Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

viernes, 27 de noviembre de 2015

067-Dublín 21~22/nov - manejando la ruta



Dublín 21/11 – sábado – justito con la plata

Todo el día tirado en la cama. La gente se fue temprano no sé a dónde y mi compañero de cuarto, el único estudiante de la casa, y yo nos quedamos adentro hasta tarde. Escribí, vi películas e investigué un poco cómo ir al Parque Nacional Wicklow. Con Vinicius tenemos el plan de ir mañana.
A las 5:15 fui a verlo a Phil al bar, me pagó lo de esta semana, como sólo fueron dos días, porque el de prueba no cuenta, y hay un descuento por cenar en el lugar, no fue mucho lo que me dio. Me explicó cómo va a funcionar la semana que viene porque nos alternamos con Giovana. Que la conocí, de pasada nomás. De ahí fui directo a la oficina de turismo a que me informen del parque, no sabían nada pero me recomendaron ir a Bray que está en el límite de los condados de Dublín y Wicklow. Es más barato y un día que tenga más plata vamos más lejos. Conté mis euros y no llegaba a la renta del mes. Sacrifiqué 40 libras de los ahorros de Londres, los que no se tocan. Los estoy guardando para pagar deudas, pero me quedé sin y tuve que abrirlos.
Había quedado con Michael para encontrarnos en The Spire e ir a cenar con los chicos de la casa de Vitor en Star Pizza, tienen un combo de 5 euros. Me enteré que se les pinchó el plan de mañana. Iban a ir a Belfast pero el conductor se bajó a último momento. Entonces me preguntaron si yo podía manejar y si quería ir. Como no tengo plata de más, me quedan 20 euros, también me invitan el alquiler del auto, el combustible y el almuerzo. Al final sí me voy a Belfast el fin de semana, qué bueno. Salimos rumbo al súper a comprar la comida de mañana. Le escribí a Vinicius para posponer nuestro viaje a Wicklow pero no le llegaron los mensajes. Después de las compras nos separamos, quedamos en encontrarnos en The Spire a las 6 am. Caminé hasta la casa y toqué la puerta, todavía no tengo llave. Nadie abrió, le tiré un pedazo de madera a la ventana con luz y tampoco hubo respuesta. Lo llamé a Vinicius, el otro, el que nos alquila, y llegó al trote en ocho minutos para abrirme. Aún no tiene la llave, me la volvió a prometer para mañana y volvió con sus amigos. Lo quise llamar a Vinicius compañero de cuarto y me saltó un contestador en portugués, ahí me acordé que no tiene número irlandés. Le dejé un mensaje en WhatsApp y me puse a escribir con un café y a ver mejor los lugares de Juego de Tronos para ir mañana. También vamos a ir al museo del Titanic. Me acabo de enterar en el emblemático barco fue construido en Irlanda del Norte.

Basta de compu. Preparé la mochila y a dormir. Mañana voy a usar toda la ropa de invierno junta.


Dublín 22/11 – domingo – Belfast!

Me desperté varias veces durante la noche por la alergia. El colchón y el edredón sin funda son viejos y polvorientos. Sigo esperando a cobrar para comprar nuevos. A las 5 estaba despierto. Desayuné un café con dos tostadas y una manzana. Cerré la mochila y salí, otra vez sin llave. Espero tenerla esta noche. Caminé hacia el centro, al punto de encuentro con los chicos. En el camino se me acercó un tipo que me dijo ‘Sólo quiero hablar’. Bueno, caminamos juntos un buen rato. Me contó que hace unas horas ayudó a un hombre que se había desmayado y lo había dejado en la calle, que ahora estaba yendo a verlo. Cuando llegamos al Spire, mi destino, me invitó a que vea al hombre desmayado. Le dije que no y nos separamos. Se metió en una de las calles cercanas y yo me quedé en el monumento esperando a los chicos.

Caminamos hasta la parada del micro, este pasa a las 8:30 los domingos, siendo las 6:30 nos pusimos a buscar una alternativa. El otro micro que va al aeropuerto cuesta 6 euros por persona. Al final convencimos a un taxi para que nos cobre 25, en el camino nos convenció él y le pagamos 27.
Empezó la búsqueda del auto. Iban a reservar online pero no tenían mis datos. Me los pidieron por WhatsApp a las 12:30. Así que no los consiguieron a tiempo. Preguntamos en 3 agencias de alquiler, siempre con la misma frase. Queremos alquilar el auto para 5 personas más barato que tenga, Diesel, un día. En la primera nos tuvieron 5 minutos esperando mientras tecleaba. Nos dijo el precio, nos pidió algunos datos y después se disculpó porque no le quedaban autos, ¿estos datos no deberían saltar al abrir la pagina? En la segunda nos informaron en seguida del precio, 89 euros con seguro incluido, ok, pero fuimos a ver otra a ver si bajaba el precio. En Budget nos pasaron 59 euros precio final por un Ford Focus. No lo pensamos más. Dany, la única chica del grupo, pagó con su tarjeta de crédito y los chicos le pagaron sus cuartos. Me pusieron de conductor principal y ella de secundario, por las dudas. Al final nos dio un Skoda Octavia, que es más amplio.

El súper equipo
Otra vez esa sensación de libertad. Eran las 7:30am y tenía las llaves de un auto en la mano y un plan de manejarlo todo el día por el norte de la isla. Fuimos a buscarlo, el baúl es enorme. Qué felicidad, nos vamos a Belfast.

El organizador de todo esto es Rodolfo. Al ubicarnos Michael se autonombró co-piloto y se sentó en el asiento del acompañante. Dany es la promotora del viaje, la que puso la cara en la agencia de alquiler. Los roles de Marcos y el mío estaban por definirse aún.
Siguiendo el gps de Michael cruzamos de la República de Irlanda a Irlanda del Norte, antes de cruzar la línea fronteriza, que no tiene migraciones, cambiamos de destino en el mapa. Sacamos la ciudad de Belfast y pusimos el castillo más al sur que (que tenemos más cerca) que hizo de set para Juego de Tronos, Castle Ward. Había dos caminos, ambos calculados para recorrerlos en casi en el mismo tiempo, pero uno es mucho más corto que el otro. Yo usé mis poderes deductivos y pensé que si estamos en el condado de Belfast tiene que haber montañas, así que si este camino es más corto pero igual de lento debe ser de cornisa. Vamos por ahí. Me equivoqué, era de calles angostas de campo, como las del sur de Limerick. Igual vimos lindos paisajes y algún que otro lago.

Castle Ward, Winterfel
Llegamos al castillo, no es un castillo, es una zona bastante grande con 3 castillos y demás ruinas medievales. Dejamos el auto en el estacionamiento frente a la oficina de turismo, que estaba cerrada. Caminamos hasta una plaza y encontramos otra oficina donde conseguimos un mapa. En ese momento estábamos perdidos y desorientados. No sabíamos qué era Castle Ward ni dónde estaban los lugares de Juego de Tronos. Cuando aparecí con el mapa y la info me nombraron capitán, ese fue mi rol. Desde entonces me siguieron a donde yo decidiera, aunque me perdí un par de veces me siguieron siguiendo. Cambiamos el auto de lugar y fuimos a ver el punto más cercano, el 4 en el mapa, el granero. Parecía un restaurante cerrado, pero en frente había una arcada en una muralla que daba a una entrada al agua, muy linda. Pasamos al siguiente punto, acá ya era todo caminando. La plaza del castillo. Este lugar fue usado como el set de filmación para Winterfel, el castillo de la Casa Stark en Juego de Tronos. Vimos a un hombre vestido como un Stark, tenía una réplica de goma de la espada de Jon Snow y dos labradores medio gordos y viejos, sus lobos. Estaba preparando todo para un cumpleaños. Acá hacen diferentes festejos, incluyendo bodas, tematizados como la serie. Nos invitó adentro y nos mostró una película de dos minutos mientras nos explicó cómo nació la serie de HBO más vista de estos tiempos. Él es el dueño de estas tierras junto con otros más. Hace varios años vio que la BBC estaba buscando castillos para filmar una miniserie basada en la obra de George Martin, ofreció su lugar y siguió con su vida. Seis meses después lo llamaron para hacer un piloto. Los tipos cayeron en helicóptero a estudiar la zona, quedaron maravillados con los tres castillos. En la película corta se ve como prepararon el lugar. El suelo pavimentado fue totalmente cubierto de arena, cal y piedras durante la totalidad del rodaje. El castillo estaba en ruinas y había sido restaurado, pero no quedaba mucho de él. Usaron la estructura y agregaron por computadora la grandilocuencia que se ve en la serie. El piloto fue un éxito rotundo y volvieron a seguir filmando unos meses después. A continuación nos mostró el guardarropa, tienen disfraces originales para que se los pongan los clientes durante la comida y los paseos. Entramos a la carpa con fogata donde comen en los eventos y vimos donde practican arquería. Al final nos dijo que no cobran por esa explicación que nos dio pero que sí venden algunas cositas para que colaboremos con su trabajo. Nos entretuvo y nos bañó de información durante media hora, algo le teníamos que comprar. Los chicos no tenían libras esterlinas. Yo volví a abrir el bolsillo mágico y saqué 20 libras de los ahorros intocables. Le compré una moneda de la casa Stark a 10, no me pude ir sin pagar por su trabajo.
Costa Este
Salimos de la plaza y leyendo el mapa empezamos a recorrer la costa este de la península. El paisaje tanto en tierra como en agua son hermosos. Nos acompañó un espléndido día de sol. Vimos algunos puntos de la serie que no reconocimos. En el punto de retorno hay una torre bastante alta y solitaria con un cartel que indica que es un castillo. Será lo que quedó de las ruinas. Se parece a una escena de la temporada 4, pero no estoy seguro. De todas formas es un lindo paisaje, caminamos alrededor y sacamos muchas fotos.
A continuación nos metimos por un sendero que dice ser el camino de Rob Stark, donde se enamoró de su futura esposa. Aquí también está el árbol con los cuerpos colgados que se encuentran Brien y Jamie. Por alguna razón extraña volvimos al mismo punto de inicio del sendero. Era circular parece, y yo que creía que estábamos volviendo al castillo. Tomamos una calle que apuntaba a donde queríamos ir, pero esta dobló algunas veces. Algo perdido vi nuestra ubicación en el gps y nos estábamos alejando. Volvimos, en el camino me hice un mate. A Rodolfo le gustó. Encontramos el sendero que quería. Pasamos por el templo del agua, es chico y está escondido y elevado, tiene una vista espectacular a las colinas y a un río. Bajamos a verlo para enterarnos que era un lago largo, lo rodeamos y pasamos por un camino arbolado precioso, a la izquierda se veía el castillo que hiso de Winterfel en la serie. Nos sacamos fotos en un tremendo árbol y volvimos al auto.
Audley Castle
Manejamos hasta Belfast, como era temprano decidimos ir a otro castillo de Juego de Tronos. Los caminos a los otros tres puntos que tenía marcados pasaban por la capital. Elegimos el castillo de Shanes apostando a que sea Castle Black. Quisimos corroborarlo en internet pero al cambiar de país los datos móviles dejaron de funcionar. Atravesar la ciudad nos tomó más tiempo de lo pensado, parece que el tránsito lento es común en las capitales de las Islas Británicas. Sumado a eso, como no podía ser de otra forma, nos perdimos y nos pasamos de la entrada varias veces. Pasa que este castillo no está exageradamente señalizado como otros. Cruzando la arcada hay una casa antigua con un cartel que dice que el castillo está cerrado al público, pero había una tranquera abierta sin letreros de prohibido pasar. Nos mandamos y llegamos a una muralla con cañones y paredes en ruinas. Nos brillaban los ojitos, estábamos seguros de haber acertado con Castle Black, sólo nos quedaba encontrar la puerta del muro. Sacamos varias fotos y se nos acercó un hombre a decirnos que no se puede hacer eso. Podemos pasear y ver, pero no fotografiar. Están preparando el lugar para filmar más escenas, seguramente de la temporada 7.  Caminamos hasta el límite de la muralla y la vista nos deslumbró. Estos paisajes son siempre lo mismo, una edificación medieval con bosque alrededor y un lago, río o mar adornando la vista. Pero la composición y los colores hacen la diferencia. Nos enamoramos del lugar.
Templo del agua

Este fue el último destino histórico. Volvimos a la ciudad sabiendo que ya no llegábamos a ver las galerías del museo Titanic, pero al menos queríamos verlo por fuera y el puerto. Por fuera es espectacularmente grande, con forma de estrella siendo cada pico una proa. Frente a la entrada principal delinearon las dos tremendas mitades del barco con luces led. Ahí estaba el astillero donde lo construyeron. Desde un extremo no se ve el otro. El edificio seguía abierto, entramos a usarles el baño y a chusmear. Tienen una araña como en el salón de la película. En la tienda de regalos venden lo que se imaginen, los chicos compraron alguna cosita.
Salimos y sacamos más fotos, a mi me dio frío y fui a buscar le auto, cuando llegué hasta ellos me staban esperando para una foto grupal, una súper selfie con el brazo largo de Rodolfo.

Nueva misión, tomar una pinta en un pub de Irlanda del Norte. Estacionamos en el centro y caminamos un poco. En el interior del parque frontal de un edificio muy parecido a la casa blanca de Washington había un mercado de comida grandísimo, quisimos entrar pero ya estaba cerrando. Empezó la búsqueda del bar. Rechazaron dos porque no los dejaban pagar en euros, entonces le vendí a Rodolfo las 10 libras que me dieron de cambio en el primer castillo esta mañana y se tomó su pinta. El pub es muy irlandés, tiene un cartel con el orgulloso premio al mejor bar del año. En una esquina había 4 músicos, una flauta, un trombón y dos gaitas, tocando música tradicional. Estuvo muy bien. Los dejé con sus alcoholes y me fui a dormir unos minutos al auto.
Museo Titanic

Poco después de haber conciliado el sueño apareció la tropa. Me puse a estirar en la vereda y emprendimos la vuelta. Salir de Belfast fue difícil, no encontrábamos una calle que nos lleve a la ruta, eran todas contramano. Cuando finalmente salimos tomamos varios giros equivocados y retomamos para la ciudad más de una vez, pero logramos hallar la ruta correcta. Cuando volvimos a cruzar la línea fronteriza imaginaria volvieron los datos móviles, pero ya no los necesitábamos, cada pocos kilómetros había carteles indicando Dublín, y más adelante el aeropuerto. Nos detuvimos en una estación de servicio a 15 minutos del aeropuerto. ‘Es diesel, no? – Sí. – Seguro? Le pongo diesel, eh! – Ponele nomás’. Le cargamos poco más de medio tanque de diesel y manejamos el último tramo. Nos habían indicado esta mañana que si llegábamos antes de las 10pm hay que ir tal lugar y que si llegábamos después había que ir al otro, pero llegamos a las 10. Fuimos al primero y de casualidad quedaba un dependiente en el escritorio. Le dejamos las llaves y una combi nos devolvió a la terminal 1 desde donde nos tomamos un micro de línea de regreso al centro. Nos despedimos en el Spire, de Michael más que del resto porque mañana se va y no vuelve, el resto se queda varias semanas y uno hasta meses.

Fue un gran día. Volví caminando en el frío de la noche aún con el temor de no poder entrar a la casa, seguía sin llave y Vinicius el que alquila no me respondía los WhatsApp. Por suerte Vinicius compañero de cuarto sí lo hizo, estaba en la casa y me abrió la puerta. Cuando me fui a duchar me la crucé a la novia del primer Vinicius, me dio la llave y le pagué el mes. Me quedan 14 euros. Pedí permiso para usar un juego de sábanas que hace unos días está en el sillón de la sala común, me dijo que sí, así que me hice la cama con una sábana y para no usar el edredón maligno que me produce alergia me llevé una segunda manta de polar. Me acosté mucho más a gusto que las dos últimas noches.

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