19/8 – miércoles – mejorando en el trabajo / notición de Aikido
Hoy en los jardines ya se empezaron
a notar mis líneas más rectas y uniformes. Geoff está de buen humor, siente que
me puede decir ‘Cortá el pasto y guardá
la máquina’, y, aunque no quede perfecto, es suficiente, se acelera el
trabajo.
Como ya me acostumbré a la ruta de
vuelta, y esta no pasa por ningún parque, me desvié un poco para terminar lo
que me quedaba en el tupper, un revuelto de arroz con cebolla y panceta. Paré
en uno chico (para los estándares de Londres), si bien era de gran tamaño, se
le veían los límites desde donde estaba sentado.
Ya hace varios días que para ahorrar
batería y datos móviles, los desactivo durante la jornada de trabajo. Cuando llegué
a casa tenía de todo para revisar. Entre las notificaciones de Facebook tenía
una de David Sánchez, uno de los tres senseis con los que entrené en Madrid. Me
etiquetó en un afiche del 30 aniversario del United Kingdom Aikikai, al que
asistiría como invitado especial, y principal instructor, Waka Sensei, el
bisnieto del fundador del Aikido y futuro líder de la organización mundial. El
curso se llevará a cabo este sábado y domingo. Como los ingleses son muy
organizados temí ya no estar a tiempo de anotarme. Le mandé un mail al
organizador y esperé la respuesta.
Y por hoy estamos, me fui a dormir
pensando en el seminario y en Telford, que es donde se va a celebrar.
20/8 – jueves – trabajo hasta tarde / buscando transporte a Telford
Hoy, como todos los jueves, nos tocó
ir al pueblo de Bushy. Donde están la mayoría de sus mejores clientes. Hicimos 4
jardines que nos tomaron todo el día. Terminamos a las 5:30. Le dimos duro y
parejo.
Como estaba ansioso, activé los datos
móviles para revisar los mails y los volví a desactivar. Esto lo repetí unas 5
veces. Finalmente llegó la confirmación de que puedo participar. Nomás llegar a
casa abrí la laptop y me anoté. Para mi sorpresa tanto el seminario como la cena
se podían pagar con Paypal, y así fue como me saqué 76 libras de la cuenta. Si
sigo encontrando cosas para pagar así no voy a tener que usar cuentas
corrientes ajenas.
Bien, paso 1 listo. Estaba
inscripto, que era lo más importante. Ahora paso dos, llegar hasta Telford.
Busqué opciones. Como tengo que trabajar el lunes no me quería tomar 4 horas y
media para llegar en autobus, elegí tren, en total me salió un 50% más caro
aproximadamente, pero con un trasbordo en Wolverhampton llegaría en dos horas y
media. Estos pasajes los tuve que pagar con la tarjeta de crédito, no me dejó
usar paypal Virgin Trains.
En ese momento me puse a buscar
alojamiento. Los problemas eran que un hotel que me deje hacer el check in a
las 00:30 - hora estimada de mi arribo a Telford Central -, es muy caro,
empezando en 60 libras la noche. Como es casi fin de semana, y hay un carnaval,
está casi todo copado. Mandé mail a varios hostels, albergues estudiantiles y
casas compartidas; la mayoría no me respondió, a los que llamé me daban
ocupado, o que estaban llenos o que el número ya no correspondía al hostel.
Me fui acosté un poco preocupado por
el detalle de donde dormiría. Porque todo lo demás ya estaba reservado y pago.
Lo que significa que sin falta, mañana voy a estar llegando a Telford en tren a
las 00:30 del sábado y tengo que dormir en alguna parte.
21/8 – viernes – se acaba el tiempo / aparece un salvador
Había un plan de trabajo que fue
reemplazado por otro. A la casa gigante donde yo lavé los pisos con la
hidrolavadora el jueves pasado suele ir él solo los viernes. Por lo que no me
volvería a llevar. Entonces hoy él iba a la casa y yo me encargaba de dos de
los jardines simples, los que los que viven en las casas no les importa el
fondo.
Pero no se pudo y terminamos yendo
los dos a la casona de Maida Vale. Terminamos el mantenimiento antes de las 2
horas, lo que estuvo muy bien. Hicimos muchos de los jardines fáciles y nos
despedimos a las 3:30 en su casa.
El día estuvo soleado desde
temprano. La vuelta la pedalee tranquilo y parando de a ratitos para sacar
fotos, el tupper esta vez lo terminé en los jardines de una iglesia. Londres
soleado es otra cosa, no paraba de maravillarme cada esquina. A veces me canso
de pedalear y pienso en que estoy sobre la bici de 2 a 3 horas por día más el
trabajo, al final estoy en la casa 2 o 3 horas y me caigo de sueño. Me quiero
mudar más cerca y tener más tiempo y energía para mí, para entrenar. Pero cuando
las calles y los paisajes urbanos me muestran esto agradezco el camino que
recorro a diario.
En la casa me puse a buscar con más
dedicación dónde dormir esta noche. Todo lo demás lo dejé para más tarde. Pasó
como ayer. Muchos mails y mensajes en páginas que buscan vivienda. En una de
las llamadas me dijeron que estaban completos, pero que intente con Airbnb. Me
acordé que Valeria me lo recomendó en Madrid. Los precios de la gente en esta
página son elevados para lo que yo esperaba gastar en dos meses de alquiler,
pero para un fin de semana estaban perfectos. Le escribí a tres que cuajaban
con mis necesidades. No me respondió ninguno por un buen rato. Ya eran las 6 de
la tarde, a las 7:30 me tenía que ir. Según Google Maps me tomaría una hora
llegar a la estación de Euston London de donde sale mi tren a Telford a las
9:43 pm. Tren para el que aún no tenía los boletos, claro que no debe ser nada
difícil sacar los boletos prepagos de una máquina en la estación, pero nunca lo
había hecho. Para despejarme un poco tendí la ropa que había terminado su ciclo
de lavado unos minutos atrás y cociné la carne que me quedaba en la heladera,
antes de que se pudra. La hice en la sartén, en otra al lado revolví dos huevos
y con dos panes tostados me hice un sánguche que me comí viendo las opciones de
Airbnb, Booking y TripAdvisor.
En ese momento tenía sentimientos
encontrados, por un lado el miedo de quedarme sin techo, o de tener que pagar
80 libras por noche, pero por otro lado estaba también tranquilo. Convencido de
que se iba a solucionar. Como vengo en el viaje, siempre algo me pasa que me
soluciona el inconveniente.

Se hizo la hora, no me respondieron,
me fui a tomar mi tren. Los datos móviles activados esta vez, atento a cada
mail o mensaje de texto de potenciales anfitriones. De Forest Gate a Liverpool
Street nada. Pero cuando subí al metro para ir a Euston London me llegó un
mensaje de texto de Anthony. Él tiene publicada una cabaña rodeada de verde,
según la foto totalmente aislada de todo, y la alquila a 25 libras por noche.
En el mensaje que le mandé le pedí disculpas por avisar tan de repente y le
comenté mi situación. Su respuesta fue que en efecto estaba sorprendido, pero
que podía quedarme en su cabaña. Le pedí la dirección y él me pidió que me
inscriba a través de Airbnb. Lo hice todo desde el teléfono. En el tramo más
largo, hasta Wolverhampton, corregí un párrafo del último texto que me envió
Patricio y se me cerraban los ojos, quise escribir el blog o leer un poco de
Murakami, pero no se pudo. Guardé todo y a dormir. A la hora de hacer el
trasbordo me encontré con flaco de Telford, que estaba volviendo a casa después
del trabajo. Normalmente va y vuelve en auto, pero lo tiene en el taller y tuvo
que usar el tren. Estábamos confundidos con las indicaciones de la pantalla,
pero en el primero que llegó un hombre nos dijo que era el correcto. Llegamos a
tiempo. La charla fue amena y nos contactamos por Facebook.
Anthony me estaba esperando en su
coche justo en frente de la estación. Me había ofrecido llevarme a su casa y
acepté gustoso. Estábamos los dos gratamente sorprendidos. Él porque esa misma
tarde había cargado el anuncio por primera vez en la página, que a su vez era
la primera vez que iba a hospedar a alguien, y yo le respondí a las pocas
horas. Ni siquiera había terminado de acomodar la cabaña. Yo estaba sorprendido
porque cuando ya estaba en camino, sin vuelta atrás (digo sin vuelta atrás
porque aunque tenga que dormir con el keikogi puesto, un seminario de 8 clases
de Waka Sensei no me lo pierdo), me escribió un tipo que además se ofreció a
llevarme desde la estación, y que me va a hospedar en una cabaña rústica hecha
enteramente de madera – y con sus manos -, escondida entre árboles tupidos y
con vista al valle. Es fantástico, sencillamente. Claro, para mí. Conozco unos
hermanos y algún que otro amigo que no les gustaría nada. El baño está en la
entrada de la casa de Anthony a 80 metros de la cabaña, no hay luz ni wifi y
una de las paredes, donde está la puerta es un ventanal sin cortinas. El
colchón es inflable y me prestó una bolsa de dormir.
Nos despedimos con la promesa de un
café a las 8 am y me va a llevar hasta el predio del seminario. Tomé mi linterna,
que es parte del alquiler de la casa, y fui a mi hogar dulce hogar.
Espectacular!!!! Cuántas experiencias en tan poco tiempo. Es genial, no???
ResponderEliminarGenial indeed. Hoy no fui a trabajar por que me enferme. Así que estoy escribiendo.
EliminarNose porque te referirás a nosotros �� jaj
ResponderEliminarYo pensaba en lo bien que lo estaba pasando y pensaba, qué opinaría Ornella. Dormir en una caja de madera con vidrio sin ventana, en el piso sobre un colchón inflable tirado en diagonal para que entre. Que el baño esté a 80 metros y sea chiquito. Y que cuando te llevan el café de te ponen a hablar.
EliminarJajaja