Londres 07/09 – lunes – Karate / comprando plantas
Hay una casa a
la que sólo fuimos dos veces, y ambas veces la puerta del patio estaba cerrada
y nos dedicamos sólo al jardín que da a la calle. Esta mañana la puerta estaba
abierta. El jardín es grande y muy lindo. La dueña lo cuida bien. Le dedicamos
dos horas de mantenimiento y nos fuimos lo más rápido posible a la clase de
Karate.
Llegamos justo
a tiempo, pero cuando entramos al Dojo (una cancha de squash), la clase ya había
empezado. Nos sumamos al kihon (movimientos básicos). El Sensei, Shihan Leo,
llevaba ropa deportiva y calzaba zapatillas para trotar. Ya que era una clase
de instructores, la mayoría eran danes (cinturones negro) avanzados, aunque,
también se invitaron a los kyus (grados previos a los danes), acá entra Geoff y
por extensión yo, que no pertenezco a la escuela. Su estilo de Goju no es el
mismo que el mío. Los katas son los mismos, pero las energías y ritmos y
algunos detalles de postura hacen una diferencia importante. Sensei me corrigió
tanto errores en mi técnica como diferencias con mi estilo. Es un tipo
simpático, se le nota que le gusta lo que hace y que lleva mucho tiempo en
esto. Me preguntó qué estilo de Goju practico, le quería decir El estilo de
Sensei Rodriguez, pero no me iba a entender, le dije lo más parecido que hay
por ahí a lo nuestro, Higaonna; su respuesta fue que Higaonna no hace randori,
que no sabe pelear. Cada maestro tiene su librito, y algunos libritos dicen que
son el mejor del mundo.
Faltaban
varias formalidades con las que me educaron, algunos alumnos usaban anillos,
pulseras o tobilleras, el saludo final no fue en seiza (sentarse sobre las
rodillas) y no lo dirigió el senpai (alumno más avanzado).
La
configuración de la clase fue así: Kihon, Randori (combate libre dentro de los
márgenes de las técnicas de karate) y Kata. Empezamos con Sanchin, ellos tienen
dos mawate con mawashi uke veloz en el medio, seguimos con Tensho. Después de
eso Shihan se fue y dejó a cargo de la clase a Sensei Peter, un polaco que debe
ser 3er Dan. Le gustan los bunkai, nos explicó los movimientos Gekisai dai ni
hasta Seiyunchin con ejemplos de aplicaciones, curiosamente entre las
aplicaciones del mawashi uke dio un ejemplo de Kururunfa, acá les enseñan los
katas rápido, parece.
En balance la
clase me gustó. Si bien hay diferencias, el kihon no deja de ser tsukis y geris
y desplazamientos, el randori siempre es interesante y los katas, bueno, me
tendré que acostumbrar, de todas formas me quedan dos lunes. Fue bueno volver a
usar mis músculos karatekas.
Terminada la
clase nos fuimos a un vivero gigante, nuevo para Geoff. Compramos dos macetas
negras cúbicas grandes y tres plantas. Volvimos a su casa nos pusimos a plantar
dos de las plantas en las mecetas nuevas, así mañana las llevamos ya listas al
cliente. Estaban los padres de Kelly, gente linda. La madre y ella son muy
parecidas. Geoff nos hizo café y Kelly nos dio tortitas de manzana. El perro de
los suegros se pusoa jugar con una
pelota medicinal de 5 kilos, estaba como loco.
Volví a la
casa, me duché y me puse a ver Sword Art Online (SAO, un animé que recomendaron
hace tiempo, ahora a ellos no les gusta). Vi algunos capítulos y cociné
almuerzo para dos días, igual que el último sólo que le cambié la panceta por
pollo. Cené dos medallones de pescado con ensalada, guardé los tuppers en la heladera
y me calenté la mitad del Rubharb que tenía preparado con natillas y me lo comí
viendo más SAO. Me envicié más aún con la serie. Me fui a dormir cerca de las
12.
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