Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

sábado, 15 de agosto de 2015

012-Londres 13~14/ago - Termina la semana. SOUTHAMPTON

 13/8 – jueves – Dedicados a un jardín

A la casa a la que fuimos hoy Geoff suele hacerla los viernes por la mañana, pero como el dueño vuelve a Londres mañana sólo por 4 horas, la trabajamos hoy para que la encuentre impecable. Este cliente es muy importante para él y lo cuida con especial cuidado. Normalmente no me llevaría, pero esta vez quiso limpiar todos los pisos exteriores con hidrolavadora. De eso me encargué yo, él hizo todo lo demás. Estuvimos de 9 a 17:30 ahí. Canceló todos los demás contratos de hoy para dejarle a este hombre un jardín impecable. De hecho, le dijeron que sólo le pagarían 4 horas de trabajo, que es lo usual, pero él le dedicó 17 horas, entre nosotros dos, para dejarlo bien. Quedó hermoso. Los pisos los limpié todos perfectos, hasta que me tocó el último. Lo limpié lo mejor que pude, pero estaba desnivelado, se me acumuló agua sucia y ya no podía revisarlo para ver cómo había quedado. Lo terminé, soplamos el agua, guardamos todo y cuando nos estábamos yendo vemos que ese piso, la entrada del auto desde la calle, tenía marcas de la hidro. A Geoff se le notaba la desesperación en la cara, lo quiso arreglar con un producto limpia pisos, pero no funcionó. Volvimos a armar la hidro y lo limpió. Después de manejar unos 3 minutos se pudo relajar otra vez y tuvimos una charla amena como de costumbre.

 


Terminamos a las 6 de la tarde, y entre las 2 y las 5 no paró de llover, quedamos pasados por agua. Esta vez no paré en ningún parque. El camino de vuelta lo diagramé yo mirando el mapa del gps, llegué bien, en el camino entré a Tesco y compré comida y un paquete de 5 galletitas de cereal y pasas. Comí un par en la bici y se me formó una idea sumamente atractiva que decididamente tenía que concretar. Al llegar a la casa, sin entrar a la habitación o cambiarme, preparé un té verde y lo tomé con las galles. Un plan perfectamente ejecutado. Mientras merendaba Ali se despertó, se duchó y se fue a trabajar. Después yo me duché, preparé su/mi cama y me hice unos fideos. Cené la mitad frente a la compu y la otra mitad la puse en un tupper en la heladera para mañana.

Me llegó un mail de Mihair, el Sensei de Rusia, en respuesta del mío. Me dice que está encantado de que asista y que le diga si necesito ayuda con la visa y que si quiero que me reserve habitación en el hotel donde se queda Igarashi Sensei. Entusiasmado me puse a investigar. Los italianos necesitan solicitar una visa en la embajada rusa, pero los argentinos podemos entrar y quedarnos 90 días sin visa. ¿No es lindo? Solucionado eso le escribí a Daniil, alumno de Ivan, alumno de Mihail, del que me hice amigo en Japón, si podía dormir en su casa. Por él no hay problema, le tiene que preguntar a sus padres. Cuando me responda le escribo a Mihair. También le tengo que decir qué día y a qué hora llego. Sé que Igarashi llega el 30/9.

Otra cosa informática que hice fue desactivar las actualizaciones automáticas de Windows, ahora encender y apagar son sólo eso.
Antes de acostarme quise actualizar el blog, pero el internet estaba caído. No lo pudimos arreglar, lo que sí se arregló, a medias, fue mi laptop española. Cristian pudo conectarla a Internet con cable, el WiFi sigue muerto. Preparé la mochila para mañana ir a Southampton y me acosté.




14/8 – viernes – De vuelta a Bushy / Tanto tiempo!

Cinco horitas y a desayunar, tostadas con salame y café con leche. Me sentía un poco mal, como cuando estoy desarrollando un resfrío. Escalofríos leves, calor en la cara y un poco de dolor de garganta. Subí a la bici con la campera rompe viento Columbia roja. A pocas cuadras del trabajo compré un capuchino en una Shell. Me despertó un poco más y me alivió la garganta. Hoy fuimos otra vez al pueblo de Bushy, en Heitfordshire, el que está a 20 millas de Londres. Antes de irnos hicimos el primer jardín con el que practiqué la semana pasada cuando empecé a trabajar. Esta vez la señora no estaba. Corte el pasto sin problemas. En el pueblo fuimos a la casa del cura, su jardín es muy grande y tiene varios recovecos complicados. La primera vez que fuimos lo corté aceptablemente. Esta vez, si bien respeté las líneas salvando algunos errores menores, el problema lo tuve en que dejé algunos pedazos sin cortar. Eso nos cuesta tiempo y a Geoff dinero. Pensábamos lavar el piso como ayer, pero no se hubo tiempo. Terminado el jardín limpiamos el patio trasero de una casa en frente y me pagó la semana. Esta vez fue mucho menos, tuvimos dos francos inesperados y dos días que trabajamos hasta antes de las 3. Así que la semana que viene va a ser muy atareada, terminaremos de trabajar tarde todos los días. Las clases de Karate se siguen postergando.

Volví a la casa derecho, sólo me detuve en los límites del Victoria Park a comer los fideos que había preparado. Cuando llegué me duché y ultimé la mochila. Lo llamé a Opu para que me de la llave de la habitación, no la tiene todavía, me la entrega el domingo. Llegué a la estación Victoria después de un tren a Liverpool y un metro al destino. Con lo justo subí al autobús con algunos chocolates. En el camino leí a Murakami, escribí un poco en el blog y me quedé dormido. Me desperté en Winchester, desde donde volví al blog.

 


En la estación de Southampton me estaban esperando Ceci y Alva, filmaron mi llegada. El primero de los abrazos de reencuentro. Qué lindo vernos después de 2 años. Fuimos en su auto a su departamento, y nos sacamos las zapatillas para entrar a la casa. Cenamos hamburguesas con lechuga, tomate y huevo. Nos contamos de todo, pero aún quedan charlas. Mañana vamos a Bath, una ciudad romana a hora y media en auto, tomando mate en el camino, me entusiasma la idea. Va a ser raro estar dos días sin la bici, pero seguro que las piernas me lo agradecerán luego.
Después de cenar nos tiramos en el sillón a charlar y a ver un poco de comedia británica, está bueno, son personitas muy especiales estos ingleses.
Duermo en un colchón inflable de sorprendente calidad, quise actualizar el blog pero morí en el intento.

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