Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

sábado, 5 de septiembre de 2015

025-Madrid parte 4 - Mucho Aikido y se me cayó un peso de encima



Madrid 2015 Parte 4 – Primer curso: Moralzarzal / cambio de líder en AllUnite

Ya llevaba más de un mes en el Dojo, en abril me había asociado a la AETAIKI por recomendación de Tomás, ser socio me proporciona un seguro médico nacional para la práctica de Aikido y descuentos en los aranceles de los cursos. En mayo Tomás decidió reconocer mi primer Dan dentro de su asociación y me lo anotó en mi pasaporte de Aikikai España - Ahora tengo tres pasaportes de Aikido. Esto fue un gran honor para mí y le estoy muy agradecido al maestro. 

Diploma certificado de 1er Dan
El 24 y 25 de mayo se celebró el curso más importante del año, Moralzarzal. Pedí armas prestadas al Dojo y Aitor y yo quedamos con Ángel para ir en su auto. Los dos días del curso fuimos y volvimos desde Madrid, ya que estaba cerca. El primer día fuimos los tres solos. Llegamos temprano como nos lo pidió Félix y nos pusimos a armar el Tatami. Descargamos 250 planchas grises y veintitantas rojas. Al momento de anotarnos entregamos nuestros pasaportes, yo entregué el japonés y el español. Una nueva mancha en las páginas de seminarios. ¡Hay que dejarlo negro!
Planchas de Tatami descargadas
No quiero mentir, los chicos me corregirán si me equivoco. La primera clase la dio David Sánchez. Lo conocí como Sensei. Me habían advertido de lo intensas que pueden ser sus clases, si bien lo fue, no me mató como me había pasado anteriormente en el Dojo con Roberto. También está el hecho de que en los cursos se suele transpirar menos. En ese momento recién estaba empezando a conocer a los hermanos Sánchez, así que no noté gran diferencia en sus estilos. La segunda clase la impartió Roberto. Ya estaba más cansado, pero no me impidió completarla. Ángel y Aitor entrenaron juntos todas las técnicas, son Uke y Tori para el examen de Shodan (compañeros para el examen de 1er Dan; en España, al que en Argentina llamamos Nage le llaman Tori), de esta manera se complementarán mejor.
Tatami colocado y en uso
Las clases del sábado fueron como en el Dojo. No hacen cosas locas o súper técnicas, ni demostraciones exuberantes, hacen lo de todos los días, Aikido.
La concurrencia fue masiva. Asistió gente de gran parte de España, hasta de Tenerife de las Islas Canarias. Montones de caras nuevas. A pesar de esto, en el revuelo de un cambio de parejas, cruzamos miradas con Alfonso, mi senpai de los martes. Otro momento que recuerdo bien fue cuando Roberto pidió koshinage (lanzar por arriba de la cadera) y lo saludé a David Sánchez. A pesar del miedo que de daba soltarme para caer logró que al menos dos veces sienta que el giro estuvo bien. Seguro que no lo estuvo, pero yo noté una mejora.

Al día siguiente fuimos 5 en el auto, se sumaron sus respectivas novias que los fueron a ver en su examen. La clase fue impartida por Tomás Sánchez, el Jefe. El tema fue el mismo de dos semanas atrás en el Dojo. Lo expresó con sencillez y calidad. Una buena práctica. A lo largo de estos dos días noté como varios practicantes se sentaban agotados a un lado del tatami. Eso, a la mayoría de los que íbamos desde Madrid no nos pasó. La caña diaria del Dojo nos templó bien. Ja! Ya me sentía parte del Dojo y apenas llevaba poco menos de dos meses. Eso me hizo sentir la gente acá. Una gran familia Aikidoka. Enseguida de terminada la clase Tomás y el resto de la mesa se fue a las duchas y a vestirse de traje. Los encargados de los preparativos armaron la mesa del jurado y todos los que no participarían del examen se retiraron del tatami. Finalmente quedamos las creo que 12 parejas y nosotros, sus ukes para el momento de ataque de varios. La mesa fue para 1er y 2do Dan.  Yo los ataqué a Ángel y Aitor en el momento de randori al final de las técnicas de cada uno.
Fue un buen examen. Muy prolijo y organizado, y el nivel general alto.
Como es mi naturaleza, me puse a levantar el tatami. Ángel me encontró y me pidió que por favor no lo haga y nos vayamos. Que hay que llegar temprano a Madrid. Así que nos fuimos. Ya que colaboramos en el armado, está bien que alguien más se encargue del desarmado. Félix lo dirigió las dos veces.

Le dediqué una buena descripción al curso (pudo haber sido más extensa) porque siento que mi experiencia en Madrid fue alrededor del Aikido. Más adelante volveré sobre este tema.
Durante mayo me sumé a más clases de Roberto. Logré aguantar bastante bien el ritmo, aunque no hubo una clase que no quede con la lengua afuera. Hasta este curso, las clases estaban orientadas a preparar a los futuros primeros y segundos Danes, a partir de este curso van a estar orientadas para los 3ro y 4to, no sabía esto. Ya verán lo que fue.

La Latina se viste de verano
Caminando por Madrid
El desarrollo del día a día en el depto no varió mucho desde abril. Yo seguía trabajando y me lo cruzaba a Fermín algunas tardes. En general coincidía nuestra hora de entrenamiento y salíamos juntos. Hubo un acuerdo que duró poco. Yo cocinaría martes, jueves y sábados y él lunes miércoles y viernes, los domingos sorpresa. Esto estaba pensado conforme a nuestros horarios. Los días que le tocaba él, yo llegaba muy tarde del Dojo y al otro día me despertaba temprano, así que tener la comida lista me ayudaba mucho. Yo cocinaba los otros días para alternar. A pesar de esto siempre me acosté tarde. Viendo una serie o película. Ya estábamos con Juego de Tronos 5 una vez por semana y a puro Dragon Ball por las tardes. Volvimos una vez a más a lo del amigo egipcio. Nos enseñó un poco de su alfabeto y los significados de los adornos de su restaurante.
Mi lucha por el NIE seguía. Cada paso que daba me topaba con este documento. En una oficina me dijeron que me presente en otra. En la otra me pidieron cita previa. Me presenté con mis documentos y me pidieron que me dé de alta como autónomo en hacienda y en la seguridad social con el NIE provisional que me otorgaron. Hacienda es por cita previa también, en la página no me dejaron, por teléfono tampoco se pudo.  Volví a la oficina y me dijeron que espere. Después de una semana fui a hacienda y hablando con el de información logré que me deje pasar sin la cita. Fue todo muy rápido y sencillo. Por las dudas me comuniqué con el contador de mi tío para que me asesore. Fui a verlo a su oficina y me dijo que no me dela alta en seguridad social. Que es mucha plata. Que hay otros medios para retirar mis fondos de Paypal, que abra una cuenta en un banco que no me pida NIE. No encontré ninguno de esos. Quise comprar la tarjeta de débito de Paypal, pero me piden NIE o una cuenta bancaria para activarla. Quise abrir una cuenta online y después de que me registré nunca me mandaron mail de aprobación ni rechazo. Sigue siguiendo.

Publicidad de AllUnite
En el trabajo a Iana, nuestra coordinadora, se le ocurrió una manera de darnos ánimos. Cada vez que alguien instale un router pone en el grupo un SUCCESS! Y todos nos felicitamos. Medio que funcionó, pero no. La diferencia con antes era que sabíamos quién instalaba en tiempo real. Sobre el final de mayo amareció Michael, un danés que vive en Málaga. Empezó a opinar y a preguntar mucho en el grupo de Skype. Un día Iana dejó de organizar reuniones y de comentarnos cosas y Michael nos reunió a todos en un café en la Puerta de Toledo. Iana había sido reemplazada por un vendedor más agresivo y experimentado, que dominaba el español perfectamente. Empezó a liderarnos. Lo primero que pensamos era que estaba loco. Nuestro promedio de successes era de 4 por persona por semana, somos un equipo de 4 personas. Nos pidió instalar un mínimo de 3 por día cada uno. Yo siempre fui el más flojo, pero los que iban bien me superaban por uno o dos por semana. Madrid no se deja vender wifi con publicidad así de fácil. Así como Michael nos apretaba a nosotros, también apretaba a la central en Dinamarca para que nos abastezcan a tiempo.
Uno de mis clientes
Como veía que la cosa no avanzaba se le ocurrió una idea. Hizo un escalafón de successes con un sistema de premios. Cada día se anotaban las instalaciones de cada uno y al final de la semana se sumaban y el que más tenía se llevaba un premio en el salario semanal. No llegué a verlo ya que mi calidad como vendedor no llegaba a su estándar. Me llamó después de una reunión matutina para decirme que mande la factura por las horas de la semana que trabajé y que gracias por haber formado parte del equipo, pero que mis números no eran suficientes.
No me afectó demasiado la noticia. Me lo veía venir. Nunca me gustó vender, y mucho menos caer de cara rota en establecimientos comerciales para ofrecerles un servicio que yo mismo no considero viable. Además la forma de expresarse de Michael era muy terca. Sentía que quería dejar el grupo y ya tenía en vista una clase de Aikido que hasta ese momento no podía hacer.
Así terminó mi etapa laboral en Madrid, si bien siempre estuvo el plan de volver a trabajar, varias cuestiones hicieron que no lo haga.

Hasta acá por ahora, volveré con más Madrid luego.

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