Askeaton 09/11 – lunes – lluvia, búsqueda, trabajo
por deporte
Apagué la
alarma de las 12 y bajé a las 3am. Me instalé en la cocina, me hice un café con
leche, agarré dos galletitas y estaba listo para la acción. Hasta casi las 7am,
y con otro café alrededor de las 5am, estuve navegando por muchas páginas buscando
alojamiento y leí muchas ofertas de empleo. Cree un Excel para ordenar mis
aplicaciones a los distintos puestos, así los puedo seguir más fácil.
Cuando escuché
ruidos en la casa preparé la mesa para el desayuno, cuando Gerry llegó guardé
la compu debajo de la mesa y desayunamos cuando llegó Kaye. Tenía los ojos
cansados, se me notaba. Los liberé un rato mientras comía. Les pregunté dónde
comprar una tarjeta sim para el teléfono, necesito un número local para el CV y
para algunos alojamientos. En Limerick y New Castle West seguro, pero no sabían
de las villas cercanas. En Facebook decía que en la oficina de correos de
Rathkeale vendían. Kaye tenía que ir, así que me llevó. No vendían, pasamos al
plan de que Gerry me deje en Limerick, hoy tenía un trabajo ahí, y yo compraba
mi línea y volvía por mi cuenta.
Estaba en la
pieza buscando para Dublín cuando Kaye me llamó. En Askeaton venden tarjeta
sim. Ella fue al mercado y yo a la oficina de correos, conseguí mi tarjeta y
volvimos a la casa. 250 minutos, 250 mensajes, 3 gb de datos, 20 euros. Era el
mínimo por ser la primera vez. Si quiero el mes que viene puedo pagar 10 y me
dan mucho menos. Estuve el resto de la mañana tratando de hacer funcionar el
Internet, el problema era que cuando le saqué la batería al teléfono se había
desconfigurado la hora, y resulta que el sistema operativo es tan inteligente
que se da cuenta que la hora no coincide con mi localización, pero no le da
para ajustarla automáticamente bien a pesar de que esa función está activada. Bueno,
funciona. Bajé a almorzar.
Con Kaye se
generó una charla a raíz de la enorme diferencia cultural que hay entre Europa
y Argentina, o al menos con las Islas Británicas. Ella se fue de su casa a los
20 años vivía con lo que conseguía, no le pedía plata a nadie. Gerry dejó su
casa y se fue a Londres con su hermano mayor a los 16 años, vivían de changas y
de lo que había. Isabel, su hija, se fue a la universidad, 3 años en el campus,
al terminar voló a Londres a hacer su vida, hoy vive en Singapur. Los jóvenes
se van de la casa de sus padres cuando cumplen la mayoría de edad y se hacen su
vida con esfuerzo e independencia, aceptando lo que tienen y viviendo sin lo
que no pueden conseguir por su cuenta. Claro hay excepciones, pero este es el
comportamiento normal en su cultura. Mientras que en Argentina estamos
acostumbrados a la sobreprotección de los hijos. O bien vivimos en casa hasta
que conseguimos un buen trabajo, o nos casamos; o bien nos vamos por razones de
estudio y nos siguen pasando plata a pesar de haber doblado el tiempo
estipulado para terminar la carrera. Incluso después de eso. Claro que vivimos
en economías muy diferentes, con mentalidades y pasados muy diferentes. Pero
esa es una distinción cultural mayúscula.
Volví a la
pieza y en lugar de seguir escribiendo me puse la ropa de trabajo y vi algunos
videos de cómo cambiar el filtro de aire de una bordadora. En el lavadero me
calcé las tijeras de jardinero y estrené los guantes nuevos. No tengo que
trabajar, ya me pagaron lo que hice y estamos en la cuenta regresiva para que
me vaya. Pero me todavía tenía dos deudas pendientes, una es la bordadora, que
no anda, la otra es el fondo de la cancha de tenis que no terminé de limpiar.
Le saqué el filtro de aire a la máquina. No supe ver si estaba sucio o no, pero
los videos recomendaban cambiarlo, le limpié la cámara y la volví a ensamblar.
No encendió. La volví a dejar en el suelo del galpón y fui al fondo a cortar
todo a lo que la máquina de cortar el pasto no le pueda pasar por encima. Empecé
por lo evidente, las ramas débiles de 30 cm. Me moví por toda el área y
encontré una botella de vidrio y una lata aplastada, también mas piezas de
metal oxidadas que las llevé todas al cantero abanado de Geoff. Cortando la
enredadera del piso descubrí un borde de piedra. Me emocioné y lo expuse
completo. Para cuando terminé ya casi no había luz, rastrillé todo en 5 pilones
y con 3 carretillas llenas dejé todo en el compost.
Satisfecho guardé
las herramientas, esta vez dejé los guantes y las tijeras en el lavadero, para
Kaye, y no en el galpón. Gerry había vuelto ya. Me duché, busqué un poco más en
Internet y cenamos.
A la tarde
había probado usar Skype y con los datos funciona, así que quedé con Fermín
para hablar con él y mi mamá a las 10pm de Argentina. Puse la alarma a las
00:45 y me acosté. A la una de la mañana estaba listo sentado a la mesa de la
cocina esperando a que se conecten. Les tomó 45 minutos, lo quería matar a
Fermín. Al final pudimos y charlamos hasta las tres de la mañana, las 00 de
ellos. Con mi mamá hablamos de mi correo, me dijo que lo que yo veo
desproporcionado y exagerado es un estilo de expresión pensado para que
cualquier público lo pueda ver y entender los pasajes de la Biblia. Trazado con
líneas sencillas e imágenes que expresen claramente las situaciones.
Askeaton 10/11 – martes – adiós Luke
Esta mañana
después de desayunar, mientras estaba buscando alojamiento en Dublín, me llamó
Kaye. Me ofreció pagarme por rastrillar las hojas y cortar el pasto del jardín
de su suegra. Nunca había trabajado ahí, le dije que sí, me cambié y llevé las
herramientas. La rastrillada me tomó casi una hora, en el pasto había un
colchón de hojas bastante ancho y sobre el camino de piedritas había muchas que
además estaban mojadas y pegadas al suelo. Formé 12 pilones y me tomó más de 20
carretillas llenas llevar todo al compost. Le corté el pasto y, a pedido de
Gerry, recolecté nueces que habían caído en el jardín trasero. Me había pedido
que llene un balde, pero Kaye me pidió que no lo haga porque a su suegra no le
gusta que haya mucha actividad en su jardín, que lo haga rápido y sólo lo
necesario. Pero que si quiero puedo juntar algunas para mí. Eso hice, me llevé
los bolsillos de la campera roja llenos por la mitad de nueces.
Cuando terminé
eran las 11:30 y me estaba esperando un té. Después Kaye se fue al mercado y yo
limpié y pelé todas las nueces, tengo 106 listas para romperles el cascarón.
Mandé más mails antes de almorzar. A la 1:30 comí rápido, estábamos los tres, y
subí a prepararme para la clase. Durante la pedaleada pensé en lo que estaba
haciendo. Me estaba por ir a la ciudad, porque es más fácil conseguir alojamiento
y una entrada de dinero. También porque en el campo es particularmente difícil.
Pero estaba pensando parado donde sé moverme, donde tengo experiencia, en la
ciudad, seguramente se pueda hacer lo mismo en el campo pero con otro método,
pensando distinto. ¿No es eso lo que hace la gente que se va el verano entero a
Nueva Zelanda a cosechar Kiwi? Corté el hilo cuando llegué a la entrada de los
Massy (la familia de Luke).
Esta vez no
había autos en la puerta. Dejé la bici contra el paredón, toqué timbre y nada.
Toqué la puerta y nuevamente el timbre y salió Luke. Había estado lloviendo,
pero estaba despejando, y el pasto estaba más seco que el jueves. Cuando
pusimos las lonas estas se volaban constantemente y el viento se sentía frío.
Mejor adentro hoy. Fuimos a la habitación familiar, con varios sillones, una
estufa hogar, pinturas de los antepasados y un piano. El piso cubierto por una
alfombra muy grande y gruesa, nos vino bien. Antes de empezar le dije que era
la última clase, le expliqué a donde iba, le regalé media hora extra y le
ofrecí dejarle información.
[Clase mía con
Luke: De shomen otra vez la estufa hogar. Taiso y repaso de ukemi, que pase la
cadera hacia adelante sobre el final y que la levante bien cuando retrocede,
que entienda el balanceo. Repaso de taisabaki e introducción de kaiten. Gyaku
hanmi katate dori tenkan + kokyuho y ushuiro ukemi, incorporando lo aprendido.
Empujar palma con palma y salir de la línea, sentir al compañero y acompañar.
Palma con palma, contacto suave enfrentados, Nage/tori se mueve y uke lo sigue
sin despegar las manos. Mokuso.]
Mientras me
cambiaba le conté del Aikido en Limerick y de cómo entiendo yo la práctica y su
relación con los complementos como ser libros, artículos, videos, fotos. En la
puerta me pagó una hora y me dio su email.
Volví a lo de
los Griffin por el camino de siempre, disfrutando de mi último aire de campo en
esa fabulosa bici. Ya no más andar por la ruta y ver largos campos verdes,
perros guardianes que me ladren, vacas que se escapen, el sol entre las nubes y
las colinas. Dejé la bici en el galpón lateral, entré a la casa e hice algunos
llamados para alojamiento. Me dijo uno que mañana mismo puedo ir a verlo, de
hecho podía ir esta noche, pero Dublín está lejos para esta hora. Quedamos en
mañana. Durante la cena se lo comenté a Kaye y me dijo que me lleva a primera
hora a la parada en Rathkeale para que vaya a Limerick y llegue temprano a mi
destino, por las dudas.
Ayer murió un
vecino y ellos estuvieron atendiendo a los servicios funerarios. Anoche fueron
a la casa donde hubo una reunión, unas palabras del sacerdote, tomaron el té y contaron historias
y Gerry tocó la guitarra. Hoy se fueron a otro lado, no sé bien donde. Yo entré
a la pieza y me puse a armar la valija. Guardé la mitad de las cosas, me duché
para liberar más ropa y la cerré. Está a tope, igual que la mochila negra
chica, pero la azul está por la mitad, y eso que tiene la notebook y remeras.
Me quedaron los borsegos afuera. Me acosté casi a las 12.
Askeaton 11/11 – miércoles – Cambio
Arriba a las
6. Bajé todo a la puerta de entrada, me puse las zapatillas azules y metí los
borsegos, todavía embarrados, en dos bolsas de plástico, me los llevo como
bulto. La mesa estaba preparada desde anoche, había cereales. Me serví un poco
en el plato, el agregué media banana cortada en fetas, canela, miel y leche.
Después la tostada con manteca y mermelada y un café. Mientras ellos seguían
comiendo yo terminé de alistarme. A las 7:05 salimos. Me despedí de Gerry y
Kaye me llevó a Rathkeale, me despedí de ella y mientras el auto se alejaba en
dirección al campo me envolvió esa sensación de aventura. Estaba otra vez solo
y con todo un día por delante para encontrar un techo.
Llegó el
micro. Cuatro días atrás había pagado el boleto ida y vuelta a Limerick 13
euros, hoy me cobró 10,10 el boleto simple. Por otro lado, en la estación
compré un boleto simple a al centro de Dublín y lo pagué 13 euros, y desde el
aeropuerto me había costado 20. Hice tiempo un buen rato y terminé de leer
Utopía. Se me acercó un señor muy simpático que estaba repartiendo revistitas
con el título de “¿Qué es lo que nos dice
la Biblia?”. Las regalaba, me cayó bien, le recibí las dos. Cuando terminé
el libro abrí la primera. Es evangelista, el primer capítulo son 5 virtudes que
promueve la Biblia, encabezadas con el pasaje original en el que figuran,
seguida de una explicación y una o dos historias de gente que le cambió la vida
al aplicarla. Empecé a juzgar menos y leer y entender a qué se refieren, qué
nos quieren decir, pero no pude leer mucho. La forma de expresarse no me
convence. Es todo demasiado risueño y fantástico. Parecen historias de películas
estadounidenses con moralejas familiares. Se hizo la hora y subí al micro.
En el camino
leí un poco de las revistas, empecé la introducción de Utopía, no me gusta leer
las introducciones antes del libro, te cuentan todo. Escribí un poco, ya que estaba
bastante atrasado. Finalmente me dormí casi una hora. Lo suficiente para
despertarme y ver hermosos paisajes irlandeses y como de a poco so convertía en
ciudad. Está empezando…
FIN de ASKEATON
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