Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

jueves, 5 de noviembre de 2015

058-Askeaton 2~3/nov - Me leo y veo la rutina



Askeaton 2/11 – lunes – período de prueba

Me desperté con las primeras luces del día y bajé a ver cómo iba la subida de los archivos. Pensé que eran las 6am, porque el sol apenas estaba mostrando unos rayos, pero eran las 7am. El archivo no sólo no se había subido, sino que creó una imagen residual de su mismo tamaño en la memoria del teléfono y me lo dejó sobrecargado, casi inoperante. Estaba solo, así que bajé la compu y conecté el teléfono para liberar espacio, estaba tan lento que tardó en reconocer el usb. Lo dejé pensando y empecé con el desayuno. Esta vez Kaye no había dejado lista la avena, así que puse la mesa y preparé la avena desde cero. Encontré una caja roja que decía ‘Avena’, pero la consistencia era distinta a la que recordaba, confié en la caja y seguí la receta que me había dicho Gerry, una taza de avena, una de leche y dos de agua. Quedó muy líquido, lo puse en la hornalla y en otra puse el café. Me senté a liberar espacio en el teléfono y escuché como rebalsaba la cacerola, le había dejado la tapa puesta para que hierva más rápido y funcionó tan bien que no llegué a tiempo. Cerré el gas, limpié la avena que estaba por todos lados y le agregué más a la mezcla porque seguía líquida. Repetí el proceso varias veces hasta que me pasé y le tuve que agregar leche. Cuando estuve satisfecho la puse a hervir, esta vez sin la tapa y me quedé al lado. Cuando tuve todo listo apareció Gerry, una sorpresa que se haya levantado primero. Me dijo que me equivoqué de avena, la de todos los días estaba en un paquete de papel blanco, la que yo usé estaba triturada, necesita menos líquido y tiene otro sabor. A él no le gusta la que usé hoy, es muy pegajosa. Llegó Kaye y Gerry la llamó para hablar de algo que le perturbaba. Parece que encontró un vaso de vidrio roto en su taller. Roto como si alguien lo hubiera pisado, el gato estuvo toda la noche ahí, pero no podría haberlo hecho, y anoche el vaso no estaba roto en el suelo. Tiene que haber pasado mientras dormíamos. Es un misterio aún.
Nos sentamos a desayunar, cuando me unté la tostada con mermelada me dijo que estaba usando mucha, parecía enojado, estuvo de mal humor todo el día desde que vio el vaso, de todas formas era verdad, estaba poniendo mucha mermelada, me acordé de Patricio. Una vez me dijo algo así ‘Mirá que si no cubrís cada milímetro de la tostada con mermelada no explota, eh…’.

Subí a vestirme para el trabajo, le dediqué todo el día a cortar el arbusto gigante y a preparar el terreno del fondo para pasarle la cortadora de pasto.
Lo primero fue llenar de combustible la podadora y darle duro y parejo al arbusto. Este tiene unos 20 metros de largo, 3 de alto y 1,5 de ancho. Pero la mitad está de nuestro lado del alambrado y la otra en un campo vecino. Al menos a nuestro lado lo dejé de 40 cm. Le bajé un metro de altura y de largo lo dejé como estaba.
En el almuerzo hablé con Kaye sobre mi situación. A veces me olvido que estamos probando un mes a ver si funciona que yo esté acá. Ellos tienen una vida bastante completa, sin tiempos libres, y tenerme ahí supone no solo un gasto, tanto en la comida como en el trabajo que me pagan, sino un esfuerzo por acostumbrarse a una tercera persona en la casa. Todavía queda una semana más de prueba. Veremos qué pasa.
Limpié el fondo y con las tijeras corté más moras. Finalmente pasé la bordadora y me deshice de todo lo cortado. El pasto quedó listo para la máquina.
Guardé todo y practiqué un poco de boken antes de ducharme. Cenamos los tres como siempre. Pude solucionar el problema con el teléfono, así que esta noche seguro se sube todo. Lo dejé en la cocina y me acosté sin escribir. Estaba cansado.


Askeaton 03/11 – martes – segunda clase con Luke

Me desperté a las 5, bajé a ver el teléfono, todo iba bien, me acosté un ratito más y me volví a despertar a las 7:45, parece que estaba muy cansado. Desayune solo porque ellos ya habían terminado. Igual empecé a trabajar a las 9 como siempre. Hoy me tocó en el frente. Kaye me pidió que saque la enredadera de tres árboles y un cantero. Me tomó más de lo que esperaba. Hice dos árboles y medio antes del té de las 11. Entre eso y el almuerzo terminé el tercero y saqué el 20% de la que había en el cantero. Almorzamos y me preparé para la clase. Salí en la bici. Se acuerdan como dije que le calculé 8 minutos para llegar a lo de Luke? Fueron 15, por suerte aprendí a salir con tiempo de sobra. Me llevé el keikogi y la hakama. Si hacemos la clase adentro me visto completo. Pero no llovía y cuando llegué Luke me estaba esperando con dos lonas grandes extendidas sobre el césped frente a la casa. Me gusta, tiene interés.

[Clase mía con Luke 2: Taiso y elongación para aflojarle las piernas un poco. Introducción al ukemi, balanceo sobre la espalda seguido de levantar la cadera cuando va para atrás y cruzar las piernas cuando va para adelante. Le cuesta el migi hanmi. Arriba volvimos al ikyoundo. Trabajo sobre mantener la cadera en la misma altura al balancearse, le cuesta flexionar la pierna retrasada cuando pasa el peso atrás. Le estoy enseñando la diferencia entre trabajo libre y trabajo cantado, también más términos japoneses.]

Me pagó las dos clases y volví a lo de los Griffin. Me cambié de ropa en la pieza y volví al cantero. Esta vez con la bordadora y la podadora. Le di sin asco al sector entre los árboles y el arbusto que da a la calle. Kaye me dijo que solía pasar con la máquina de cortar el pasto por ahí. Vamos a por ello. Terminé cuando el sol yo no iluminaba. Guardé todo, un poco de boken y a la ducha. Escribí y cenamos. Milanesas de pescado con revuelto de verduras, espinaca hervida y lentejas. De postre un café y me quedé un buen rato con el teléfono. Subí a escribir hasta que me quedé dormido.


Askeaton 04/11 – miércoles – Calzoncillos largos

Finalmente pude ver los capítulos esta mañana. Bajé a desayunar a las 7:15 y ya habían terminado, se están despertando más temprano. Terminé rápido y sentí el frío que hacía afuera. Esta vez, mientras me cambiaba para trabajar, abrí el paquete de los calzoncillos largos que compré en Rusia. Llegó el día de usarlos. Salí y terminé de limpiar el cantero del frente, me tomó hasta el almuerzo pero lo saqué todo, ahora se puede caminar por detrás. Después fui al jardín por donde paso siempre a tirar los cortes en el compost. Le bajé el pastizal al piso al camino de piedras que hace rato estaba escondido. También saqué ramas de moras del sector que rodea el pozo que me había quedado pendiente, pero cuando fui a encender la bordadora para cortar la enredadera del suelo, esta no encendió. Le puse más combustible pero no hubo caso. Bueno, me desquité con la cortadora y corté todo ese jardín. Cuando estaba guardando todo pasé cerca del jardín donde había preparado todo para la máquina que tenía en las manos, ya casi no quedaba luz de día. Entré y le di todo lo que pude. Me detuve cuando vi salir un chispazo de debajo de la máquina. Creí que había cortado una piedra, pero el chispazo había sido lento y errático, y vi otro más después de haber apagado la máquina. Era yo, estaba viendo pequeños destellos de luz. Eso pasa cuando estoy agotado, mareado o con mucha hambre. Guardé todo y agarré el boken. Practiqué muy poco y me senté a meditar en el pasto. Mi intención era poder imaginar a alguien frente a mí y practicar los kumitachi con él. Pero como en toda meditación, la mente me mostró imágenes de de todo. Entonces me levanté y practiqué las formas según mi memoria. Dejé el boken, entré a la casa y me duché. Me puse a escribir hasta la hora de cenar.
Estaba sentado a la mesa y sentía como el cansancio me adormecía. Kaye nos sirvió el revuelto de verduras con espinaca y arroz para acompañar unas salchichas de cerdo. Con el primer bocado sentí como me volvía la energía al cuerpo. Muy rico. Después de cenar comimos compota de manzana con yogurt y nos tomamos un té con bizcochitos de manteca. Eran las 8pm, si los cálculos no me fallan, me dormí a las 8:30.

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