Dublín 21/11 – sábado – justito con la plata
Todo el día
tirado en la cama. La gente se fue temprano no sé a dónde y mi compañero de
cuarto, el único estudiante de la casa, y yo nos quedamos adentro hasta tarde.
Escribí, vi películas e investigué un poco cómo ir al Parque Nacional Wicklow.
Con Vinicius tenemos el plan de ir mañana.
A las 5:15 fui
a verlo a Phil al bar, me pagó lo de esta semana, como sólo fueron dos días,
porque el de prueba no cuenta, y hay un descuento por cenar en el lugar, no fue
mucho lo que me dio. Me explicó cómo va a funcionar la semana que viene porque
nos alternamos con Giovana. Que la conocí, de pasada nomás. De ahí fui directo
a la oficina de turismo a que me informen del parque, no sabían nada pero me
recomendaron ir a Bray que está en el límite de los condados de Dublín y
Wicklow. Es más barato y un día que tenga más plata vamos más lejos. Conté mis
euros y no llegaba a la renta del mes. Sacrifiqué 40 libras de los ahorros de
Londres, los que no se tocan. Los estoy guardando para pagar deudas, pero me
quedé sin y tuve que abrirlos.
Había quedado
con Michael para encontrarnos en The Spire e ir a cenar con los chicos de la
casa de Vitor en Star Pizza, tienen un combo de 5 euros. Me enteré que se les
pinchó el plan de mañana. Iban a ir a Belfast pero el conductor se bajó a
último momento. Entonces me preguntaron si yo podía manejar y si quería ir.
Como no tengo plata de más, me quedan 20 euros, también me invitan el alquiler
del auto, el combustible y el almuerzo. Al final sí me voy a Belfast el fin de
semana, qué bueno. Salimos rumbo al súper a comprar la comida de mañana. Le
escribí a Vinicius para posponer nuestro viaje a Wicklow pero no le llegaron
los mensajes. Después de las compras nos separamos, quedamos en encontrarnos en
The Spire a las 6 am. Caminé hasta la casa y toqué la puerta, todavía no tengo
llave. Nadie abrió, le tiré un pedazo de madera a la ventana con luz y tampoco
hubo respuesta. Lo llamé a Vinicius, el otro, el que nos alquila, y llegó al
trote en ocho minutos para abrirme. Aún no tiene la llave, me la volvió a
prometer para mañana y volvió con sus amigos. Lo quise llamar a Vinicius
compañero de cuarto y me saltó un contestador en portugués, ahí me acordé que
no tiene número irlandés. Le dejé un mensaje en WhatsApp y me puse a escribir
con un café y a ver mejor los lugares de Juego de Tronos para ir mañana.
También vamos a ir al museo del Titanic. Me acabo de enterar en el emblemático
barco fue construido en Irlanda del Norte.
Basta de
compu. Preparé la mochila y a dormir. Mañana voy a usar toda la ropa de
invierno junta.
Dublín 22/11 – domingo – Belfast!
Me desperté varias
veces durante la noche por la alergia. El colchón y el edredón sin funda son
viejos y polvorientos. Sigo esperando a cobrar para comprar nuevos. A las 5
estaba despierto. Desayuné un café con dos tostadas y una manzana. Cerré la
mochila y salí, otra vez sin llave. Espero tenerla esta noche. Caminé hacia el
centro, al punto de encuentro con los chicos. En el camino se me acercó un tipo
que me dijo ‘Sólo quiero hablar’. Bueno,
caminamos juntos un buen rato. Me contó que hace unas horas ayudó a un hombre
que se había desmayado y lo había dejado en la calle, que ahora estaba yendo a
verlo. Cuando llegamos al Spire, mi destino, me invitó a que vea al hombre
desmayado. Le dije que no y nos separamos. Se metió en una de las calles
cercanas y yo me quedé en el monumento esperando a los chicos.
Caminamos
hasta la parada del micro, este pasa a las 8:30 los domingos, siendo las 6:30
nos pusimos a buscar una alternativa. El otro micro que va al aeropuerto cuesta
6 euros por persona. Al final convencimos a un taxi para que nos cobre 25, en
el camino nos convenció él y le pagamos 27.
Empezó la
búsqueda del auto. Iban a reservar online pero no tenían mis datos. Me los
pidieron por WhatsApp a las 12:30. Así que no los consiguieron a tiempo.
Preguntamos en 3 agencias de alquiler, siempre con la misma frase. Queremos alquilar el auto para 5 personas
más barato que tenga, Diesel, un día. En la primera nos tuvieron 5 minutos
esperando mientras tecleaba. Nos dijo el precio, nos pidió algunos datos y
después se disculpó porque no le quedaban autos, ¿estos datos no deberían
saltar al abrir la pagina? En la segunda nos informaron en seguida del precio,
89 euros con seguro incluido, ok, pero fuimos a ver otra a ver si bajaba el
precio. En Budget nos pasaron 59 euros precio final por un Ford Focus. No lo
pensamos más. Dany, la única chica del grupo, pagó con su tarjeta de crédito y
los chicos le pagaron sus cuartos. Me pusieron de conductor principal y ella de
secundario, por las dudas. Al final nos dio un Skoda Octavia, que es más
amplio.
El organizador
de todo esto es Rodolfo. Al ubicarnos Michael se autonombró co-piloto y se
sentó en el asiento del acompañante. Dany es la promotora del viaje, la que
puso la cara en la agencia de alquiler. Los roles de Marcos y el mío estaban
por definirse aún.
Siguiendo el
gps de Michael cruzamos de la República de Irlanda a Irlanda del Norte, antes
de cruzar la línea fronteriza, que no tiene migraciones, cambiamos de destino
en el mapa. Sacamos la ciudad de Belfast y pusimos el castillo más al sur que
(que tenemos más cerca) que hizo de set para Juego de Tronos, Castle Ward.
Había dos caminos, ambos calculados para recorrerlos en casi en el mismo tiempo,
pero uno es mucho más corto que el otro. Yo usé mis poderes deductivos y pensé
que si estamos en el condado de Belfast tiene que haber montañas, así que si
este camino es más corto pero igual de lento debe ser de cornisa. Vamos por
ahí. Me equivoqué, era de calles angostas de campo, como las del sur de
Limerick. Igual vimos lindos paisajes y algún que otro lago.
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Castle Ward, Winterfel |
Llegamos al
castillo, no es un castillo, es una zona bastante grande con 3 castillos y
demás ruinas medievales. Dejamos el auto en el estacionamiento frente a la
oficina de turismo, que estaba cerrada. Caminamos hasta una plaza y encontramos
otra oficina donde conseguimos un mapa. En ese momento estábamos perdidos y
desorientados. No sabíamos qué era Castle Ward ni dónde estaban los lugares de
Juego de Tronos. Cuando aparecí con el mapa y la info me nombraron capitán, ese
fue mi rol. Desde entonces me siguieron a donde yo decidiera, aunque me perdí
un par de veces me siguieron siguiendo. Cambiamos el auto de lugar y fuimos a
ver el punto más cercano, el 4 en el mapa, el granero. Parecía un restaurante
cerrado, pero en frente había una arcada en una muralla que daba a una entrada
al agua, muy linda. Pasamos al siguiente punto, acá ya era todo caminando. La
plaza del castillo. Este lugar fue usado como el set de filmación para
Winterfel, el castillo de la Casa Stark en Juego de Tronos. Vimos a un hombre
vestido como un Stark, tenía una réplica de goma de la espada de Jon Snow y dos
labradores medio gordos y viejos, sus lobos. Estaba preparando todo para un
cumpleaños. Acá hacen diferentes festejos, incluyendo bodas, tematizados como
la serie. Nos invitó adentro y nos mostró una película de dos minutos mientras
nos explicó cómo nació la serie de HBO más vista de estos tiempos. Él es el
dueño de estas tierras junto con otros más. Hace varios años vio que la BBC estaba
buscando castillos para filmar una miniserie basada en la obra de George
Martin, ofreció su lugar y siguió con su vida. Seis meses después lo llamaron
para hacer un piloto. Los tipos cayeron en helicóptero a estudiar la zona,
quedaron maravillados con los tres castillos. En la película corta se ve como
prepararon el lugar. El suelo pavimentado fue totalmente cubierto de arena, cal
y piedras durante la totalidad del rodaje. El castillo estaba en ruinas y había
sido restaurado, pero no quedaba mucho de él. Usaron la estructura y agregaron
por computadora la grandilocuencia que se ve en la serie. El piloto fue un
éxito rotundo y volvieron a seguir filmando unos meses después. A continuación nos
mostró el guardarropa, tienen disfraces originales para que se los pongan los
clientes durante la comida y los paseos. Entramos a la carpa con fogata donde
comen en los eventos y vimos donde practican arquería. Al final nos dijo que no
cobran por esa explicación que nos dio pero que sí venden algunas cositas para
que colaboremos con su trabajo. Nos entretuvo y nos bañó de información durante
media hora, algo le teníamos que comprar. Los chicos no tenían libras esterlinas.
Yo volví a abrir el bolsillo mágico y saqué 20 libras de los ahorros
intocables. Le compré una moneda de la casa Stark a 10, no me pude ir sin pagar
por su trabajo.
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Costa Este |
A continuación
nos metimos por un sendero que dice ser el camino de Rob Stark, donde se
enamoró de su futura esposa. Aquí también está el árbol con los cuerpos
colgados que se encuentran Brien y Jamie. Por alguna razón extraña volvimos al
mismo punto de inicio del sendero. Era circular parece, y yo que creía que
estábamos volviendo al castillo. Tomamos una calle que apuntaba a donde
queríamos ir, pero esta dobló algunas veces. Algo perdido vi nuestra ubicación
en el gps y nos estábamos alejando. Volvimos, en el camino me hice un mate. A
Rodolfo le gustó. Encontramos el sendero que quería. Pasamos por el templo del
agua, es chico y está escondido y elevado, tiene una vista espectacular a las
colinas y a un río. Bajamos a verlo para enterarnos que era un lago largo, lo
rodeamos y pasamos por un camino arbolado precioso, a la izquierda se veía el
castillo que hiso de Winterfel en la serie. Nos sacamos fotos en un tremendo
árbol y volvimos al auto.
Manejamos
hasta Belfast, como era temprano decidimos ir a otro castillo de Juego de
Tronos. Los caminos a los otros tres puntos que tenía marcados pasaban por la
capital. Elegimos el castillo de Shanes apostando a que sea Castle Black.
Quisimos corroborarlo en internet pero al cambiar de país los datos móviles
dejaron de funcionar. Atravesar la ciudad nos tomó más tiempo de lo pensado,
parece que el tránsito lento es común en las capitales de las Islas Británicas.
Sumado a eso, como no podía ser de otra forma, nos perdimos y nos pasamos de la
entrada varias veces. Pasa que este castillo no está exageradamente señalizado
como otros. Cruzando la arcada hay una casa antigua con un cartel que dice que
el castillo está cerrado al público, pero había una tranquera abierta sin
letreros de prohibido pasar. Nos mandamos y llegamos a una muralla con cañones
y paredes en ruinas. Nos brillaban los ojitos, estábamos seguros de haber
acertado con Castle Black, sólo nos quedaba encontrar la puerta del muro.
Sacamos varias fotos y se nos acercó un hombre a decirnos que no se puede hacer
eso. Podemos pasear y ver, pero no fotografiar. Están preparando el lugar para
filmar más escenas, seguramente de la temporada 7. Caminamos hasta el límite de la muralla y la
vista nos deslumbró. Estos paisajes son siempre lo mismo, una edificación
medieval con bosque alrededor y un lago, río o mar adornando la vista. Pero la
composición y los colores hacen la diferencia. Nos enamoramos del lugar.
Este fue el
último destino histórico. Volvimos a la ciudad sabiendo que ya no llegábamos a
ver las galerías del museo Titanic, pero al menos queríamos verlo por fuera y
el puerto. Por fuera es espectacularmente grande, con forma de estrella siendo
cada pico una proa. Frente a la entrada principal delinearon las dos tremendas
mitades del barco con luces led. Ahí estaba el astillero donde lo construyeron.
Desde un extremo no se ve el otro. El edificio seguía abierto, entramos a
usarles el baño y a chusmear. Tienen una araña como en el salón de la película.
En la tienda de regalos venden lo que se imaginen, los chicos compraron alguna
cosita.
Salimos y sacamos
más fotos, a mi me dio frío y fui a buscar le auto, cuando llegué hasta ellos me
staban esperando para una foto grupal, una súper selfie con el brazo largo de
Rodolfo.
Nueva misión,
tomar una pinta en un pub de Irlanda del Norte. Estacionamos en el centro y
caminamos un poco. En el interior del parque frontal de un edificio muy
parecido a la casa blanca de Washington había un mercado de comida grandísimo,
quisimos entrar pero ya estaba cerrando. Empezó la búsqueda del bar. Rechazaron
dos porque no los dejaban pagar en euros, entonces le vendí a Rodolfo las 10
libras que me dieron de cambio en el primer castillo esta mañana y se tomó su
pinta. El pub es muy irlandés, tiene un cartel con el orgulloso premio al mejor
bar del año. En una esquina había 4 músicos, una flauta, un trombón y dos
gaitas, tocando música tradicional. Estuvo muy bien. Los dejé con sus alcoholes
y me fui a dormir unos minutos al auto.
Poco después
de haber conciliado el sueño apareció la tropa. Me puse a estirar en la vereda
y emprendimos la vuelta. Salir de Belfast fue difícil, no encontrábamos una
calle que nos lleve a la ruta, eran todas contramano. Cuando finalmente salimos
tomamos varios giros equivocados y retomamos para la ciudad más de una vez,
pero logramos hallar la ruta correcta. Cuando volvimos a cruzar la línea fronteriza
imaginaria volvieron los datos móviles, pero ya no los necesitábamos, cada
pocos kilómetros había carteles indicando Dublín, y más adelante el aeropuerto.
Nos detuvimos en una estación de servicio a 15 minutos del aeropuerto. ‘Es diesel, no? – Sí. – Seguro? Le pongo
diesel, eh! – Ponele nomás’. Le cargamos poco más de medio tanque de diesel
y manejamos el último tramo. Nos habían indicado esta mañana que si llegábamos
antes de las 10pm hay que ir tal lugar y que si llegábamos después había que ir
al otro, pero llegamos a las 10. Fuimos al primero y de casualidad quedaba un
dependiente en el escritorio. Le dejamos las llaves y una combi nos devolvió a
la terminal 1 desde donde nos tomamos un micro de línea de regreso al centro. Nos
despedimos en el Spire, de Michael más que del resto porque mañana se va y no
vuelve, el resto se queda varias semanas y uno hasta meses.
Fue un gran
día. Volví caminando en el frío de la noche aún con el temor de no poder entrar
a la casa, seguía sin llave y Vinicius el que alquila no me respondía los
WhatsApp. Por suerte Vinicius compañero de cuarto sí lo hizo, estaba en la casa
y me abrió la puerta. Cuando me fui a duchar me la crucé a la novia del primer
Vinicius, me dio la llave y le pagué el mes. Me quedan 14 euros. Pedí permiso
para usar un juego de sábanas que hace unos días está en el sillón de la sala
común, me dijo que sí, así que me hice la cama con una sábana y para no usar el
edredón maligno que me produce alergia me llevé una segunda manta de polar. Me
acosté mucho más a gusto que las dos últimas noches.
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