Me desperté temprano para ir a la oficina de empleo a preguntar sobre mi situación, y vi que me había llegado una respuesta de uno de los trabajos de jardinería para los que había aplicado por Internet. Le respondí y me dijo que lo vea a las 12 hoy mismo. El gps dice que me tomará 50 minutos llegar en bici, y siendo yo en Londres no me puedo fiar de eso. Me apuré a la oficinia de empleo que por suerte estaba vacía. Me dijeron que por ser europeo no tendría que hacer ningún trámite para ir a las entrevistas, que con el pasaporte alcanza, pero que cuando me contraten tengo que presentar el Número de Seguridad Nacional. Al salir me di cuenta que sólo tengo un pantalón largo y entré al Stratford Centre y me compré el más barato, un jogging que alguna vez estuvo de moda (tiene diseño) a 10 libras. Volví a la casa a cambiarme y volé a la entrevista.
Esta vez no hay fotos porque estaba apurado, pero este recorrido es hermoso. El gps me mandó por senderos para peatones y bicicletas, que recorren gran parte del Regent’s Canal. Pedaleando al borde del canal esquivando peatones y siempre por mi izquierda. En el camino hice lo impensado, el pecado del conductor, entré a una rotonda por la izquierda. Se sintió muy raro y veo que los ciclistas londinenses están muy acostumbrados y todos me pasan. Y la mayoría van vestidos de ciclistas, no sé si habrá tanta gente entrenando o es que se visten así y cuando llegan a destino se cambian. Lo otro interesante es que ir en bici, en autobús o en auto supone tiempos similares, el tránsito es muy lento en Londres y las bici-sendas funcionan de maravilla.
Claro que me perdí, y me pasé más de una vez, y me la pasé frenando para ver el mapa. Por eso llegué un poco tarde (no tanto como el sábado a lo de los bicitaxi). Tenía mal la dirección, así que me llamó y fui a donde sí era. Se llama Geoff Griffin, es el director y, hasta hoy, único trabajador de su empresa que se dedica al mantenimiento de jardines privados, mayormente en casas. La dirección es de su casa, dejo a bici ahí y vamos en su camioneta a trabajar en el primer jardín. Le cuento de mi experiencia en mantenimiento de jardines en Hawaii y del propósito de mi viaje. Sale el tema de Karate. Él también entrenó Goju Ryu Karate Do y hace un año que no hace nada, quiere volver, congeniamos por ese lado.
Claro que me perdí, y me pasé más de una vez, y me la pasé frenando para ver el mapa. Por eso llegué un poco tarde (no tanto como el sábado a lo de los bicitaxi). Tenía mal la dirección, así que me llamó y fui a donde sí era. Se llama Geoff Griffin, es el director y, hasta hoy, único trabajador de su empresa que se dedica al mantenimiento de jardines privados, mayormente en casas. La dirección es de su casa, dejo a bici ahí y vamos en su camioneta a trabajar en el primer jardín. Le cuento de mi experiencia en mantenimiento de jardines en Hawaii y del propósito de mi viaje. Sale el tema de Karate. Él también entrenó Goju Ryu Karate Do y hace un año que no hace nada, quiere volver, congeniamos por ese lado.
Ya en el jardín, me mostró las herramientas y me enseñó cómo las usa él, su estilo. Cortamos el pasto, soplamos hojas y plantamos. Trabajar la tierra, las hojas y el pasto me recordó a Hawaii y me sentí bien. Cuando me explica cómo hacer las cosas y cómo tratar las herramientas se nota que le gusta y que las respeta tanto como a la tierra que trabaja. Camino de vuelta a su casa me dice que está entusiasmado con una idea que se le acaba de ocurrir. Como yo también entreno Goju Ryu y él quiere volver a entrenar me dijo de practicar después de terminar con los jardines. Además, su maestro le propuso que asista a las clases para profesores dos veces por semana, cosa que le corta el trabajo de dos días, pero si yo trabajo con él me puedo sumar a las clases y después vamos a seguir con los jardines. Me gustó la idea.
Ya en su casa me dice que lo que el hace es subcontratar gente, así que me tengo que inscribir como Self Employed (autónomo) para generar facturas, después el me paga por semana en efectivo o por transferencia si llegara a abrir una cuenta acá.
Ya en su casa me dice que lo que el hace es subcontratar gente, así que me tengo que inscribir como Self Employed (autónomo) para generar facturas, después el me paga por semana en efectivo o por transferencia si llegara a abrir una cuenta acá.
Bien, me voy a casa, pero antes llamo al número de la seguridad social para una cita, no me atienden, Beethoven suena como loco del otro lado. Voy a una oficina de empleo y me dicen que llame. Vuelvo a insistir y me atienden dos veces, ambas veces me cortan porque no se escucha. Vuelvo a la casa para hablar desde ahí, a ver si sin ruido de calle me atienden. Llamo a las 6:06, la máquina me dice que lo siente pero cerraron a las 6:00. Que llame mañana a las 9. ¡Yo entro a trabajar con Jeoff a las 7:30!
Igual estoy contento, porque ahora tengo en la cabeza este plan de rutina de Londres: Pedalear 9 millas por la mañana temprano, trabajar en los jardines hasta las 4 y pedalear otras 9 millas a casa. Si se da lo de Karate, lunes y miércoles entre jardines le metemos 2 horas de práctica. Y si congeniamos con el dojo de London Aikikai de martes a viernes entrenaría a la noche, a esas prácticas iría en transporte público, para no morir en la bici, vió…
Ya en la casa y habiendo fracasado con la seguridad social voy al súper y compro la comida de la semana. Mi compañero de cuarto se durmió y me ocupó los dos enchufes, así que saqué la compu, le enchufé el cargador y el teléfono (los maté a ambos). Me cocino algo improvisado y acá estamos. Está a noche a dormir temprano que mañana me despierto a las 5:30.
Muy productivo tu día!!!! Buenísimo Nahu, ojalá resulte, pinta lindo el plan londinense!!!!
ResponderEliminarEL ABUELO - Leo entusiasmado tus escritos, y te voy a pedir un favor. Direcciones, porque me gusta buscar en los planos.-
ResponderEliminarUn abrazom chau.