Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

sábado, 24 de octubre de 2015

051-Askeaton 16~18/oct - Una nueva experiencia y un fin de semana renovador



Askeaton 16/10 – viernes – Río Deel y cosecha

Me desperté a las 6, me dolía todo, apagué la alarma 3 veces, fui al baño, la volví a apagar y bajé para desayunar a las 7:30. No pude convencer a mi cuerpo de hacer sus ejercicios. Pero lo voy a lograr.
Desayunamos como ayer. Cuando Gerry se fue, Kaye, Rocket (el perro), y yo nos fuimos a dar un paseo. Rocket se hizo el malo con unas vacas y sus terneros. El tipo es un labrador de 12 años, rengo y tuerto, y va y le ladra a semejante animal como lo es una vaca. Después del paseo volví a mi cantero. Hoy terminé de sacar todas las plantas, rastrillé las zonas de tierra para que se vea más bonito, podé el árbol hasta dejarlo de 160 centímetros de alto (el tronco más ancho es de 3 cm de diámetro), y corté la enredadera en una línea pareja a 150 centímetros del piso y la arranqué desde el techo. Se había metido en la casa y en el galpón lateral. Hice de todo para sacar ese pedazo. Fui y volví 6 veces al taller de Gerry a buscar diferentes herramientas, cada vez que iba y volvía, Rocket me seguía. Intenté con un serrucho, con una pinza, con un martillo y con el martillo y una estaca. Al final Kaye me dijo que deje de trabajar y que lo haga otro día.

Esta mañana me había mostrado cómo llegar al río. Está al lado de la casa. Así que antes del té salí a caminar por el banco del río Deel. Es muy lindo, para empezar el sendero hay que bajar del puente de piedra, el camino está evidentemente marcado, pero hace mucho que no lo transitan y la vegetación se lo está comiendo. Filmé la fachada de la casa, la salida y el camino a la derecha, el inicio del camino del río y un buen trecho sobre el mismo banco. Quise filmar más, hasta la casa por dentro, pero no tenía batería. Llegué hasta un punto en el que los arbustos y árboles formaban una pared que no pude pasar. Pero pude llegar al agua. No le saqué foto, pero me quedé un rato en silencio escuchándola fluir.
Volví a la casa y no había nadie. Me hice un té y llegó Kaye, había ido a la villa a hacer unas compras. Después Gerry, no quiso tomar nada aún, tenía que ir a ver a su madre en la otra casa. Compartimos una merienda con Bizcochos escoceses que nos mandó Geoff desde Londres por Amazon. Muy ricos, le mandamos mensajitos agradeciéndole.
Guardamos todo y subí a mi habitación a escribir hasta que se hizo la hora de cenar. Comimos los tres juntos, Gerald se fue a descansar y Kaye y yo nos preparamos para la iglesia. Salimos a las 7:30, pasamos por el súper a comprar leche y llegamos 15 minutos antes de la misa. Fue en Askeaton, así que estábamos cerca. Como es en agradecimiento por la cosecha, la iglesia estaba decorada por dentro con arreglos florales y frutas y verduras. Todos se conocían y se llamaban por sus nombres. Es una comunidad pequeña la protestante, los Griffin no son protestantes pero van igual para compartir con ellos. Me dijo Kaye en el auto que hoy en día, ir a la iglesia se convirtió en una costumbre social, van a charlar y a conocer gente. Entramos con un arreglo floral y una torta de naranja y canela. Me presentaron con varias personas, entre ella el cura, un tipo simpático, regordete y alto, con barba frondosa y blanca, de joven hizo Judo y Jujitsu.

Las misas deben ser todas similares, pero como para mí es nuevo, la voy a describir brevemente: Había libros para todos con todos los salmos, pero nos repartieron un panfleto impreso con 6 salmos y algunas lecturas, acomodados en orden respecto a la rutina del día. Había una madera contra una de las paredes con el orden de los salmos a cantar hoy. Apareció el sacerdote, nos paramos, nos sentamos, dijo unas palabras y nos paramos. Cantamos dos salmos, alguien se levantó e hizo una lectura pública, luego el sermón, una lectura y una anécdota con moraleja, un salmo más, otra lectura, otro salmo y el cierre guiado por el sacerdote.
La anécdota era que el sacerdote vio en internet que alguien publicó que el mundo se iba a acabar en un mar de llamas hace dos miércoles. Claramente eso no pasó. Dios no creó lo que creó para después tirarlo a la basura, si pensáramos así no tendría sentido cuidar de nuestro ambiente, porque si al final el mismo creador lo va a desechar, entonces no importa. Pero no va a hacer eso, lo creó para que lo disfrutemos, entonces lo cuidamos.

Después del servicio fuimos todos con los arreglos florales, las tortas y tartas que cada uno llevó y las frutas y verduras que decoraban la iglesia, a un salón comedor en una escuela. Hora del té. Sirvieron té con leche para todos y pusieron las tartas dulces y algunos sanguchitos salados. Estuvo bien. Kaye se la pasó charlando con gente conocida, yo inicié algunas conversaciones y participé de otras, pero no por mucho, mi interacción principal fue, como era de esperar, con la comida. Amo la cocina cacera y esto estaba lleno de madres y abuelas de campo que hicieron sus tartas, tortas, madalenas, bizcochuelos, bizcochos. Qué rico! Y todo acompañado con té, que también estaba bueno. Después del té, limpiamos dos de las mesas y pusieron todos los vegetales, mermeladas caseras y tortas sobrantes y las subastaron. La torta de Kaye junto con dos mermeladas fue de las mejor pagas, 13 euros. Todo lo recaudado ahí y en la colecta durante la misa va para una caridad en otro país que no me acuerdo el nombre, pero está pasando por una posguerra reciente y necesitan comida. Durante la subasta yo me puse a levantar la mesa mientras picoteaba los últimos pedazos de tarta antes de que los vendan. Por suerte llegué a probar la de manzana. Riquísima, sabrosa y con su humedad justa. La hizo la organizadora del evento.

Listo, fui a la iglesia. Fue como lo muestran en las películas y series de Estados Unidos. Estoy viendo que las costumbres del Reino Unido y la República de Irlanda son similares. Los horarios para despertarse, desayunar, cenar y acostarse son los mismos. Todos toman mucho té y, por excelencia, té negro con leche y bizcochos dulces. Tienen una gran cultura de tartas húmedas dulces frutales. La carne más común es el bacon/panceta en diferentes formas, no sólo frito con huevo. Consumen cereales y leche regularmente y, como recetas tradicionales tienen tartas de vegetales o carne y cerveza (o el alcohol popular local).

En la casa estaba Gerry despierto y nos hizo unos tés. Yo dije que no, ahora soy consciente de que es diurético (al igual que el café), y lo evito antes de dormir para no despertarme a la mitad de la noche para ir al baño. Estaba cansado oras vez. Al igual que ayer. En Rusia me propuse entrenar antes del desayuno y estudiar japonés antes de acostarme una vez llegue a Irlanda. Todavía no lo logré. Me puse a pensarlo y resulta que sigo con ese hábito de querer hacer todo. Quiero despertarme a las 6, entrenar antes del desayuno, durante el día trabajar, después del té volver a entrenar por una hora y practicar ocarina, cenar y ponerme a estudiar japonés. Antes de dormir actualizar el diario. Hacer eso de lunes a viernes y descansar los fines de semana. Suena posible. Debería serlo. Voy a seguir insistiendo.

Zzzzzz…

Askeaton 17/10 – sábado – Más compras, día vago

Dormí sin despertador. Me levanté a las 10:10. Debo haber dormido casi 11 horas de un tirón. Fue hermoso, pero me levanté con la culpa de no haber entrenado. Desayunamos tarde. Cuando bajé ellos estaban terminando. Comí lo mío y Kaye me dijo que iba a Limerick, que si la quería acompañar. Escribí hasta las 13:15 y salimos. Me dejó en T-Key-Max para que me compre ropa. Estaba escaso, y el jean negro, que en 2011 fue el de vestir y hoy apenas es para trabajar y lo sigo usando para todo, tenía un mes sin ver el agua y el detergente. Ella fue a buscar un pago para Gerry. Yo examiné las zapatillas. Ninguna de mi talle ni de las que yo quiero. Eran todas de vestir o botas de trabajo. Los pantalones eran de buena marca en rebaja. Pero no encontré unos que no me estrangulen las piernas. Compré ropa interior y nos fuimos a un shopping. Ella entró a Tersco a comprar comida y yo a Primark. Conseguí un jean, un jogging y un buzo. En una casa de deporte compré unas zapas Adidas buenas por 45 euros. Encontramos con Kaye las mismas Merrel que tenía puestas, y destruidas, pero estaban 130 euros. Me quiso convencer diciendo que en 4 años son sólo 32,5 euros por año. Es un buen punto. Pero el número me seguía asustando. Son muchos euros. Si estas que me compré duran menos de dos años, la próxima me compro las caras.

Volvimos a la casa. Llegamos a las seis de la tarde. Tomamos un té y yo subí a escribir, pero me dormí una siestita. Cuando bajé, vestido con mi ropa nueva, olí la salsa bolognesa que Kaye estaba preparando. Exquisita. Dejé el pantalón en remojo en un balde con detergente. Mañana o pasado lo lavamos. La cena fueron tallarines con bolognesa y ensalada de lechuga, morrón y palta. Interesante, otra combinación para el librito. Después de cenar subí a escribir un poco, pero estaba muy cansado, me tiré a descansar un ratito y me levanté a la una de la mañana para ir al baño. El aire de campo me tiene cansado.


Askeaton 18/10 – domingo – Abriendo el sendero

Me levante para ir al baño tres veces, la tercera fue a las 6:30. Esa vez me quedé despierto y me puse a escribir en serio. Avancé mucho. Hasta que escuché pasos, alguien estaba despierto. Bajé con la laptop a la cocina, estaba solo. Puse la mesa para el desayuno, llegó Gerry y me ayudó a terminarla. Hay cosas que todavía no sé dónde se guardan. Llegó Kaye y desayunamos los tres. Ellos se la pasaron hablando con sus hijos en diferentes países por Skype y yo actualizando el diario. Después de desayunar, y habiendo limpiado y ordenado todo, finalmente pude subir un capítulo del blog, me faltan dos para terminar Zelenograd. Ya están escritos, pero no son borradores aún. Me quedé solo y me puse al día.
Subí a conectar la compu que ya se quedaba sin batería, cree dos borradores y bajé a poner la mesa para el almuerzo. Ensalada, esta vez escribí la receta. Acompañamos la comida con el partido de Rugby Argentina-Irlanda. Kaye era la más entusiasmada. El final lo vio sola en el tele mientras Gerald y yo lo escuchábamos por la radio en la cocina, el fumaba sus cigarrillos armados y yo levantaba la mesa.
Cuando estuvo todo limpio y ordenado me vestí para trabajar, pero no fui a trabajar. Fui al banco del río a cortar esas ramas y facilitar el sendero.

Me llevé las tijeras de jardinero buenas, a pesar de que no tenían resorte y las tenía que abrir a mano cada vez, son las que mejor cortan. Me tomó más de lo que esperaba, porque al cortar la primera rama me di cuenta de lo fácil que era y me entusiasmé y quise hasta ensancharlo.  Por suerte después se me pasó y me limité a abrir el paso bloqueado por ramas cruzadas. Llegué al mismo punto donde me había detenido la última vez, en la pared vegetal. Ir cortando ramas me tomó una hora, volver caminando con el sendero libre, 7 minutos. Llegué a la casa y Kaye estaba charlando con una vecina. Tenía una bolsa de desechos verdes enorme con todas las ramas que corté del árbol del cantero, le ofrecí ayuda para moverlo y me mandó a que me tome un té.

No me duché, no me sentía sucio y el frío da sensación de limpieza. Gerry postergó su visita a su madre porque ya estaba la comida. Cenamos a las 8pm. Más tarde de lo habitual. Como siempre, terminamos con un té o café. Me despedí a las 10:30. A dormir los tres que mañana se vuelve a trabajar.

1 comentario:

  1. Antes de todo, un comentario de una sola palabra: GORDO!!!!! Jaja. Muy lindo relato de un fin de semana relajado y en buena compañía. Me hubiese gustado compartirlo.
    Abrazo grande

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