Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

jueves, 10 de septiembre de 2015

027-Londres 7/sep - Una clase de Karate



Londres 07/09 – lunes – Karate / comprando plantas

Hay una casa a la que sólo fuimos dos veces, y ambas veces la puerta del patio estaba cerrada y nos dedicamos sólo al jardín que da a la calle. Esta mañana la puerta estaba abierta. El jardín es grande y muy lindo. La dueña lo cuida bien. Le dedicamos dos horas de mantenimiento y nos fuimos lo más rápido posible a la clase de Karate.

Llegamos justo a tiempo, pero cuando entramos al Dojo (una cancha de squash), la clase ya había empezado. Nos sumamos al kihon (movimientos básicos). El Sensei, Shihan Leo, llevaba ropa deportiva y calzaba zapatillas para trotar. Ya que era una clase de instructores, la mayoría eran danes (cinturones negro) avanzados, aunque, también se invitaron a los kyus (grados previos a los danes), acá entra Geoff y por extensión yo, que no pertenezco a la escuela. Su estilo de Goju no es el mismo que el mío. Los katas son los mismos, pero las energías y ritmos y algunos detalles de postura hacen una diferencia importante. Sensei me corrigió tanto errores en mi técnica como diferencias con mi estilo. Es un tipo simpático, se le nota que le gusta lo que hace y que lleva mucho tiempo en esto. Me preguntó qué estilo de Goju practico, le quería decir El estilo de Sensei Rodriguez, pero no me iba a entender, le dije lo más parecido que hay por ahí a lo nuestro, Higaonna; su respuesta fue que Higaonna no hace randori, que no sabe pelear. Cada maestro tiene su librito, y algunos libritos dicen que son el mejor del mundo.
Faltaban varias formalidades con las que me educaron, algunos alumnos usaban anillos, pulseras o tobilleras, el saludo final no fue en seiza (sentarse sobre las rodillas) y no lo dirigió el senpai (alumno más avanzado).
La configuración de la clase fue así: Kihon, Randori (combate libre dentro de los márgenes de las técnicas de karate) y Kata. Empezamos con Sanchin, ellos tienen dos mawate con mawashi uke veloz en el medio, seguimos con Tensho. Después de eso Shihan se fue y dejó a cargo de la clase a Sensei Peter, un polaco que debe ser 3er Dan. Le gustan los bunkai, nos explicó los movimientos Gekisai dai ni hasta Seiyunchin con ejemplos de aplicaciones, curiosamente entre las aplicaciones del mawashi uke dio un ejemplo de Kururunfa, acá les enseñan los katas rápido, parece.
En balance la clase me gustó. Si bien hay diferencias, el kihon no deja de ser tsukis y geris y desplazamientos, el randori siempre es interesante y los katas, bueno, me tendré que acostumbrar, de todas formas me quedan dos lunes. Fue bueno volver a usar mis músculos karatekas.

Terminada la clase nos fuimos a un vivero gigante, nuevo para Geoff. Compramos dos macetas negras cúbicas grandes y tres plantas. Volvimos a su casa nos pusimos a plantar dos de las plantas en las mecetas nuevas, así mañana las llevamos ya listas al cliente. Estaban los padres de Kelly, gente linda. La madre y ella son muy parecidas. Geoff nos hizo café y Kelly nos dio tortitas de manzana. El perro de los suegros se pusoa  jugar con una pelota medicinal de 5 kilos, estaba como loco.

Volví a la casa, me duché y me puse a ver Sword Art Online (SAO, un animé que recomendaron hace tiempo, ahora a ellos no les gusta). Vi algunos capítulos y cociné almuerzo para dos días, igual que el último sólo que le cambié la panceta por pollo. Cené dos medallones de pescado con ensalada, guardé los tuppers en la heladera y me calenté la mitad del Rubharb que tenía preparado con natillas y me lo comí viendo más SAO. Me envicié más aún con la serie. Me fui a dormir cerca de las 12.

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