Vivir no es sólo existir

Hola todos, gracias por leerme y así acompañarme en este viaje. Cuando me fui por primera vez lo pensé como un 'voy y vuelvo'. Algo finito, aunque largo. Hoy veo que estoy viviendo esto y después estaré viviendo otra cosa. Viajo para conocer lugares, costumbres, horarios, comidas, ritmos, gente, calles, Dojos, maestros, compañeros, trenes, redes de metros, culturas.
Hoy el objetivo del viaje, si bien tengo un plan sobre el que improviso, es viajar. Si es posible trabajar en distintas ciudades para, 1) financiar el viaje y 2) entrar bien en el ritmo local, no ser sólo un turista más.
Este texto lo voy a expandir en la entrada 'Inicios y Motivaciones'

lunes, 25 de abril de 2016

121-Dublín 11~13/abr - sobreentrenamiento? veremos...



Dublín 11,12,13/04 – exprimiendo los límites

Lunes 11: Aikido
Almuerzo en el depto nuevo
Escribiendo a la mañana, avancé un poco. Vinícius tenía que ir al depto nuevo a recibir al tipo que va a poner cortinas nuevas. Lo acompañé. Los primeros 10 minutos de la caminata fueron a paso rápido y excitados por la conversación. Me sentí muy enérgico. Llegamos, me había advertido que estaría frío y que no hay alfombra. Me llevé la mochila con la ropa de práctica para la noche y algo de comida para almorzar. Completamos la comida en Lidl y almorzamos un revuelto de albóndigas, pepino, morrones, salsa de tomate y huevo. Rico y llenador. Estuvimos unas horas y nos fuimos. Él a la casa a esperar al dueño y yo al centro a hacer tiempo para entrar al bar a las 4. Los tres trabajamos 3 horas juntos. Gary se fue a las 7:05, Ismael y yo a las 7:30. Alan me dijo que mañana Ismael va a estar solo en la cocina y que no lo ayude en nada, que ni aparezca y que me quede en el sótano trabajando ahí. Que se equivoque así lo corrigen. Llegué a tiempo a la clase de Bran, el último reemplazo antes del regreso de Ray. Buena clase. Sigo viendo el énfasis en el Seiza Kokyuho que hacen en este Dojo, no solo en el ejercicio mismo, sino que también en su aplicación práctica en las técnicas. Vuelta a la casa caminando con música. Un poco de chocolate y compu y a la cama.
 
Martes 12: dueño
Salí de la casa y en la farmacia compré curitas y Dettol para curarme el dedo. No debería haber sacado la cosa negra que tenía entre la uña y la carne. Hoy fui temprano al bar a pesar de que el encargado oficial del desayuno fue Ismael, para que entrene. Mi tarea sería recibir el cargamento de barriles de cerveza y ordenarlos. Cuando bajé al sótano estaba todo ordenado, el cargamento había llegado temprano. Así que me pidieron que lo termine de organizar y que limpie el piso. Lo barrí todo y lo trapee con agua caliente y lavandina, quedó mejor que hace varias semanas. Llegó Gary y me fui para no volver hasta mañana. Compré mi almuerzo en Star Pizza frente al bar y me lo comí caminando con el sol calentándome la frente. Me quedé todo el día en casa. Escribí, casi me puse al día, cree borradores, no fui a Jujitsu, vi otro capítulo de Daredevil. Me está gustando pero no me atrapa. No ir a Jujitsu me hizo sentir culpable por estar desaprovechando una oportunidad de entrenamiento, pero a su vez no me siento del tomo cómodo con la mecánica, seguroe s porque soy muy nuevo en el tema. Pero todo tiene su razón de ser, no? Gracias a que no fui a clase lo conocí al dueño de la casa, a su hija y al novio argentino. Ellos dos van a vivir acá cuando nos mudemos en mayo. EL dueño es un irlandés grande con voz grave y fuerte que recuerda a Gerry de Limerick. Buena gente.
A pesar de todo el día fiaca, o a razón de eso, estaba cansado a la noche. Vinícius nos dijo por el grupo de WhatsApp que esta noche llega otra Couchsurfer a quedarse una noche. Nos pasó la foto, todo lo que sé es que es asiática, me inclino por china. No tenía energías para quedarme despierto a recibirla. Me dormí.

Miércoles 13: Stephanie
Desayuné con Stephanie, la couchsurfer, es de Hong Kong. Se nos sumó Vinny y charlamos los tres un rato. Ella está acá porque fue a Nice en Francia a ver a un amigo y el vuelo barato desde Cardif en el Reino Unido la dejó un día en Dublín. Quería tomarse una Guinness antes de irse. Me llamó Gary, que no vaya al bar hoy y que nos vemos mañana, bueno, todo el día libre. Decidí pasarlo con ella. Es bastante más sociable que la chica checa que se quedó hace dos semanas. Fuimos a Tesco a comprar algo para almorzar. Ella cocinó fideos udon con salsa de frijoles negros, yo lavé. Estuvo muy rico.
Steph y yo en The Celt
Después nos tomamos un café con mandarina y salimos. Fuimos al centro, le mostré algunos lugares y almorzamos por segunda vez en el bar The Celt en la calle Talbot. Nos gustó mucho, muy pintoresco, varios salones, buena onda el mozo y rica la comida. Ella estaba contenta con su Guinness y el pastel de carne a la Guinness. Estábamos en la barra y me llamó Ruslan por Facebook. Hablamos un poco del viaje a Japón que vamos a compartir en mayo y junio. Tengo de tarea buscar actividades extracurriculares para el grupo. Nos fuimos del bar directo a la parada del micro en la calle O’Connell, se subió y nos despedimos. Ella fue al aeropuerto y yo a comprarme un keikogi nuevo, uno blanco de verdad. Volví a la casa, me cambié y salí para el Dojo.
Primera clase, MMA: esta vez llegué más cansado que hace dos semanas. Los músculos dejaron de responder y tuve que frenar algunas veces. Al final cuando luchamos hicimos al menos 6 rondas, pude enfrentarme a varios, algunos principiantes y otros más avanzados que yo, con mejores reflejos y movimientos. Me hicieron sentir lento y ver lo mucho que tengo para entrenar.
Segunda clase, Aikido: Volvió Ray. Introdujo la forma tradicional de entrenar, la que en su tiempo aplicaba O’Sensei y que con los años se dejó de usar. Este enfoque lo usa Patrick Cassidy en la clase de niños en Suiza. Consiste en que nage (quien ejecuta la técnica) inicia el ataque, entonces uke (quien recibe la técnica) se defiende creando un contacto físico que nage aprovecha para desarrollar la técnica.
Terminada la clase Ray y Maeve nos regalaron una tableta de chocolate suizo a cada uno de los que cubrimos las clases. Volví a casa y muerto como estaba resistí hasta pasada la media noche. Era el último día de Tomo en la casa y quería usar su balde grande para dejar en agua con lavandina la chaqueta del keikogi bueno, a ver si se blanquea un poco. No teníamos más lavandina así que fui a comprar. Cuando estaba hecho ya no daba más, pero estaba sucio y pegajoso por el ejercicio, me quería duchar, esperé a que se caliente el agua, me duché y nomás tocar la cama me dormí.

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