Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

miércoles, 7 de octubre de 2015

043-Zelenograd 30/sep ~ 02/oct - Aikido en Rusia



Zelenograd 30/09 – miércoles – Hospitalidad

He viajado en micros de línea más tiempo y con más equipaje que en este vuelo. Sólo una hora en el aire. Esta vez me desperté cuando las ruedas se apoyaron en la pista de aterrizaje. Cruzar migraciones y recoger mi equipaje no presentaron ningún problema. Llegamos temprano, unos 20 minutos. Cuando salí lo busqué al padre de Daniil que me iba a ir a buscar. No lo conocía, pero nos encontramos. Miré a un hombre sentado sólo en las butacas de espera, él me miró y me mostró un cartel impreso con mi nombre.
Nos presentamos, se llama Sergey. Caminamos hasta el estacionamiento. Me dio la bienvenida a Rusia, me contó sobre el valor del rublo, me dijo que Daniil no había ido a su clase de boxeo y que estaba en la casa. En el auto me dio un I-phone 4S con una línea local, con llamadas e internet con datos móviles. Para que lo use mientras esté acá.
El aeropuerto de Sheremetyevo está entre Moscú y Zelenograd, donde vive Sergey. Se traduce como ciudad verde. Las calles no tienen nombres, sino que se divide en distritos, ellos están en el distrito 16 número 39 (1639). Llegamos, Sergey se fue a estacionar y Daniil bajó a saludarme. Nos abrazamos y subimos a su departamento. Es chico, pero muy limpio y ordenado, hay espacio suficiente para moverse libremente. Quinto piso, por ascensor. Hay una bicicleta desinflada frente a su puerta. Esta da un pasillo en L. A la derecha está la sala de estar que tiene un balcón chico, un ropero, el televisor grande y un sofá cama donde duermen los padres. Frente a la puerta de entrada está la habitación de Daniil. Siguiendo por el pasillo a la izquierda está la heladera, el cuarto de baño, el baño y finalmente la cocina comedor, que es pequeña y completa.
Sergey sale al trabajo por la mañana y vuelve por la tarde, Daniil hace horario similar con la facultad, Oxana, la madre, es una ama de casa profesional. Ya teníamos la cena lista en la mesa cuando llegamos. Cocina muy rico. Parece que voy a conocer de primera mano la cocina rusa.
Después de cenar me duché y me acomodé en la habitación de Daniil, él duerme en el futón estilo japonés y yo en el sofá cama. Cuando lo decidimos apareció la madre e hizo la cama. A dormir a las 11 y algo.


Zelenograd 01/10 – jueves – Día de descanso, inicio del seminario

Nos despertamos a las 7 y a las 7:30 estaba el desayuno listo en la mesa. Sergey se fue a trabajar, Daniil a la facultad y Oxana siguió con los labores de la casa. Yo volví a la habitación y avancé con el diario que lo tenía atrasado. Estuve todo el día adentro. Daniil volvió a las 2:30, la madre nos preparó el almuerzo y volvimos al cuarto a pasar el rato. Esta noche fue el inicio del seminario. Él no está entrenando Aikido, ahora hace boxeo, pero como hace poco que lo dejó, sigue siendo parte del grupo, me acompañó al lugar del seminario para que no me pierda y para charlar con sus compañeros. Antes de ir a la parada del micro pasamos por el banco (que estaba abierto un jueves a las 7:15 pm).
Llegamos con tiempo de sobra. Mihail estaba contento de vernos. Le encanta que haya ido desde tan lejos. Nos acercamos a la mesa de inscripción y ahí estaba Natalia, la misma que estuvo en Japón el año pasado, le di mi yudansha y los 4.000 rublos del arancel. En el tatami la encontré a Anu, de Finlandia. Ella, la japonesa de Finlandia y dos más del mismo lugar lo acompañaron a Igarashi Sensei desde el último seminario. Anu es la encargada de seguirlo a todas partes, como lo que hice yo en Japón.

[Clase 1/5: Igarashi Sensei. Sigue con lo mismo. Lo mismo que mostró en Canadá 2011, en Argentina 2012, en Hawaii 2013, en Argentina 2014 y en los 3 meses que estuve en Japón en 2014. Moverse concentrándonos en el lado exterior, es algo muy difícil y le cuesta a todos. Esta vez introdujo una nueva forma de explicarlo. El lado 1 y el lado 2. Practiqué parejo entre kyus y danes. Los rusos tienen la costumbre de sujetar sólido y estático, algo difícil de lograr, me refiero a que no tiran y empujan en contra de la energía de nage, sino que se mantienen como estatuas. Eso es bueno para practicar la propuesta de Igarashi.]

Terminó la clase y fui directo a doblarle la hakama. ‘Hai! Arigatou…’. Se la devolví y fui con Daniil. Me cambié y volvimos a su departamento. Ya habían cenado, así que Oxana nos esperó con la comida caliente en la mesa y nos dejó solos en la cocina. Ella hace las compras, cocina, lava la ropa, limpia la casa, ella hace TODO, y le encanta. Es una ama de casa profesional, aunque a mí me incomoda un poco a veces. Nos atiende como a invitados de honor todo el tiempo. La comida siempre está rica, a temperatura justa y en el momento justo, ella levanta la mesa y lava. Nosotros no hacemos nada más que comer y agradecer. Me dijeron que en ruso hay una gran riqueza de sinónimos, pero para gracias sólo conozco ‘Spashiba’.
Terminamos de cenar y me duché. Nos acostamos a las 12.


Zelenograd 02/10 – viernes – Otro jueves

Igual que ayer, con la diferencia de que por la tarde fui al mercado cercano. A ver qué comen y cómo compran en Rusia. Uno de ellos era como un bazar, el otro estaba organizado como un supermercado regular, pero no era igual que en otros países. Los colores están más apagados, la comida es distinta, no hay marcas mundiales y los paquetes, que no abundan, no están sobrecargados de colores. Estoy en otro continente. Los precio son bajos, me compré un no sé qué sabor a no sé qué cosa sólo porque costaba 24 rublos (3,5 pesos), y una bolsita de mini pretzels. El no sé qué era un barra pastosa como el Mantecol pero con sabor a maní. Volví a la casa y salimos con Daniil de vuelta al seminario.
Es en una escuela deportiva, donde Mihail dicta sus clases. En el salón del fondo ocuparon el espacio de una cancha de básquet con un piso acolchado que cubre el 90% del área. Tiene marcados 3 círculos para la práctica de lucha. Un lugar ideal para las clases de Aikido.

[Clase 2/5: Igarashi Sensei. Llegó Jukka Sensei, lo saludé antes de la clase pero no practicamos juntos esta vez. Me saludaron la mitad de las personas con quienes practiqué ayer, estuvo bien, pero mi intención era probar a más rusos, y algunos de los Sensei que están de alumnos. La clase empezó con lo mismo de ayer, lado 1 y lado 2. Terminó con una continuación de lo de ayer, Kumitachi 1 y mostró el 2.]

No estaba seguro de si Anu le doblaría la hakama, pero parece que no. Ese fue mi roll en todas las clases.
Sigue cíclico el asunto. Salimos del seminario y nos esperaba una cena caliente y riquísima, como todo lo que cocina Oxana. Otra vez a dormir cerca de las 12.

2 comentarios:

  1. Cuanta hospitalidad por parte de esta gente!!! Que buena onda!!!
    Oxana habla algo de inglés?
    Saluti

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    1. Mínimo. Alcanza para saludarnos y para que me dirija cuando me quedo en la casa. Cosas com está la comida, querés té? Salí de la cocina.

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