Dublín 22,23,24,25/03 – una semana tranquila y un experimento
Martes 22: Dojo
Temprano y
solo al bar, desayuno normal, almuerzo tranquilo y a casa a las 4. Tuve un rato
para mí y fui la clase du Jujitsu, llegué temprano, le pagué a Maeve el mes, se
fijó en mi asistencia y casi que no entrené, me cobró la mitad, buena onda. La
clase la dictó Andy, practicamos lo mismo que en la última a la que asistí hace
dos semanas. Aún así no lo pude terminar de entender. Es un movimiento complejo
para mí que estoy empezando a ver la lucha en el suelo. Al final hice un par de
rondas, me duché y volvía a la casa. Me inventé algo para comer y se acabó el
día.
Miércoles 23: limpieza
Llegué al bar
a las 12 y me puse a limpiar la heladera. Gary se encargó del servicio un rato.
Pudimos hacer eso así porque en la barra estaba Alan. Si hubiera estado Phil
nos habría dicho que dejemos la limpieza para
después del almuerzo. Terminé con eso y bajé al sótano a limpiar las dos
heladeras y la trampa de grasa. Fue un día pulcro. Finalmente a las 5 se fue el
chef y me quedé en la cocina. Como no había muchos clientes seguí limpiando.
Aún así terminé tarde y no llegué a la clase. De vuelta en casa me duché y a la
cama.
Jueves 24: carpa
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La carpa armada |
Se viene se
viene el campamento. Día normal en el bar, trabajé de 12 a 3:15. Durante mi
descanso nos encontramos con Vinícius en la casa de camping. Compramos la carpa
para el fin de semana. Vimos precios de hornallas, bolsas de dormir y mochilas.
Volví al bar a reemplazar a Gary. Se fue a las 6. Salí medio tarde pero me tiré
el lance de ir a Jujitsu. La clase había terminado, los chicos estaban
practicando solos haciendo algunas rondas. Yo entré en calor, me moví un poco y
me fui junto con John que cerró. Caminando a casa y a la ducha. A dormir.
Viernes 25: bolsa
Viernes santo,
o Good Friday, está prohibido vender alcohol en todos lados, ni si quiera en
los bares. Por esa misma razón la gran mayoría están cerrados, incluyendo
Grainger’s, donde trabajo. A pesar de eso estaba la posibilidad de que yo vaya
unas horas a limpiar en profundidad. En un principio iba a ir a las 3. Salimos
al centro con Vinícius y pasamos por otra casa de camping. Él se compró una
hornalla portátil y yo una bolsa de dormir compacta. Había mensajeado a varias
personas pero nadie tenía una para prestarme. Nos tomamos un café en un bar y
nos despedimos. A las 3:30 entré al bar pero seguían con arreglos. Estuvieron
remodelando. Me sacaron el estante donde solía dejar a secar los trastos
después de lavar en la pileta, agregaron 5 estantes en la pared de la derecha y
me pusieron un lavavajillas, es el que estaba en la barra para los vasos, ahora
ellos tienen uno nuevo. Estuve sólo una hora, hice un recuento de las
existencias y le dije a Alan lo que necesitábamos para mañana tomando en cuenta
que cerramos domingo y lunes. No limpié a fondo. Camino a la casa pasé por una
chocolatería a comprar el huevo de pascuas más grande que encontré en nombre de
Ornella. Es su regalo de agradecimiento por la estadía. Lo llevé hasta la casa
y lo expuse en la ventana. En el living estuvimos un rato con los Vinnies
tratando de encender la hornalla nueva, no pudimos, algo está mal. La volvimos
a empacar y mañana hay que volver al local. Cuando Nana vio el huevo se
emocionó, sería su primer huevo de pascuas.
Esta noche
después de cenar compartí un poco de mariguana de pipa, no la de agua, la otra
que parece un tubo. No aspiré mucho. Los efectos tardaron un poco en llegar.
Primero sentí el cuerpo más pesado, las manos caían al suelo como si de repente
hubiera aumentado la gravedad. Lo que pensé en ese momento fue “qué bueno sería recordar esta sensación
cuando estoy practicando Aikido, este es el tipo de peso que busco cuando
entreno”. Después noté que se me soltó la lengua un poco más y empecé a
hablar más lento de lo usual, sentía una nube en la cabeza que me hacía sentir
ligero. Alguna que otra sonrisa tímida quiso asomar, pero no pasó de eso.
Finalmente, uno de los más interesantes, fue la dilatación de la noción del
tiempo. Eso me volvió a la idea que he tocado tantas veces de que el tiempo no
transcurre, sino que está.
Volví al
living in Nana estaba mirando el huevo con mucha ilusión. Estaba esperando que
llegue alguien para que le autorice a abrirlo. No se lo pudimos negar, estaba
muy contenta. Nos preguntó cómo se hace. Yo le dije lo que hacemos en
Argentina, lo rompemos con un golpe de mano o cabezazo, ya que es el huevo
principal, el grandote. Me trataron de bárbaro, ella no, porque no conoce otro
método, pero los chicos dijeron que en Brasil lo dejan parado en su base y le
van sacando pedazos de la pared. Ganaron por mayoría. El resultado estuvo
bueno. Nos quedó un lindo y rico adorno por días mientras lo íbamos picoteando
al pasar.
Los efectos ya
se habían ido casi por completo, las conclusiones llegaron. Fumé con la idea de
relajar la mente y que eso me aclare las ideas y pueda razonar, a posteriori,
las ideas que me dan vueltas y no les puedo dar forma. De vuelta a lo básico,
no hay fórmulas mágicas. No pude evitar estudiar cada efecto que sentí, pero lo
hice con prejuicio por lo que me contaron, lo que vi y lo que dice la tele.
Toda esa información sobre la mariguana y su concepción negativa están aún
grabadas en mí. Me quiero deshacer de eso y juzgarla por mí mismo. No me gusta
sentirme naturalmente en contra de algo sólo porque me enseñaron que es así.
Pero lo estoy. Tal vez vuelva intentar otro día, tal vez no. El tiempo dirá. La
experiencia fue enriquecedora.
Comimos un
poco de huevo y me fui a dormir después de un té.
Dublin te está pervirtiendo jaja. Mala yo q tome la iniciativa con el tekila jaj
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