Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

lunes, 7 de septiembre de 2015

026-Londres 06/sep - Un domingo aprovechado



Londres 06/09 – domingo – Un regalo y un paseo al sol


Mis planes de despertarme tarde se vieron frustrados por la pronta partida de Graciela.  Anoche quedé con ella a las 8:30 en el hotel Bedford en Central London. Me desperté a las 6 y revisé el pronóstico del clima. Soleado todo el día, máxima 18 grados. Fui a llenar la pava eléctrica y por suerte tenía suficiente para mi café, ya que no había agua. Desayuné y salí en la bici sin la campera, pero con el chaleco. Me llevé un tupper por las dudas que almuerce por allá. El camino al hotel es el mismo que me lleva a lo de Geoff. Como hoy fue domingo las calles estaban vacías, salvo algunas del centro comercial que evité a la ida. Nos encontramos en el comedor del hotel. Nos sentamos a charlar en los sillones del hall de entrada.

Yo con mi regalo, 'Paz infinita', en el hotel Bedford
El paquete de mi mamá era un dibujo mío que empezó a hacer mientras yo estaba en Hawaii el año pasado. Recordaba que me había dicho que lo estaba dibujando, pero nunca vi un boceto. En ese momento, en el hotel Bedford en Londres, lo tenía terminado en mis manos y, para mi sorpresa, está pintado también. La obra se titula “Paz infinita”, soy yo sentado de espaldas en una piedra frente a la cascada de Manoa Falls. El día de la foto teníamos el plan de ir a verla pero había empezado a llover un poquito, los chicos se achicaron, pero yo les insistí para ir igual ‘Es una lluvia de Hawaii, caen 5 gotas locas y para en seguida’. Por suerte tuve razón y volvimos muy contentos con el paseo. Hasta nos bañamos debajo del chorro, a pesar de que el fondo era pedregoso y nos dolían los pies al pisar.
Me gusta mucho mi regalo. Lo tengo en la valija ahora.

Nos despedimos con Graciela. Ella y su marido siguen con su Euroviaje, ahora les toca Paris. Le dije que lo mejor de la Torre Eiffel es verla sentado en la plaza de las escalinatas comiendo un crep de Nutella con un café. Y hablando de café, e inspirado por el domingo soleado que estaba viviendo, entré en Pret a Manger a tomar uno. Es una de las cadenas chetas que me faltaba. Ya tomé en Starbucks y en Costa, me falta Café Nero y termino con las cuatro más grandes. Sentado a la mesa repasé los museos gratis que me recomendó mi papá. Los marqué en el mapa, son 3, todos juntos, y también el Museo de Sherlock Holmes. 

Dentro del Sherlock giftshop
Dentro del Sherlock giftshop
Recordaba que la entrada estaba 6 libras, pero estaba 15. Estas se compran al final de la tienda de regalos. Me dediqué a pasear dentro de ella. Es chica, pero muy bonita. Saqué varias fotos, no compré nada, ni la entrada. Volví a la bici que estaba atada cerca y caminé hasta la Speacker’s Corner a almorzar mientras escuchaba a los ponentes. Destacaban 4 de ellos. Uno que parecía cristiano, con una biblia en la mano entonaba canciones religiosas; otro criticaba el feminismo moderno alegando que victimiza a la mujer en lugar de equiparar sus derechos a los de los hombres; otro era uno con sombrero vaquero, el único subido a una escalera alta (el resto estaba en un taburete), tenía bigote tejano, jeans y una remera amarilla con una corbata impresa en el pecho una leyenda enorme que decía
Speacker's Corner
‘Jesus Savior’ (Jesús Salvador), este hombre gritaba mucho, pero mucho muchísimo, me cayó mal y no pude vencer esa sensación, no lo escuché; el otro era uno con el Corán en la mano tratando de explicar su cultura, su error era que quería convencer a la gente con ejemplos de declaraciones de otra gente, el problema de los oyentes era que no lo escuchaban y le pedían pruebas de su Dios y su mesías. Yo me pasee por todos ellos observando el fenómeno. No me pareció correcta ni la actitud de los ponentes ni la de los oyentes, sin embargo, fue interesante analizar la situación. Lo volvería a hacer. Tal vez cuando vuelva (es sólo los domingos), pueda vencer el rechazo y escuche al fanático de Jesús.

Acá tomé el helado
Después de comer tenía que ir al baño. Volví al famoso restaurante de Hyde Park, en el que nunca me senté a comer, pero siempre le até la bici y le usé el baño. Compré un helado y me lo tomé viendo a los cisnes y patos nadar en el lago. En un momento un pato con cara de malo se me acercó, no hizo nada, y volvió al agua. Le hice una última visita al baño y pedalee directamente al museo de historia natural. Es enorme, y el edificio es antiguo, me gustó mucho. En lo que respecta al museo no estoy seguro de que sea tan bueno como la pinta. Es verdad que tiene piezas excepcionales como ser el esqueleto más completo en existencia del Dodo (posible primer especie víctima del humano), un fósil que del primer ave que aún compartía anatomía de reptil probando la teoría de la evolución, y el cráneo humano más antiguo encontrado. Me gustó la zona geológica, pero cuando salí me di cuenta de que lo que hicieron fue darme un montón de datos curiosos, de esos que superan a la ciencia ficción, como que el volcán Krakatoa no hizo erupción, sino que explotó y lo desapareció del mapa, el estruendo fue tan fuerte que se escuchó desde Australia, a 3.000km de distancia, luego, de apoco, el volcán resurgió.
El asunto es que saben lo que le gusta a la gente y lo expusieron muy bien. Las piezas centrales son el esqueleto de un Diplodocus y un corte de un Secuoya que vivió 1335 años. A pesar de mis apreciaciones finales, disfruté del museo. Si hubiera pagado para entrar no volvería a pagar, pero volvería a ir sabiendo que es gratis. Hice un esfuerzo enorme para no pedir café y muffins o sánguches en el bufet interno (carísimo).
Escultura de Darwin

Secuoya de 1335 años
Fósil más antiguo de un ave

Llegando a la casa paré en Sainsbury a comprar la comida de la semana y un poco más. Fue mi compra más cara y me olvidé el pan y las natillas (no es que las necesite, pero tenía Rubharb y con algo lo tengo que acompañar). Lo primero que hice al llegar fue abrir la canilla. ¡HAY AGUA! Genial. Como siempre, guardé todo y me duché. Puse el Rubharb en agua como me recomendó Geoff y lo dejé en la ventana de la pieza. Con un té y galles vi un episodio de Dragon Ball Super y empecé a ver otro anime. Me enganchó, esto es peligroso, puede llegar a quitarme horas de sueño si dejo que me envicie. Escribí un poco mientras seguía ordenando las fotos. Este proceso fue corto. Sí, vi 5 capítulos, pero me acosté temprano.

1 comentario:

  1. Lindo domingo londinense!!!!!!! Y relato muy interesante!!!!!
    Gracias nuevamente por compartir tus vivencias!!!

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