Londres 20/09 – domingo – Más Aikido / Adiós
Andras
Me desperté
temprano y desayuné lindo. Tuvimos tiempo para una charla con Ali antes de irme.
Salí de la casa a las 9:30 y llegué justo a la clase de las 10:00 en Rushmore Primary
School. La clase la impartió el líder del London Aikido Club, Andy Hathaway,
6to Dan. El Dojo, al que fui en mi primera clase en Londres en agosto, está en
otro lado, a esta escuela van los martes y domingos para las clases de armas.
[Sensei no me
reconoció, le dije que había asistido a una de sus clases pero no se acordaba.
Me dijo que me convenía ir a la clase del Dojo porque la de la escuela era un
poco avanzada. ‘Sabés el kumijo del kata
31?’, me preguntó. Le dije que sí, hace un buen rato que no lo hago, pero
hubo una época, no muy lejana en que lo hacía de memoria. Me prestaron un jo y empezamos la clase.
Hicimos todos juntos el kata 31 en solitario 4 veces, después nos vio hacerlo 2
veces más, corrigió detalles y otra vez. Cuando estuvo satisfecho nos volcamos
al bunkai. Empezamos donde se habían quedado en la última sesión, el paso 18.
Lo hicimos hasta el final, esta tarde se vuelven a juntar a las tres y lo van a encadenar
completo. Su estilo es Iwama, aprendieron directamente de Saito Sensei y hoy lo
siguen a Inagaki Sensei (actual líder del Dojo de Iwama). Hay varias
diferencias menores, pero hay una que es mayúscula respecto al estilo
Kobayashi/Igarashi que aprendí. Nosotros, en los momentos en que las armas se
tocan en los desvíos, siempre uno está manteniendo el centro propio y del otro
a la vez que mantiene el contacto, ya que si este se pierde damos lugar a un
ataque, esto obliga al desventajado a buscar otro ángulo para entrar; ellos
desvías el ataque y en seguida se alejan guardando distancia, casi como un
rebote, de esta manera no dan oportunidad al otro de aprovechar el contacto
para desviar y desbalancear.]
Esta tarde no
podía ir. Ya le había dicho a Andras de vernos a las 14 en lugar de a las 10
para poder llegar a esta clase. Volví a la casa revisando cada dos cuadras el estado
de la rueda trasera. Parece que no llega mantenerse inflada, pero sigue con
algo de aire para no romperse. Llegué a la casa, colgué el aikidogi, doblé la
hakama y fui al restaurante árabe de la esquina. Pedí Curry de pollo con pan nan,
vino con una ensalada de cebolla. Muy rico, aunque picante también. Para cuando
terminé estaba sobre la hora para salir. Compré dos paquetes de galles para
acompañar el mate. En la mochila llevaba el equipo para darle de probar a
Andras.
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Vista desde el ventanal |
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Vista desde el ascensor |
Nos
encontramos en la estación de Liverpool. Caminamos hasta el edificio donde está
el restaurante Sushi Samba. En la base hay una recepción chica, le dijimos que
sólo veníamos por la vista y nos mandó al piso 39. El ascensor los subió en 25
segundos. Es genial ver como muta el paisaje a cada metro. La zona del mirador
tiene dos pisos, pero es principalmente el de arriba, hay un bar exageradamente
caro y una barra de sushi, se puede ver una vista espectacular desde los
ventanales y otra desde la terraza. Nos tomamos un jugo de naranja cada uno por
cortesía. Estábamos ahí por no pagar las 30 libras del rascacielos The Shard,
que es el doble de alto con el mirador en el piso 68.
Nos fuimos de
vuelta a la estación, desaté la bici y caminamos hasta St. Paul’s Cathedral.
Por fuera es imponente, enorme, nos pusimos a ver los detalles de los acabados
de las esquinas y la disposición de las esculturas. Tirando ideas e hipótesis
de cómo se las ingeniaron para hacer semejante infraestructura hace siglos nos
topamos con una cartel informativo. Fue construida en el siglo 14, luego fue
semi-destruida por el gran incendio del siglo 17 y reconstruida inmediatamente
como la vemos hoy. Por ser domingo no se puede acceder al museo de las galerías
internas, me dijo Geoff que es tan grande que se necesitan al menos dos horas
para verla completa. Entramos en silencio durante
una misa, caminamos por
separado apreciando los diferentes detalles que ofrece la cámara. Las iglesias
le dejaron a la humanidad una gran
cantidad y calidad de arte arquitectónica. Estaba por salir y escuché al órgano
sonando con una melodía profunda y solemne, se me erizaron los pelos. Me quedé
quieto para que la música me llegue aún más. Fue un gran momento.
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Saint Paul's Cathedral |
Salimos y caminamos
un poco más por los jardines, nos sentamos en un banco y comimos uno de mis
paquetes de galles, pero sin el mate. Nos despedimos y nos deseamos suerte.
Andras se convirtió en un trabajador ocupado y apurado de Londres.
Ya solo,
pedalee hasta London Bridge Station con la intención de averiguar los precios y
horarios de los trenes a Gatwick, porque ya sé que los que salen desde Victoria
son carísimos. Resulta que valen similar, o al menos ambos son mucho más caros
que el micro, y los horarios no me sirven. Volví a la bici y caminé hasta la
mitad del London Bridge. Me senté contra la baranda de concreto y me preparé el
mate. Pasé un lindo rato sentado solo, tomando y comiendo galles. Revisé varias
formas de ir a Victoria desde la casa a las 5:30 am. Saliendo a las 4:30 no hay
metro. También chatee con la familia y con Dani Torres, mi compañero de
seminario de España. Como él sí se informa de los acontecimientos globales, me
mandó un enlace a un diario español. Se armó la podrida en Finlandia. El 75% de
la población activa hizo paro a causa del anuncio de futuros recortes
salariales. Él está preocupado, yo todavía veo a Europa como un mundo de
fantasía en ese aspecto, seguro se va a solucionar para la semana que viene.
Terminé las
galles y casi todo el termo. Volví a casa. De cenar hice una ensalada y papa y
la zanahoria blanca al horno. Mientras cociné los almuerzos. Herví en la misma
cacerola al mismo tiempo arroz blanco, papa, zanahoria y la blanca con un caldo
de pescado prestado. Con todo listo y escurrido le tiré el cantimpalo que me
quedaba para darle un poco más de sabor. Lo guardé todo en la heladera y me
volqué al blog. Escribí un rato, lavé los platos y preparé la mochila. Mañana
es mi última clase de Karate y la charla con los Griffin padres.
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