Askeaton 16/10 – viernes – Río Deel y cosecha
Me desperté a
las 6, me dolía todo, apagué la alarma 3 veces, fui al baño, la volví a apagar
y bajé para desayunar a las 7:30. No pude convencer a mi cuerpo de hacer sus
ejercicios. Pero lo voy a lograr.
Desayunamos
como ayer. Cuando Gerry se fue, Kaye, Rocket (el perro), y yo nos fuimos a dar
un paseo. Rocket se hizo el malo con unas vacas y sus terneros. El tipo es un
labrador de 12 años, rengo y tuerto, y va y le ladra a semejante animal como lo
es una vaca. Después del paseo volví a mi cantero. Hoy terminé de sacar todas
las plantas, rastrillé las zonas de tierra para que se vea más bonito, podé el
árbol hasta dejarlo de 160 centímetros de alto (el tronco más ancho es de 3 cm
de diámetro), y corté la enredadera en una línea pareja a 150 centímetros del
piso y la arranqué desde el techo. Se había metido en la casa y en el galpón
lateral. Hice de todo para sacar ese pedazo. Fui y volví 6 veces al taller de
Gerry a buscar diferentes herramientas, cada vez que iba y volvía, Rocket me
seguía. Intenté con un serrucho, con una pinza, con un martillo y con el martillo
y una estaca. Al final Kaye me dijo que deje de trabajar y que lo haga otro
día.
Esta mañana me
había mostrado cómo llegar al río. Está al lado de la casa. Así que antes del
té salí a caminar por el banco del río Deel. Es muy lindo, para empezar el sendero
hay que bajar del puente de piedra, el camino está evidentemente marcado, pero
hace mucho que no lo transitan y la vegetación se lo está comiendo. Filmé la
fachada de la casa, la salida y el camino a la derecha, el inicio del camino
del río y un buen trecho sobre el mismo banco. Quise filmar más, hasta la casa
por dentro, pero no tenía batería. Llegué hasta un punto en el que los arbustos
y árboles formaban una pared que no pude pasar. Pero pude llegar al agua. No le
saqué foto, pero me quedé un rato en silencio escuchándola fluir.
Volví a la
casa y no había nadie. Me hice un té y llegó Kaye, había ido a la villa a hacer
unas compras. Después Gerry, no quiso tomar nada aún, tenía que ir a ver a su
madre en la otra casa. Compartimos una merienda con Bizcochos escoceses que nos
mandó Geoff desde Londres por Amazon. Muy ricos, le mandamos mensajitos
agradeciéndole.
Guardamos todo
y subí a mi habitación a escribir hasta que se hizo la hora de cenar. Comimos
los tres juntos, Gerald se fue a descansar y Kaye y yo nos preparamos para la
iglesia. Salimos a las 7:30, pasamos por el súper a comprar leche y llegamos 15
minutos antes de la misa. Fue en Askeaton, así que estábamos cerca. Como es en
agradecimiento por la cosecha, la iglesia estaba decorada por dentro con
arreglos florales y frutas y verduras. Todos se conocían y se llamaban por sus
nombres. Es una comunidad pequeña la protestante, los Griffin no son
protestantes pero van igual para compartir con ellos. Me dijo Kaye en el auto
que hoy en día, ir a la iglesia se convirtió en una costumbre social, van a
charlar y a conocer gente. Entramos con un arreglo floral y una torta de
naranja y canela. Me presentaron con varias personas, entre ella el cura, un
tipo simpático, regordete y alto, con barba frondosa y blanca, de joven hizo
Judo y Jujitsu.
Las misas
deben ser todas similares, pero como para mí es nuevo, la voy a describir
brevemente: Había libros para todos con todos los salmos, pero nos repartieron
un panfleto impreso con 6 salmos y algunas lecturas, acomodados en orden
respecto a la rutina del día. Había una madera contra una de las paredes con el
orden de los salmos a cantar hoy. Apareció el sacerdote, nos paramos, nos
sentamos, dijo unas palabras y nos paramos. Cantamos dos salmos, alguien se
levantó e hizo una lectura pública, luego el sermón, una lectura y una anécdota
con moraleja, un salmo más, otra lectura, otro salmo y el cierre guiado por el
sacerdote.
La anécdota era que el sacerdote vio en internet
que alguien publicó que el mundo se iba a acabar en un mar de llamas hace dos
miércoles. Claramente eso no pasó. Dios no creó lo que creó para después
tirarlo a la basura, si pensáramos así no tendría sentido cuidar de nuestro
ambiente, porque si al final el mismo creador lo va a desechar, entonces no
importa. Pero no va a hacer eso, lo creó para que lo disfrutemos, entonces lo
cuidamos.
Después del
servicio fuimos todos con los arreglos florales, las tortas y tartas que cada
uno llevó y las frutas y verduras que decoraban la iglesia, a un salón comedor
en una escuela. Hora del té. Sirvieron té con leche para todos y pusieron las
tartas dulces y algunos sanguchitos salados. Estuvo bien. Kaye se la pasó
charlando con gente conocida, yo inicié algunas conversaciones y participé de
otras, pero no por mucho, mi interacción principal fue, como era de esperar,
con la comida. Amo la cocina cacera y esto estaba lleno de madres y abuelas de
campo que hicieron sus tartas, tortas, madalenas, bizcochuelos, bizcochos. Qué
rico! Y todo acompañado con té, que también estaba bueno. Después del té, limpiamos
dos de las mesas y pusieron todos los vegetales, mermeladas caseras y tortas
sobrantes y las subastaron. La torta de Kaye junto con dos mermeladas fue de
las mejor pagas, 13 euros. Todo lo recaudado ahí y en la colecta durante la
misa va para una caridad en otro país que no me acuerdo el nombre, pero está
pasando por una posguerra reciente y necesitan comida. Durante la subasta yo me
puse a levantar la mesa mientras picoteaba los últimos pedazos de tarta antes
de que los vendan. Por suerte llegué a probar la de manzana. Riquísima, sabrosa
y con su humedad justa. La hizo la organizadora del evento.
Listo, fui a
la iglesia. Fue como lo muestran en las películas y series de Estados Unidos.
Estoy viendo que las costumbres del Reino Unido y la República de Irlanda son
similares. Los horarios para despertarse, desayunar, cenar y acostarse son los
mismos. Todos toman mucho té y, por excelencia, té negro con leche y bizcochos
dulces. Tienen una gran cultura de tartas húmedas dulces frutales. La carne más
común es el bacon/panceta en diferentes formas, no sólo frito con huevo.
Consumen cereales y leche regularmente y, como recetas tradicionales tienen
tartas de vegetales o carne y cerveza (o el alcohol popular local).
En la casa
estaba Gerry despierto y nos hizo unos tés. Yo dije que no, ahora soy
consciente de que es diurético (al igual que el café), y lo evito antes de
dormir para no despertarme a la mitad de la noche para ir al baño. Estaba
cansado oras vez. Al igual que ayer. En Rusia me propuse entrenar antes del
desayuno y estudiar japonés antes de acostarme una vez llegue a Irlanda.
Todavía no lo logré. Me puse a pensarlo y resulta que sigo con ese hábito de
querer hacer todo. Quiero despertarme a las 6, entrenar antes del desayuno, durante
el día trabajar, después del té volver a entrenar por una hora y practicar
ocarina, cenar y ponerme a estudiar japonés. Antes de dormir actualizar el
diario. Hacer eso de lunes a viernes y descansar los fines de semana. Suena
posible. Debería serlo. Voy a seguir insistiendo.
Zzzzzz…
Askeaton 17/10 – sábado – Más compras, día vago
Dormí sin
despertador. Me levanté a las 10:10. Debo haber dormido casi 11 horas de un
tirón. Fue hermoso, pero me levanté con la culpa de no haber entrenado.
Desayunamos tarde. Cuando bajé ellos estaban terminando. Comí lo mío y Kaye me
dijo que iba a Limerick, que si la quería acompañar. Escribí hasta las 13:15 y
salimos. Me dejó en T-Key-Max para que me compre ropa. Estaba escaso, y el jean
negro, que en 2011 fue el de vestir y hoy apenas es para trabajar y lo sigo
usando para todo, tenía un mes sin ver el agua y el detergente. Ella fue a
buscar un pago para Gerry. Yo examiné las zapatillas. Ninguna de mi talle ni de
las que yo quiero. Eran todas de vestir o botas de trabajo. Los pantalones eran
de buena marca en rebaja. Pero no encontré unos que no me estrangulen las
piernas. Compré ropa interior y nos fuimos a un shopping. Ella entró a Tersco a
comprar comida y yo a Primark. Conseguí un jean, un jogging y un buzo. En una
casa de deporte compré unas zapas Adidas buenas por 45 euros. Encontramos con
Kaye las mismas Merrel que tenía puestas, y destruidas, pero estaban 130 euros.
Me quiso convencer diciendo que en 4 años son sólo 32,5 euros por año. Es un
buen punto. Pero el número me seguía asustando. Son muchos euros. Si estas que
me compré duran menos de dos años, la próxima me compro las caras.
Volvimos a la
casa. Llegamos a las seis de la tarde. Tomamos un té y yo subí a escribir, pero
me dormí una siestita. Cuando bajé, vestido con mi ropa nueva, olí la salsa
bolognesa que Kaye estaba preparando. Exquisita. Dejé el pantalón en remojo en
un balde con detergente. Mañana o pasado lo lavamos. La cena fueron tallarines
con bolognesa y ensalada de lechuga, morrón y palta. Interesante, otra
combinación para el librito. Después de cenar subí a escribir un poco, pero
estaba muy cansado, me tiré a descansar un ratito y me levanté a la una de la
mañana para ir al baño. El aire de campo me tiene cansado.
Askeaton 18/10 – domingo – Abriendo el sendero
Me levante
para ir al baño tres veces, la tercera fue a las 6:30. Esa vez me quedé
despierto y me puse a escribir en serio. Avancé mucho. Hasta que escuché pasos,
alguien estaba despierto. Bajé con la laptop a la cocina, estaba solo. Puse la
mesa para el desayuno, llegó Gerry y me ayudó a terminarla. Hay cosas que
todavía no sé dónde se guardan. Llegó Kaye y desayunamos los tres. Ellos se la
pasaron hablando con sus hijos en diferentes países por Skype y yo actualizando
el diario. Después de desayunar, y habiendo limpiado y ordenado todo,
finalmente pude subir un capítulo del blog, me faltan dos para terminar
Zelenograd. Ya están escritos, pero no son borradores aún. Me quedé solo y me
puse al día.
Subí a
conectar la compu que ya se quedaba sin batería, cree dos borradores y bajé a
poner la mesa para el almuerzo. Ensalada, esta vez escribí la receta.
Acompañamos la comida con el partido de Rugby Argentina-Irlanda. Kaye era la
más entusiasmada. El final lo vio sola en el tele mientras Gerald y yo lo
escuchábamos por la radio en la cocina, el fumaba sus cigarrillos armados y yo
levantaba la mesa.
Cuando estuvo
todo limpio y ordenado me vestí para trabajar, pero no fui a trabajar. Fui al
banco del río a cortar esas ramas y facilitar el sendero.
Me llevé las
tijeras de jardinero buenas, a pesar de que no tenían resorte y las tenía que
abrir a mano cada vez, son las que mejor cortan. Me tomó más de lo que
esperaba, porque al cortar la primera rama me di cuenta de lo fácil que era y
me entusiasmé y quise hasta ensancharlo. Por suerte después se me pasó y me limité a abrir
el paso bloqueado por ramas cruzadas. Llegué al mismo punto donde me había
detenido la última vez, en la pared vegetal. Ir cortando ramas me tomó una
hora, volver caminando con el sendero libre, 7 minutos. Llegué a la casa y Kaye
estaba charlando con una vecina. Tenía una bolsa de desechos verdes enorme con
todas las ramas que corté del árbol del cantero, le ofrecí ayuda para moverlo y
me mandó a que me tome un té.
No me duché,
no me sentía sucio y el frío da sensación de limpieza. Gerry postergó su visita
a su madre porque ya estaba la comida. Cenamos a las 8pm. Más tarde de lo
habitual. Como siempre, terminamos con un té o café. Me despedí a las 10:30. A dormir
los tres que mañana se vuelve a trabajar.
Antes de todo, un comentario de una sola palabra: GORDO!!!!! Jaja. Muy lindo relato de un fin de semana relajado y en buena compañía. Me hubiese gustado compartirlo.
ResponderEliminarAbrazo grande