Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

martes, 1 de septiembre de 2015

021-Londres 29~31/ago - Segunda visita a Álvaro y Ceci



29/8 – sábado – Southampton 2 Día 1/3

La alarma estaba para las 6, desayuné mientras actualizaba las cuentas y compraba mi boleto de vuelta a Londres para el lunes a la noche. Se viene un fin de semana largo. Llegué a la estación Victoria de autobuses y pregunté cómo funciona el boleto enmendado, porque tenía el boleto por mensaje para mañana y un mail justificando que lo usaba hoy. Me dijeron que no tenía que hacer nada. Fui a la puerta 1, de donde sale hoy el servicio 032 a Southampton. Tuvimos una demora de 45 minutos, me sorprendió, hubo gente que pidió que les reembolsen dinero.
En el tren y metro leí a Murakami, en el autobús me puse con el diario. En el trayecto escribí los 5 días d
Interior de Toysrus
e la semana que tenía atrasados y el inicio del sábado.
A Álvaro se le rompió una pieza del auto y no lo puede usar hasta la semana que viene. Me fueron a recibir en tren. Pero no pudieron llegar antes que yo debido a una demora en los servicios. Al bajar del autobús estudié el mapa local y me dirigí a la estación de trenes que estaba a 3 cuadras. No llegué, en el camino estaba Toysrus, una juguetería inmensa. Tuve que entrar a chusmear. Me recordó a mi primer viaje Florida en 1999. Puede que haya sido en una juguetería de esta cadena donde me compraron mi primer Nintendo 64, el inicio de mi vida de gamer, cuando lo conocí a Link, el héroe del tiempo en The Legend of Zelda: Ocarina of Time.
Llamó Álva y salí a su encuentro, de vuelta a la terminal de autobuses. Decidimos pasear por la zona antes de ir a su departamento. Fuimos a Ikea, ellos hicieron algunas compras para la casa y almorzamos en el patio de comidas. Es más pulcro y agradable que la de otros centros comerciales. Piso de madera, filas organizadas, la comida no es de cadenas reconocidas sino de Ikea, y un ventanal con vista al río. Comimos albóndigas suecas, este plato se lo habían recomendado a ellos uno amigos, excelentes estaban. Las mías las pedí con puré de papas y salsa, ellos con papas fritas. Nos ubicamos en un ventanal con vista a los tres cruceros que estaban anclados en el puerto.
Patio de comidas de Ikea
Ikea es enorme, son 4 pisos donde uno puede comprar lo que quIera desde alimentos hasta muebles. La estrategia de venta usada en la disposición de los productos emocionaría a Gonzalo.

Durante la comida y mientras salíamos del complejo, Álvaro se comunicó con su amigo polaco Raf, que también es compañero de oficina. Raf estaba por la zona y me quería conocer, así que nos fuimos los cuatro a un pub. Pedimos dos pintas, un café y un vaso de agua. Él hace poco se compró una bici, calzas para ciclismo, un casco y zapatillas que se ajustan a los pedales. Arrancó con todo, el verde chillón del cuadro todavía brilla. Es un tipo simpático, se lleva muy bien con Álva. Nos acompañó hasta mitad de camino a la estación de trenes. Nos despedimos y nos entraron ganas de un helado, volvimos al centro a una heladería italiana. Muy rica. El heladito es un postre que no falta con estos dos.
Southampton Bargate
Entonces sí, nos tomamos el tren de Southampton Central a Swanwick, que está a 15 minutos. Caminamos al departamento y nos tomamos unos mates. Sobre el final del termo charlamos con los padres de Álvaro por Skype.
Antes de decidir qué cenar jugamos al Witcher 3, un gran juego de rol medieval. Me recodó al Baldur’s Gate, por la nostalgia de mi época gamer.
Cocinamos (mayormente ellos), arroz con pollo. Les salió muy bueno. Repetimos media porción y lo acabamos. Después de comer vimos una película sobre una familia india que se muda  a un pueblito en Francia y abren un restaurante frente a otro de gran tamaño y renombre. Al final todo sale bien, el desarrollo de los personajes es muy lindo. No recuerdo el nombre. Poco después Ceci se fue a la cama y nosotros preparamos mi colchón que previamente inflado. Vimos Top Gear en la tele comiendo una mouse de chocolate en pote. El sueño nos alcanzó y nos fuimos a dormir.



30/8 – domingo – Southampton 2 Día 2/3

Como siempre, me desperté varias veces para ir al baño. La definitiva fue a las 8:30, mientras doblaba la sábana amaneció Álvaro. Un pequeño ritual que tuvimos en ambas visitas fue ir al súper al despertarnos. Esta vez compramos dos paquetes de medialunas y una botella de leche. Desayunamos tostadas con manteca y miel, café, mate y las medialunas. Debatimos un rato sobre qué hacer hoy y nos decidimos por ir a pasear a Whiteley. Este poblado está a pocos minutos caminando. La ruta es arbolada y por zonas se ven casas antiguas bien cuidadas y algunas abandonadas.
Camino de Swanwick a Whiteley
En el centro comercial, que es chico pero pintoresco, entramos a una casa de ropa de montaña para que yo vea camperas. Había buenas marcas en oferta. Me estoy preparando para el frío del norte. Vi algo pero no me decidí, lo dejé para después. Entramos a Tesco a comprar el almuerzo y fuimos a comerlo sentados en un banco de madera frente a las canchas de fútbol. Vimos el final de un partido que evidentemente era parte de un torneo local. Los jugadores, especialmente el arquero, se enojaban mucho y gritaban, cada error era castigado con un insulto y la exageración de las faltas o roses adornaba el espectáculo. Parecía que se lo estaban tomando muy en serio, aunque, desde mi perspectiva inexperta, eran malos. Los tres comimos un sánguche, una bolsita de papas y una bebida, yo, además, me compré una bandejita de sushi.
El partido
Nos dieron ganas de mate, pero no había galles. Emprendimos la vuelta a la casa a buscarlas, no queríamos comprar nuevas. Pero antes de cruzar el centro un pequeño puesto en la peatonal llamó nuestra atención. Paramos y le compramos 3 helados que nos comimos felices camino a la casa.
Una vez ahí hicimos esos mates y ordenamos la cocina, fuimos al super a comprar lo que faltaba para la cena y yo compré ingredientes para un postre. Antes de cocinar Álva y yo vimos la película ‘El hombre de la tierra’. La sugerí yo después de unas charlas que tuvimos en el parque más temprano. Ceci no la pudo ver porque estuvo charlando con sus padres, pero llegó a ver el inicio.

Antes de cenar Álvaro preparó unas tostadas con tomate, oliva y queso gratinado, muy ricas. Para cenar hicieron salchichas con puré mixto. Para nosotros dos nos hicimos fajitas de pollo con cebolla y morrón rojo. Comimos bien y pusimos otra peli. No sin antes hacernos una escapada al súper a comprar helado. La película se llama Chef, del director de Ironman, el protagonista es él mismo y metió parte del elenco de Los Vengadores. Es un chef experto que tiene diferencias con el dueño del restaurante y renuncia. La película ronda sobre la relación con su hijo de 10 años y su pasión por la cocina. Me dormí a la mitad más o menos, me desperté y me puse a hacer el postre para espabilarme. La preparación nos tomó unos 10 minutos; cortamos en rodajas el rubharb y las frambuesas y los distribuimos en la tartera, luego le agregamos las natillas en cartón. Finalmente lo pusimos en el horno. Media hora de peli y lo rotamos, 15 minutos más y lo sacamos. Tendríamos que haberlo dejado una hora, pero la capa de natilla se estaba poniendo negra. La del video tutorial era cacera y mucho más líquida. Lo dejamos enfriar mientras terminaba la película. Me gustó la peli, pusimos la tarta en la heladera y vimos un poco más de tele hasta que me quedé dormido otra vez.
Álva se fue a la cama y yo armé la mía. Me acosté tratando de ver Hellboy, pero me seguía durmiendo. Hasta mañana entonces.



31/8 – lunes – Southampton 2 Día 3/3


¿Fueron 3, o fueron 4? No está bueno despertarse tan seguido para ir al baño. Por suerte no me pasa todas las noches. ¿Será el té? Arriba a las 8. Doblé el acolchado, la sábana, el cubre cama, la funda de la almohada y el colchón inflable. Con el living despejado fui a la cocina y saqué de la heladera las fajitas que anoche se habían quemado un poco. Las querían tirar, habrase visto semejante herejía. Las volví a calentar, unté dos con manteca, a una le puse mermelada y a la otra miel. Me hice un café con leche y me serví un vaso de agua, con todo eso fui al living y me senté a la mesa con la compu. Los chicos se estaban despertando. Mientras yo comía las primeras dos fajitas y actualizaba mis cuentas y un poco del blog ellos se prepararon su desayuno. Ya con los tres en la mesa enmantequé las fajitas que me faltaban y las comí con miel.
Terminado eso juntamos y limpiamos la mesa. Me puse a buscar trabajo en Estocolmo. Por un momento me asusté porque vi que no tienen euros, pero un rápido vistazo a Wikipedia me tranquilizó al ver que Suecia forma parte de la Unión Europea desde 1995. Mandé mail a los más posibles.

Río Hamble
Embarcación hundida en río Hamble
Nos fuimos de paseo. El plan, caminar por el río Hamble y terminar en un pub para que yo pruebe un English Pie (Tarta inglesa). El camino es bellísimo, a pesar de estar nublado. Nos tocó marea baja, lo que dejó al río también bastante bajo, se veía el fondo de los primero 30 metros y sobre este un buen número de embarcaciones antiguas hundidas y consumidas por la vegetación. A los lados de la rivera se ven casas victorianas y otras más modernas, pero todas grandes y con lindas vistas y extensos jardines.
Llegamos al pub. Nos sentamos arriba, estaba más lindo y tranquilo. No les quedaba tarta, les pedí milanesa de pescado, tampoco les quedaba. Álvaro pidió una hamburguesa, Cecilia fish and chips y yo un pollo a la barbacoa. Me comí todo lo mío y la ayudé a Ceci con lo suyo. ¿Soy un buen samaritano o no? La comida estaba rica, el pescado no del todo, pero se dejaba comer.
Volvimos por adentro, estaba todo cerrado por el feriado, salvo por una heladería que nos llamaba. Acudimos al llamado y compramos tres helados.

La caminata no fue particularmente larga ni empinada, pero nos agotó. Llegamos y nos tiramos rendidos en el sillón. Cuando recuperamos algo de fuerzas hicimos mate y sacamos la tarta. Álva desconfiaba y me pidió que la pruebe primero. Yo, valiente y audaz, no lo dudé. Estaba muy ácida, las frutas no terminaron de cocinarse, las natillas estaban bien, igual que la masa. Él comió dos tercios de una porción y yo me comí las otras 7, y su tercio restante. Podría haber estado mejor, pero a mí me gustó.

Elegimos volver a The Talisman para la última cena juntos. Ahí probé el English Pie que no pude probar en The Rising Sun, el pub del puerto al mediodía. El sabor y la contextura son muy distintos a lo que esperaba, ni mejor ni peor. Masa hojaldrada rellena de carne estofada en su salsa acompañado con puré de papa cremoso y vegetales. Muy rico el asunto, recomendable.
El pub por su parte es genial. Como llegamos temprano nos ubicamos en el sofá grande con la biblioteca detrás y la estufa hogar a nuestra derecha. El ambiente es acogedor y cálido, adornado frases de poetas amantes de la cerveza pintadas en las paredes. Muy agradable, chusmeamos algunos libros.
Terminamos de comer y tomamos el tren a Southampton. Llegamos a las 7pm y mi autobús salía a las 8pm. Fuimos a matar el tiempo en el complejo comercial John Lewis. Acá todo tiende a ser caro, pero es lindo de ver. Además no había otra cosa cerca y abierta en un feriado bancario. Cuando se hizo la hora fuimos a la terminal y nos despedimos. Estos momentos nunca son del todo agradables, pero uno agradece el tiempo compartido.

El en viaje quise escribir, habré avanzado un párrafo y me dormí hasta llegar a Londres. En el subte y tren a Forest Gate avancé con Murakami, ya casi lo termino. En la casa me preparé un té con leche y con unas galles para acompañarlo escribí el fin de semana. La revisión la dejé para mañana.
 
Qué lindo encontrarse con amigos. Gracias chicos.


FIN DE AGOSTO

3 comentarios:

  1. La película del restaurante se llama "The Hundred-Foot Journey". Coincido, agradable de ver.
    Otro lindo fin de semana con amigos!!!
    Saluuuudos

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    1. Gracias, este dato le va a servir al abuelo, le van a gustar las dos pelis de los cocineros.

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