Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

jueves, 24 de septiembre de 2015

038-Londres 23~24/sep - Se acabó Inglaterra



Londres 23,24/09 – miércoles – Adiós jardines, hasta luego Geoff

Esta mañana estuvo fresco, también desayuné tranquilo, demasiado tranquilo, tanto que se me pasó la hora para caminar al overground. Según el gps llego en 9 minutos, y estaba a 4 de la hora d partida, si lo perdía, el próximo llegaba a los 10 minutos y llegaba tarde al trabajo. Corrí y llegué justo cuando se abrían las puertas. El día estuvo soleado, así que no me apretujaron como ayer. Llegué con tiempo. Los miércoles solemos ir a su primer jardín, al de la cadena y a la iglesia con 4 jardines.
Fuimos al de la cadena y después a varios tender, no era necesario hacer los otros hoy. Pero hubo contra tiempos, a algunos no nos dejaron entrar, en otros no había nada que hacer y estacionamos por nada. Geoff decidió terminar el día a las 13:30, temprano. Este fue mi último jardín en Londres. Llegué a acostumbrarme a ellos, a como mantenerlos y qué hacerles cada día para que estén lindos. No los volveré a ver, no volveré a tomar los tés y cafés preparados por los dueños, no más viajes en la camioneta recorriendo Este, Oeste, Centro y Norte (nunca fuimos al Sur), no más comer lo del tupper senado en el asiento del acompañante, no más charlas de Karate y desarrollo marcial entre jardines. A muchas cosas me acostumbré. Las disfruté mucho, pero no las voy a extrañar, seguro que en mi próximo destino encuentro con qué reemplazarlas rápidamente. Fue una buena experiencia la de jardinero en Londres, aprendí mucho y me llevo ideas para hacer en La Plata.
Volvimos a su casa y organizamos su jardín. Me dijo que si fuera su último día de trabajo no estaría con ánimos de trabajar, por eso me concedió la tarde. También para que tenga tiempo de organizarme para la partida.
Después de terminar su jardín me invitó unas papas fritas con salchicha enmantecada. Un almuerzo de despedida. En la última charla hablamos de Karate, su examen, sus instructores, el chico nuevo que empieza mañana en reemplazo mío y su posible visita a Irlanda antes de Navidad.
Hasta luego Geoff, nos vemos en tu casa.

Los jardineros que no saben sonreirle a la cámara

Volví sin retrasos a Sprowston Mews. Dejé la mochila en la pieza y llamé a una bicicletería que está a 45 minutos caminando. Me dijeron que compran bicis. Salí con la mía y el candado. El camino atraviesa el Stratford Centre y el centro comercial de Stratford Station, entra directamente al Victoria Olympic Park por el frente del estadio, en este punto me desviaron, detrás de mí se escuchaban hordas de gente gritando y cantando en francés. La hinchada francesa se dirigía al estadio, son ruidosos los pibes. Llegué a la tienda, vieron mi bici y decidieron que no la pueden comprar; es vieja y está en mal estado, le tienen que poner plata encima y no la pueden vender muy cara. Me la llevé de vuelta a casa. Pensé en dejarla en la calle y que alguien se la lleve, pero preferí dársela a alguno de los chicos.
Me tomó otra hora llegar. Le dije lo que me pasó a Ali y este se ofreció, sin aceptar no ni peros, a venderla y enviarme la plata a donde sea que esté ene se momento. Hay buena gente en esta casa.

Puesto de café en Kentish Town
Puse la tarta que me quedaba en el horno y empecé a armar la valija. Se supone que tardaría 45 minutos a 190 grados, pero la saqué a los 15, se estaba quemando ya. Puse la cena sobre la mesa y Ali me dijo ‘No es suficiente, tomá, quedate con esto para el viaje’. Me dio dos paquetes de papitas, uno de maní y me ofreció fruta. Después de comer seguí seleccionando ropa y cosas. Ali se fue a trabajar, nos compartimos contactos, si vuelvo a esta ciudad lo puedo llamar y me ayudará a buscar alojamiento.
Apareció Bogdan, estaba contento de verme, temió que me haya ido y que no tuvimos oportunidad de despedirnos y de tomar un mate más. Me invitó de su cena, yo hice un mate y lo tomamos con lo que quedaba de mi torta de manzana y su cheescake. El mate se vio interrumpido por Opu, que apareció con un nuevo potencial inquilino que va a ocupar mi cama, también es rumano, así que Bogdan hizo de intérprete, no porque el nuevo no hable inglés, sino porque el inglés de Opu hay aprenderlo como si fuera otro idioma.

Nos despedimos con abrazos y volví a la pieza a seleccionar. Me costó decidir qué dejar y que llevar.
Calle aleatoria de Londres
Quise hacer un intento de cerrar la valija y pesarla, pero la balanza no responde, había que cambiarle ambas pilas, no sólo una, en Finlandia le compro la otra. Lo obligatorio es: los aikidogis, los cinturones, la hakama, los 4 regalos para los senseis, los libros de japonés y la ocarina (no los usé pero no los abandono, voy a retomar), la afeitadora, la jabonera, los zapatos nuevos, la laptop y la ropa más abrigada. Agregué el mate y la yerba, pero dejé el termo. De la ropa dejé fue la maya y la toalla de Southampton, 4 remeras, la camisa verde de Soho (esta me costó dejarla, me gusta mucho y la usé mucho, pero se vienen varios meses de frío en serio, no la voy a necesitar y me ocupa espacio), el pantalón corto y el short Everlast, un pantalón largo y varios pares de medias.
Cerré la valija sin expandirla, tiene que pesar menos de 20 kilos. La laptop la puse en la mochila y me dejé el buzo y la campera afuera. A dormir a las 11:30.


Me desperté con la alarma a las 3. Desayuné todo lo que me quedaba, medio tazón de cereales, un paquete de bocaditos de futa y un café. Me llevé a último momento la mitad de los saquitos del English Breakfast Tea, la mitad aún sellada. El primer tramo del viaje a Victoria era con la línea 25 de autobús, sin problemas hasta Bank. Se supone que tomaría la línea N11, pero en la parada que me indicaba el GPS no paraba esa línea, fui a la otra opción, a la línea Circle de metro, estaba cerrado todavía. Caminé hasta otra parada del N11, esta sí era. Llegué a tiempo para tomar el National Express al aeropuerto en la estación de ómnibus, pero no para devolver la Oyster y recuperar el depósito de 5 libras. En la puerta 9 a las 5:20, 10 minutos antes de la salida programada, nos informaron que se canceló el servicio de las 5:30 y que podemos tomar el de las 6:30 con el mismo boleto. Mi vuelo es a las 9:40, quería estar en el aeropuerto entre las 7 y las 7:30 para estar con tiempo, el servicio de las 6:30 me deja a las 8. Caminé a la estación de trenes, como varios otros. No compré el boleto del Gatwick Express, pero el de la línea Southern, que vale la mitad y va al mismo destino. Aproveché para recuperar la plata de la Oyster, ahora la tarjeta es o basura o un suvenir. Llegué a las 6:40, para las 6:55 ya había hecho el check in, despachado la valija y estaba viendo las pantallas informativas. Mi puerta se revelaría a las 9am.

Bueno, a esperar, podría haber tomado el micro y llegaba bien igual, sin gastar plata extra en el tren. Ya está hecho. Estuve las siguientes dos horas sentado en el Lounge (es como un sector VIP al que tengo acceso gracias a tarjeta de crédito). Me ubiqué en una esquina de la barra, conecté la compu a la pared y al Wifi. Publiqué una entrada del blog y escribí y preparé la última de esta etapa. En el proceso ataqué sin piedad a la barra de desayuno en el siguiente orden: tazón de cereales, un croissant simple y uno de chocolate, una barra de queso chedar y una feta de queso de máquina, un té, un tazón de yogurt griego con fruta, tres fetas de queso de máquina, una banana, una mini madalena, y otro tazón de cereales.

Son las 9, mi vuelo sale de la puerta 14. Nos vemos en Helsinki!

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