Como me estaba achanchando decidí caminar hasta el aeropuerto. Después de 8 o 10 capítulos (y ya casi terminando la temporada 2), salí de la casa a las 9:30. El gps calculó 1 hora y 45 minutos, pero yo me desvié un poco y paré a comprar galles, me dio hambre, y terminé tardando poco más de dos horas. Llegué con tiempo de sobra, me conecté al Wi-fi del aeropuerto y mi tío me advirtió por WhatsApp que tenía hambre, si tendrá suerte el turro, que el único local de comida abierto a esa hora tenía sánguches en baguettes y le quedaba el último de salmón ahumado.

Llegó el tío! Abrazos en el aeropuerto. Esperando el micro que nos llevaría a Trinity College hablamos de mi trabajo, de su viaje a Costa Rica con Pedro y Fermín, de su próximo trabajo en Argentina empezando en una semana, en el micro hablamos un poco de mis planes cambiantes y de lo bueno que estuvo el sánguche.
Con el tío y su sánguche
Para variar, tenía mal marcada la dirección del gps y terminamos en la calle correcta pero en cualquier altura. Un error, como suele pasarme, con suerte, metiéndonos en callejones antiguos con calles de piedra, que al tío le encantan, nos topamos con el emblemático Temple Bar. El guardia de seguridad acababa de negarle la entrada a una parejita no sé bien por qué, pero a nosotros nos dejó pasar, a pesar de tener ambos mochilas. En la entrada hay una escultura de James Joyce, parece que es el héroe de literatura local, también tiene una escultura de bronce al lado del Spire. Este bar es similar The Brazen Head, el que clama ser el más antiguo de Irlanda. Múltiples salones, cada uno decorado de una manera distinta y muy pintoresca. En uno de ellos había una banda que se le notaban las pintas que se habían tomado tocando The Beatles. En una de las barras le pedimos al barman que nos saque una foto y nos mandó detrás de la barra, muy buena onda. La primera impresión de mi tío quedó genial, y mejoró cuando probó la Guinness.
Después de deambular un rato llegamos a su hotel, justo al lado de Trinity bar. Nos despedimos hasta mañana a las 9:00, ya hay un plan para el domingo.

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